J.Q.
Juan Carlos I llegó esta semana a un acuerdo con Hacienda acerca de la investigación que la Agencia Tributaria estaba realizando sobre sus viajes a cacerías a los que era `invitado´ por diversos empresarios. El monarca, según El Mundo, habría aceptado acatar una sanción administrativa por estos obsequios que debía haber declarado. Este proceso se inició el pasado verano, cuando el Departamento de Inspección Financiera y Tributaria pidió explicaciones al monarca sobre las cacerías a las que había asistido entre 2014 y 2018. Concretamente, Hacienda buscaba averiguar los detalles de los vuelos que Juan Carlos había tomado para desplazarse a sus actividades de ocio, los cuales podrían suponer “un incremento patrimonial no justificado”.
Los abogados del emérito explican que su cliente “no había abonado ninguna cantidad por los referidos desplazamientos en un periodo de tiempo en el que ya no era inviolable” y que “Hacienda ha confeccionado recientemente unas actas que reflejan la consiguiente sanción”, tal y como recoge El Mundo en su exclusiva.
Este era el último expediente que Juan Carlos tenía abierto con Hacienda, tras sus dos regularizaciones previas donde pagó un total de 5 millones de euros a la Agencia Tributaria que evitaron que fuera acusado de diversos delitos fiscales. Asimismo, la Fiscalía cerró el pasado marzo una triple investigación en torno al monarca al considerar que algunos presuntos delitos ya habían prescrito y que otros habrían sido cometidos cuando el rey gozaba de inviolabilidad.