E. S.
El Banco Santander es una de las diez empresas que cambian el mundo. Lo está consiguiendo gracias a sus programas de inclusión financiera, erradicación de la pobreza, becas de educación, mecenazgo de pymes y nuevas empresas, y respeto al medio ambiente en todos sus proyectos de negocio. No lo dice el banco, sino ‘Fortune’, la mejor revista de negocios que existe, en su clasificación «Change the World Ranking». Y detrás de esa filosofía, un punto común: la innovación digital.
En 2020, durante la pandemia, el Santander ha destinado más de 100 millones de euros a la lucha sanitaria, social y económica contra el coronavirus, situándose así entre las empresas de todo el planeta con mayor grado de compromiso con la recuperación post-pandemia. También está haciendo una gran apuesta por los emprendedores con ideas que ayuden a la recuperación.
De hecho, la banca responsable es un signo de identidad del Santander desde hace décadas. En el mundo hay aún 1.700 millones de personas adultas ancladas en la pobreza que no pueden acceder a servicios básicos como es ser titulares de una cuenta bancaria, lo cual les aleja de la posibilidad de progresar social y económicamente. Pero dos tercios sí cuentan con un teléfono móvil, de mayor o menor potencia, que les podría ayudar a superarse. Ahí es donde entran en juego herramientas como la plataforma móvil Superdigital, nacida en Santander Brasil, una aplicación sencilla capaz de empoderar financieramente a cualquier persona, independientemente de su nivel de ingresos, género, nivel de estudios, ubicación geográfica o edad.
La plataforma móvil Superdigital, nacida en Santander Brasil, es una aplicación sencilla capaz de empoderar financieramente a cualquier persona, independientemente de su nivel de ingresos, género, nivel de estudios, ubicación geográfica o edad
Superdigital es hoy la punta de lanza de la inclusión financiera promovida por el banco en toda Latinoamérica. En el resto del mundo, probablemente lo más conocido hasta ahora de la responsabilidad social del banco es su apuesta por facilitar el acceso a la universidad a decenas de miles de jóvenes en todo el mundo, mediante programas de becas de todo tipo. Lleva invertidos más de 1.800 millones de euros desde 2002 y concedidas más de 430.000 becas desde 2005. Pero la apuesta por el progreso de las personas y de las empresas, el lema de la misión oficial del banco, viene de muy atrás. Por ejemplo, allá por la Navidad de 2011, el Santander fue el primer banco del mundo que se atrevió a hacer algo inaudito: abrir una sucursal bancaria en las favelas Alemao, en Rio de Janeiro, uno de los lugares más peligrosos de la ciudad, dominado por bandas de narcotraficantes, otra ciudad interior de 140.000 habitantes dentro de la propia ciudad de Rio. Su producto estrella eran microcréditos de 400 euros. No lo hizo por la rentabilidad de tener allí representación comercial, sino por poner su granito de arena para apoyar la transformación social y económica que por entonces había iniciado el presidente Lula da Silva en Brasil, un país donde millones de personas no estaban ni siquiera inscritas en un registro civil. Para los habitantes de Alemao, conseguir una cuenta bancaria donde figurara su nombre les proporcionaba identidad personal oficial, incluso para poder votar en elecciones.
Santander contó con la ayuda de la ONG AfroReggae, creada dentro de las favelas, cuyo director, Reginaldo Lima, era un líder vecinal criado como niño de la calle, autoalfabetizado y autodidacta gracias a los restos de periódicos que encontraba en la basura. Lima dijo el día que Santander abrió su oficina: «Apostar por los ciudadanos significa traerles derechos, mostrar a los vecinos de las favelas que ya no están separados de la ciudad, que son iguales». En las oficinas del banco, también se abrió un espacio para Santander Universidades de 325 metros cuadrados, donde la Asociación de Residentes de Alemao podía ofrecer asistencia social a los más pobres y donde la organización universitaria de Santander concedía becas y daba cursos gratuitos, tanto online como presenciales, de inclusión digital, idiomas y capacitación profesional.
En 2019, la presidenta del banco, Ana Botín, anunció un nuevo gran compromiso del banco a largo plazo con las comunidades donde opera. Así, durante los próximos cinco años el objetivo fundamental es la inclusión financiera de 10 millones personas, especialmente en Latinoamérica. Lo va a hacer mediante lo que mejor funciona para erradicar la pobreza: programas de microcréditos, educación financiera a personas con bajos niveles educativos y nuevas herramientas digitales especialmente diseñadas. Y mediante innovación digital. Brasil ya ha sido testigo del impacto positivo de Superdigital, que ya tiene medio millón de usuarios activos en Latinoamérica y con la que el banco espera llegar a los 5 millones de clientes en 2023. Estas cifras hacen de Superdigital la principal vía de acceso a servicios financieros para las rentas bajas en Latinoamérica. Con ella se hacen depósitos, retiradas de efectivo y pagos que no requieren de sus usuarios una cuenta bancaria al uso. Los usuarios pueden chatear entre ellos, como si fuera una aplicación de mensajería, o también de manera práctica pueden dividir gastos entre grupos. Desarrollada con tecnología propia de Santander, se diseñó como una aplicación mobile-first. La «banca sin banco» del Santander está disponible en Brasil, México y Chile, y se está beneficiando de la rápida transformación de los antiguos móviles en smartphones, así como en la expansión de las infraestructuras de cobertura de red en Latinoamérica. A finales de 2020, Superdigital se habrá lanzado también en otros cuatro países latinoamericanos.
Microfinanciación a través de plataformas digitales
Banco Santander también ha lanzado programas como Prospera Santander Microfinanzas, que ha situado a la entidad española como la primera privada de Brasil en el sector de microcréditos. Prospera concede préstamos a grupos de microemprendedores
Banco Santander también ha lanzado programas como Prospera Santander Microfinanzas, que ha situado a la entidad española en la primera privada de Brasil en el sector de microcréditos. Prospera concede préstamos a grupos de microemprendedores que comparten la responsabilidad de devolver la totalidad del importe. Un equipo del banco les ayuda y les guía durante toda la duración del préstamo. En 2019 se abrieron 56 nuevas sucursales de Prospera y el número de municipios atendidos ha pasado de 600 a más de 1.700. El número de clientes activos creció en 253.000 hasta más de 500.000, con un 69% del total de mujeres. El crédito medio es de alrededor de 550 euros, con un plazo medio de 7 meses.
En México destaca la iniciativa Tuiio, lanzada en 2017, que ofrece préstamos a medida, productos de ahorro y seguros a las personas más desfavorecidas. Todos los productos ofrecidos tienen un alto componente digital, que genera eficiencias operativas y ofrece una mejor experiencia al usuario. Tuiio también ofrece cursos de educación financiera, de tecnología y emprendimiento. Una de las perosonas que los ha recibido es Patricia Santos, una emprendedora que a principios de 2018 comenzó vendiendo tacos en la puerta de su casa y fabricando y vendiendo cerámica por internet, creó su propio negocio de elaboración de comidas, con la ayuda de un préstamo de 5.000 pesos de Tuiio. Desde entonces, su negocio de comida, La Magia del Sabor, ha crecido y ha obtenido un préstamo de 20.000 pesos (alrededor de 800 euros). Hoy, Patricia es capaz de organizar banquetes para más de 300 personas.