Isabel Díaz Ayuso va a ser noticia de aquí hasta que, a finales de año, acabe culminando la negociación de los Presupuestos madrileños con Vox. De ella depende apuntarse un nuevo tanto en clave interna y, de Teodoro García Egea, contener una eventual oleada de euforia en la Puerta del Sol. El secretario general del PP es noticia estos días por sus presuntas maniobras, pasadas, presentes y futuras, para que jefa del Ejecutivo autonómico no se convierta en la nueva Esperanza Aguirre. La madrina política de la hoy presidenta fue un martirio para Rajoy y el número dos de los conservadores quiere evitarle a Casado el mismo tormento.
Apenas ha durado unas semanas la tregua entre Génova y la Puerta del Sol. O entre Teodoro García Egea y Miguel Ángel Rodríguez, los protagonistas de la batalla interna que libra el PP por el liderazgo de Isabel Díaz Ayuso. El primero, lo teme. El segundo, lo alimenta. Formalmente, se trata de su poder en la Comunidad de Madrid. Pero eso, en el lenguaje de los populares, ya es mucho decir.
En la séptima planta de Génova, 13, la planta noble de la dirección nacional, aún recuerdan cómo la antigua ‘inquilina’ de la primera planta, sede del PP de Madrid, trató de ‘desahuciar’ al ‘propietario’.
Eran los tiempos de Esperanza Aguirre y Mariano Rajoy. A ella la llamaban la ‘lideresa’ popular, con su poder orgánico en la formación regional y el político en el Ejecutivo autonómico. Él había perdido por segunda vez unas generales y su giro estratégico hacia la moderación le situaba en la diana de los críticos.
Los Presupuestos de Madrid han traído consigo nuevos detalles sobre la batalla que no cesa entre la dirección nacional del PP y el círculo de la presidenta
Ella pidió un debate ideológico mientras la prensa conservadora le hacía la campaña. Él estuvo a punto de tirar la toalla sobrasado por las presiones de los suyos. El resto de líderes territoriales cerraron filas en torno a su presidente, pero éste tuvo que acostumbrarse a la difícil cohabitación con la baronesa madrileña, que seguía restándole protagonismo en la agenda mediática ejerciendo de facto como líder de la oposición al presidente Zapatero.
Problemas a la vista
Llegado el caso, Pablo Casado no las tendría todas consigo para garantizarse el apoyo del resto de presidentes del partido autonómicos. Además, el trabajo de un secretario general es anticiparse a los problemas y García Egea no pierde Madrid de vista.
Tampoco lo hace el jefe de gabinete de Ayuso. Miguel Ángel Rodríguez ha vuelto a colar a la presidenta en las portadas de la prensa. Con lo que en la jerga periodística se conoce como percha informativa, la jefa del Ejecutivo autonómico es noticia por la presentación de los Presupuestos para 2022. También, por las presuntas maniobras del número dos del PP para frenar su ascenso en el partido.
La polémica sobre la presidencia del PP de Madrid, en manos de una gestora dirigida por Pío García-Escudero desde la dimisión de Cristina Cifuentes en 2018, quedaba en tablas coincidiendo con la convención nacional de la formación conservadora. Ayuso será candidata pero el congreso regional no se adelantará, como ella llevaba pidiendo desde el arranque del curso político, y se celebrará “en primavera”.

Ahora, la atención se centra en los supuestos movimientos del número dos de Casado para boicotear a la baronesa madrileña. Coincidiendo con el anuncio presupuestario, pero también con la presencia de Teodoro García Egea en el Comité Ejecutivo y la Junta Directiva del PP madrileño de este viernes, donde el nombramiento de cinco nuevas gestoras en municipios de la región ha generado desconfianza en el entorno de la presidenta madrileña, mientras que el PP de Madrid y la dirección nacional ha enmarcado esos nombramientos en la normalidad, avanzaba Europa Press.
Así, las noticias se han centrado en los detalles de las cuentas presentadas, con un presupuesto destinado a sanidad que crece un 8,6 por ciento, seis puntos menos que el resto de consejerías, o con un guiño a Vox como la bajada del diez por ciento del dinero destinado a Telemadrid.
Pero aunque Rocío Monasterio querrá vender caros los cuatro votos que necesitará Ayuso, exigiendo la derogación de las leyes LGTBI y la aprobación de una ley de igualdad que ignora la violencia de género y hasta a la mujer, los populares madrileños no esperan tener tantos problemas como está encontrando el andaluz Juan Manuel Moreno que, después de acariciar la posibilidad de un pacto con el PSOE que le habría permitido ignorar a la formación de ultraderecha, ha llegado al debate sobre el estado de la región acusado por los socialistas de mentir y presionado por unos socios de investidura, que le siguen negando el respaldo presupuestario para forzar un adelanto electoral.
El órdago de la entonces lideresa al que fuera jefe de la oposición tras su segunda derrota electoral está muy presente en la memoria popular
Leña al fuego
Por eso, el mayor interés informativo se centra en las informaciones que varias cabeceras han dedicado la supuesta estrategia orquestada por García Egea contra Díaz Ayuso. Según contaba El Confidencial y subrayaba El Mundo, cuando la jefa del Ejecutivo madrileño anunció en marzo el adelanto electoral aprovechando la fallida moción de censura del PSOE y Ciudadanos en Murcia, el secretario general en Génova y el jefe de gabinete en la Puerta del Sol mantuvieron una discusión tan tensa que llegó a peligrar la candidatura de la presidenta.
La razón fue la idoneidad de la convocatoria. Según han contado desde el entorno de Ayuso al diario de Unidad Editorial, “no creían en ella”. El periódico subraya que Génova llevaba meses resistiéndose a la celebración de los comicios “ante su creciente popularidad por la gestión de la pandemia y el desgaste de Pedro Sánchez”.
La novedad es que, ahora, “un sector del PP de Madrid cree que hay “una maniobra” del partido para apartarla en las elecciones de 2023”, mientras la dirección nacional asegura que “los presidentes autonómicos en ejercicio serán candidatos”.
También El País se ha hecho eco del fin de la tregua. El nombramiento de nuevas gestoras en cinco municipios ha sido calificado como maniobras “ilegales” por parte del equipo de Ayuso, que considera excedido el mandato de la gestora de García-Escudero y que interpreta la decisión como un intento de colocar cuadros “sin consultar a la presidenta”. Cuadros que, en el caso de que haya una candidatura alternativa en el próximo congreso regional, podrían restarle posibilidades a la jefa del Gobierno autonómico.
Según esta información, la dirección nacional y regional defienden que la operación se realiza en plazo y de acuerdo a los estatutos. Publicada dos días antes de la reunión, también avanzaba que los afines a Ayuso “plantarán cara” ante el nombramiento de las gestoras.
Porque la baronesa madrileña es la viva imagen de Esperanza Aguirre. Por eso, evitar que Pablo Casado corra los riesgos que llegó a asumir Mariano Rajoy es para Génova una cuestión de supervivencia.