Después de haber prescindido de los servicios de las empresas de ‘catering’ encargadas de preparar las comidas en los centros escolares, la Comunidad de Madrid encargó a Telepizza y Rodilla, dos empresas de comida rápida, la elaboración de menús para 11.500 alumnos con beca de comedor por ser sus padres perceptores de la Renta Mínima de Inserción (RMI), según adelanta eldiario.es.
La propia presidenta del Ejecutivo autonómico, Isabel Díaz Ayuso, anunciaba en su cuenta de Twitter que “la Consejería de Educación ha organizado un dispositivo para que, a partir del martes, los alumnos que tenían precio reducido de comedor por percibir la RMI puedan recoger su comida en los locales de Telepizza”.
El Ministerio de Sanidad negó en un primer momento su autorización. Según el PSOE-M, una decisión “coherente” porque ‘pizza’ y sándwiches no son un menú “saludable” para los niños “más vulnerables”. Según el del PP en la Asamblea de Madrid, Alfonso Serrano, un error porque cuando el Ejecutivo regional “se dedica a intentar salvar vidas haya quien esté preocupado porque algunos niños coman ‘pizza’ una vez a la semana mientras dure”, decía en Twitter.
Finalmente, y a pesar de que los sindicatos instaron al Gobierno a ofrecer una dieta equilibrada, el titular de Sanidad, Salvador Illa, ha levantado la mano en esta situación excepcional. Porque se trata de una “crisis temporal”, es la consigna de Moncloa, y porque partidos y Administraciones están mostrando una disposición al acuerdo inédita.