La Guía / Virginia Miranda.
El Museo Nacional del Prado celebra sus 200 años con Sólo la voluntad me sobra. Dibujos de Goya, una gran exposición resultado de los trabajos realizados para elaborar un nuevo catálogo razonado de los dibujos de Goya, fruto del convenio de colaboración que en el año 2014 firmaron la Fundación Botín y la pinacoteca madrileña.
La muestra reúne por primera vez, en una ocasión única, más de 300 de los dibujos del genio aragonés, procedentes de las propias colecciones del Prado y de colecciones públicas y privadas de todo el mundo para ofrecer un recorrido cronológico por su obra, desde el ‘Cuaderno italiano’ a los álbumes de Burdeos.
Además, aporta una visión moderna de las ideas que el artista abordó de forma recurrente durante su vida y pone de manifiesto la pervivencia y actualidad de su pensamiento.
Sobran motivos
El 19 de noviembre de 1819, un nuevo museo abría sus puertas al público aún como museo real y con fondos procedentes de las ricas colecciones de pintura y de escultura reunidas por los reyes de España durante más de 300 años. Cuando Goya vivía aún en Madrid, tres pinturas suyas colgaban ya en la sala que daba acceso a la galería central, los dos retratos ecuestres de Carlos IV y María Luisa de Parma y El garrochista.
Con el tiempo, el Museo del Prado iba a reunir, además, la mejor colección de las obras de Goya, cerca de ciento cincuenta pinturas, quinientos dibujos, sus series de estampas y una documentación única como es la valiosa correspondencia con su amigo Martín Zapater.
Hasta 16 de febrero de 2020 en el Museo del Prado (Paseo del Prado, s/n. Madrid)
Blanquerna presenta en Madrid los textos visuales de Brossa y Viladot
El Centre Cultural-Llibreria Blanquerna acaba de inaugurar la exposición Joan Brossa, Guillem Viladot. Alfabeto desbaratado. Producida con la colaboración de la Fundación Joan Brossa y la fundación privada Guillem Viladot “Lo Pardal”, ofrece la oportunidad de ver, por primera vez en Madrid, una recopilación de poemas visuales, libros y objetos de ambos creadores.
Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) y Guillem Viladot (Agramunt, 1922-Barcelona, 1999) son dos de los máximos exponentes de la literatura y de la poesía experimental catalana de la segunda mitad del siglo XX. Manuel Guerrero, comisario de esta exposición y del Año Joan Brossa, les define como “pioneros de la poesía visual y objetual en Cataluña y España. Su obra es un referente ineludible de la poesía experimental europea más radical”.

De Brossa se exponen siete de los Vuit pòsters poema (1971) (Ocho pósters poema), la primera serie de poemas visuales editada a gran tamaño, así como una muestra extensa de poemas visuales estampados en edición limitada, junto a diez poemas objeto que permiten percibir la crítica, política, humorística y sutil revuelta poética de Brossa. Primeras ediciones de libros, junto con bellas e impactantes ediciones compartidas con artistas como Miró, Tàpies, Amat o Chillida, completan estos sorprendentes y enigmáticos alfabetos desbaratados.
De Viladot se muestran tres ‘collages’ de 1968 y diversas series inéditas de poemas visuales de gran fuerza plástica: Diari 72 (1972), Films-cartrons (1977) y Lais 77 (1977), así como algunas obras de la serie Iconografies de l’ús i de l’oci (1980) (Iconografías del uso y del ocio) presentadas en la galería Maeght de Barcelona. Junto con 5+1 Lais concrets d’homenatge a Antoni Tàpies (1969) y otros libros del autor, ediciones y carteles de la editorial Lo Pardal.
La muestra se completa con la proyección de la película No compteu amb els dits (No contéis con los dedos), dirigida por Pere Portabella en el año 1967.
Hasta mediados de febrero de 2020 en el Centre Cultural-Llibreria Blanquerna (c/ Alcalá, 44. Madrid)
Paco Cabezas lleva el thriller a las Tres Mil Viviendas
Paco Cabezas dirige a Mario Casas y Natalia de Molina en Adiós, un thriller donde el actor protagonista interpreta a un convicto en tercer grado al que se le permite asistir a la comunión de su hija. Cuando la niña muera y se destape un entramado de corrupción y narcotráfico, este hombre intentará tomarse la justicia por su mano.
La trama se desarrolla en el barrio de las Tres Mil Viviendas de Sevilla. Allí, una inspectora (Ruth Díaz) tiene que lidiar con los recelos de Juan (Casas), padre de la niña y cabeza del clan de los Santos. La búsqueda de la verdad destapará ante ambos toda una red de secretos y mentiras que transitan a lo largo de la delgada y difusa línea que cada uno llama justicia.