J.Q.
Iberdrola presentó el pasado miércoles sus resultados correspondientes al primer trimestre del presente año. La compañía presidida por José Ignacio Sánchez Galán anunció un beneficio neto de 1.485 millones de euros, es decir, un 40% más que durante el mismo periodo del año previo. La mejora de las cifras en Reino Unido y España ha sido vital para lograr estas cuentas. Pese al pago del impuesto eléctrico, que asciende al 1,2% de las ventas de las energéticas, la compañía goza de buena salud. La factura fiscal de Iberdrola este trimestre ha sido 200 millones de euros superior al periodo previo.
Los ingresos se han disparado hasta los 15.460 millones de euros, es decir, más de 3.000 millones más que entre enero y marzo del año 2022. La deuda financiera neta, por otro lado, asciende a los 43.722 millones de euros, un 8% más que el año previo. Según indica la CNMV, esto se debe al “fuerte esfuerzo inversor” realizado en los últimos tiempos. Y es que las inversiones brutas durante estos primeros tres meses fueron un 9% mayores que en 2022.
Los resultados están muy por encima de los presagios de los expertos, que auguraban un beneficio neto de 1.340 millones para este trimestre. “A los fondos soberanos les gusta invertir con nosotros, lo que significa que somos una empresa fiable, que tiene una muy buena reputación. El hecho de tener como socios a Norges, QIA o GIC indica que somos serios”, apuntó Sánchez Galán en su comparecencia. La empresa propondrá a la junta una retribución complementaria de 0,31 euros brutos por acción.