
Sin Maldad / José García Abad
Carlos Jiménez Villarejo, primer fiscal Anticorrupción , quien bajo la dictadura militó clandestinamente en el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) que fue la forma utilizada por el Partido Comunista para su presencia en Cataluña, quien participó en la clandestina “Justicia Democrática”, quien fue sancionado por su oposición a la dictadura con un traslado a la Fiscalía de Huesca, acaba de publicar el tercer tomo y último de sus Memorias titulado ‘Corrupción y Fraudes’, editado por Utopía.

Sentencia Villarejo, el Bueno: “El delito fiscal es un delito gravísimo. Como dijo el que fue fiscal del Cantón de Ginebra Bertrand Bertossa, que colaboró con la justicia española en el descubrimiento de los fondos que Luis Roldán tenía ocultos en Suiza, el delito fiscal no es neutral porque el que delinque lo hace en perjuicio directo de los contribuyentes honrados”.
Lamenta Villarejo que el fiscal general del Estado apoyara a CiU prohibiendo a la Fiscalía el ejercicio de acciones penales por entender que los delitos estaban prescritos: “Eso sí –señala–, en un ejercicio de cinismo, se permitió afirmar que de los hechos descritos se desprendía un aroma de corrupción”.
Este libro de quien el fundador de Justicia Democrática, Clemente Auger, me dijo con total sinceridad que está en camino de santidad, no tiene desperdicio como testimonio de que la justicia no es en este país igual para todos.
Es Jiménez Villarejo testigo de excepción como fiscal del caso, junto con Mena, de la impúdica sentencia que liberaba a Jordi Pujol de sus responsabilidades en Banca Catalana por unos jueces a los que supongo avergonzados después de que el ‘molt honorable’ confesara que había estado engañando al Fisco durante 34 años.
En la sentencia de la Audiencia Territorial de Barcelona, se reconoció la veracidad de los hechos delictivos que sustentaba la solicitud de ambos fiscales de procesamiento para Pujol, es decir, que reconocía que había habido sociedades instrumentales, que había habido préstamos ficticios a sociedades mercantiles y a personas físicas. Todo esto estaba acreditado y no se discutió por el tribunal. Lo que se discutió es que esto fuera un delito de apropiación indebida, de falsedad o de maquinación. En definitiva, la Audiencia Territorial de Barcelona rechazó sin inmutarse el procesamiento de Jordi Pujol y del resto de los consejeros.
Sentencia Villarejo, el Bueno: “El delito fiscal es un delito gravísimo. Como dijo el que fue fiscal del Cantón de Ginebra Bertrand Bertossa, que colaboró con la justicia española en el descubrimiento de los fondos que Luis Roldán tenía ocultos en Suiza, el delito fiscal no es neutral porque el que delinque lo hace en perjuicio directo de los contribuyentes honrados”.
Lamenta Villarejo que el fiscal general del Estado apoyara a CiU prohibiendo a la Fiscalía el ejercicio de acciones penales por entender que los delitos estaban prescritos: “Eso sí –señala–, en un ejercicio de cinismo, se permitió afirmar que de los hechos descritos se desprendía un aroma de corrupción”.
Lleva ejerciendo la profesión de periodista desde hace más de medio siglo. Ha trabajado en prensa, radio y televisión y ha sido presidente de la Asociación de Periodistas Económicos por tres periodos. Es fundador y presidente del Grupo Nuevo Lunes, que edita los semanarios El Nuevo Lunes, de economía y negocios y El Siglo, de información general.