Otro charco más en el que se mete el Gobierno de forma gratuita. Si la semana pasada era José Luis Escrivá el que hablaba de que los boomers tendrán que trabajar más para cobrar su pensión, ahora es Alberto Garzón el que recomienda reducir el consumo de carne y volver a la dieta mediterránea para mejorar nuestra salud y el equilibrio medioambiental. El ministro de Consumo no dice nada que no recomiende también la OMS y los expertos en alimentación y medio ambiente –o que no recoja el plan España 2030 que el Gobierno acaba de presentar-, pero seguramente se puede expresar mejor, toda vez que es un negocio del que dependen muchas familias.
La ocasión la ha aprovechado Emiliano García-Page para volver a tirar con bala contra el Gobierno y ante la polémica que se ha organizado. Pedro Sánchez, desde Lituania, ha respondido al más puro estilo del mítico “¡viva el vino!” de Rajoy, o “que nadie me diga las copas que me tengo que tomar” de Aznar. El presidente ha desautorizado a Garzón con “un chuletón al punto, para mí es imbatible”. “A mí me gusta poco hecho”, ha respondido el ministro.