A. M.
Cientos de miles de personas han salido a la calle en Estados Unidos para protestar por el asesinato del afroamericano de 46 años George Floyd a manos de un policía blanco. Los manifestantes se han saltado el toque de queda impuesto en 40 ciudades, de las 75 que han registrado incidentes.
Tampoco se han acobardado ante la amenaza del presidente, Donald Trump, de desplegar al Ejército si los gobernadores de los Estados no consiguen frenar las protestas. El líder político, ha señalado al movimiento Antifa como responsable y ha anunciado que lo perseguirá con las leyes antiterroristas.
El objetivo de las movilizaciones es pedir justicia y denunciar el racismo, la violencia policial y las desigualdades sociales presentes en el país, al que se han sumado en los últimos días disturbios y actos vandálicos que han obligado al cierre de comercios por temor a los saqueos. Las principales marchas han tenido lugar en Nueva York y Washington. En esta última ciudad se han movilizado 1.600 agentes de la Guardia Nacional para contener a los manifestantes, que gritaban «¡No nos movemos!» pocos minutos antes del toque de queda. Las protestas se han extendido por todo el mundo a través de las redes sociales bajo el ‘hashtag’ #BlackLivesMatter, e impulsadas, sobre todo, por el mundo de la música, junto con otros sectores del espectáculo.
La autopsia de Floyd revela que su muerte fue un homicidio. Aunque sufría enfermedades cardíacas y se detectaron restos de sustancias tóxicas, según el informe, la causa de la muerte fue la asfixia producida por la compresión del cuello durante más de ocho minutos. El policía responsable, Dereck Chauvin, fue detenido el pasado viernes y ya ha sido acusado de homicidio imprudente. El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, asegura que la UE está “conmocionada y consternada” por esta muerte, que califica como un “abuso de poder”. También ha advertido a Estados Unidos, en una rueda de prensa en Bruselas, sobre el uso excesivo de la fuerza y ha pedido una “desescalada de tensiones” al país.
Por su parte, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirma que las protestas desatadas claman también contra las “desigualdades” manifestadas durante la pandemia de coronavirus. Mientras, los expertos temen que empeore la situación por la pandemia.