En septiembre de 2019, las bases de Equo decidían abandonar Unidas Podemos y concurrir a las elecciones en coalición con Más País. Su líder, Juantxo López de Uralde, decía adiós –“con tristeza”, según afirmaba entonces en Twitter- al proyecto que había fundado por considerar la decisión un “error” y comenzaba a planificar la construcción de un nuevo espacio verde dentro de Unidas Podemos. Un proceso que la pandemia ha frenado y que verá la luz a mediados de junio: “Lo que queremos es que los ecologistas y los verdes, dentro de Unidas Podemos, tengamos nuestra propia herramienta”. Sobre las tensiones que están afectando al Gobierno López de Uralde explica que “no está en nuestra hoja de ruta romper el pacto de gobierno. Nosotros vamos a exigir que el pacto se cumpla, que para eso nos han votado”. Eso sí, “sin poner en riesgo la estabilidad de la legislatura”.
¿Desde cuándo maduraba la idea de la creación de un nuevo partido verde?
El verde siempre ha estado en el ADN de Unidas Podemos. Desde 2015, formamos parte de Unidas Podemos como un partido más. A raíz de la ruptura de Equo en 2019 ya anuncié que ese ADN verde lo íbamos a recuperar. Desgraciadamente, entramos en pandemia y no se daban las condiciones para constituir el partido que ahora constituimos. Pero esto es algo que lleva en el ADN de Unidas Podemos desde 2015.
Teniendo en cuenta que ya existe Equo y que el espacio verde es minoritario en España. ¿Hay espacio para otro partido verde en España?
Yo fui impulsor, promotor y cabeza de lista de Equo en las elecciones de 2011. Desde siempre, mi trabajo ha sido en el espacio verde. Lo que queremos es que los ecologistas y los verdes, dentro de Unidas Podemos, tengamos nuestra propia herramienta. Unidas Podemos es un espacio rojiverde, lo que estamos haciendo es organizar algo que ya existe para tener una voz propia.
¿Tiene nombre el partido?
Todavía lo estamos trabajando, ya lo anunciaremos cuando lo tengamos.
¿Quién le acompañará en la dirección?
En el proyecto estamos trabajando con gente que estaba conmigo en Equo y que dejó Equo al mismo tiempo que yo, en 2019, y que durante este tiempo ha estado trabajando en Unidas Podemos como independientes. También habrá incorporaciones de gente que viene del movimiento ecologista y del entorno de Podemos. Esas son las patas del proyecto.
¿Y tienen ya decidido cuándo presentarán el proyecto en sociedad?
Estamos trabajando en una asamblea on line que ya ha tenido dos sesiones. Ya tenemos aprobados los estatutos y, próximamente, aprobaremos el manifiesto fundacional. Nos queda una tercera sesión en la que elegiremos la ejecutiva provisional del proyecto. Esperamos terminar el proceso constituyente al tiempo que el proceso de renovación de Podemos, hacia mediados de junio.
“Yolanda Díaz sabe que cuenta con el apoyo de todo el espacio y creo que no podríamos encontrar una candidata mejor”
¿Han contactado con la dirección del Partido Verde Europeo? ¿Qué relación aspiran a tener con ellos, teniendo en cuenta que su franquicia española es Equo?
Siempre he tenido una buena relación con el Partido Verde Europeo. De hecho, la incorporación de Equo al Partido Verde Europeo la negocié yo mismo. Ellos son conscientes de la situación, porque ya vivieron en directo lo que fue la fractura de Equo. Dentro del Partido Verde Europeo tenemos aliados importantes, como Ernest Urtasun, el único eurodiputado español en el grupo de Los Verdes, que es diputado de Unidas Podemos. El Partido Verde Europeo mira la cuestión de España con una mentalidad abierta, en el sentido de que ellos son conscientes de que la realidad verde en nuestro país puede ser más diversa de lo que representa Equo hoy en día.
¿Qué impacto puede tener la victoria de Annalena Baerbock en las elecciones alemanas? ¿Puede abrir un ciclo político verde en Europa?
No me gusta mucho la expresión ola verde, porque se lleva utilizando mucho tiempo. En 2010, cuando estábamos formando Equo, Europe Ecologie, en Francia, liderado por Daniel Cohn-Bendit, tuvo unos resultados espectaculares en las elecciones europeas y ya se hablaba de ola verde. Más bien, creo que hay que hablar de una marea que va subiendo poco a poco, porque no cabe duda de que la conciencia sobre los problemas ambientales está ahí, es una realidad cada vez más extendida en la opinión pública, incluida la española, y tiene altibajos. La subida de los verdes alemanes se asemeja más a una marea que a una ola que ha ido poco a poco y que, en este momento, le está disputando el liderazgo a la CDU. Esa marea, consecuencia del agravamiento de la crisis ambiental, existe. También es verdad que el resto de partidos de la izquierda incorporan más estas cuestiones a su ideario. Por lo tanto, la crisis ecológica está cada vez más presente en el debate político.
“La ley de Cambio Climático es la ley más ambiciosa a la que hemos podido llegar en el contexto político actual”
¿Está satisfecho con la Ley de Cambio Climático? El texto ha sido criticado sobre todo por los objetivos de reducción de emisiones.
Es la ley más ambiciosa a la que hemos podido llegar en el contexto político actual. Cuando se hace una ley hay que tener en cuenta los apoyos políticos que se tienen y a mí me parece que la ley marca una hoja de ruta importante. Si en lugar de fijarnos en las emisiones de 1990 nos fijamos en las de hoy, esto supondrá que para 2030 España tiene que reducir a la mitad sus emisiones de CO2. No es un reto fácil, es un reto ambicioso, que está a la altura del resto de países europeos. Lo que ocurre es que, en España, hay dos factores diferenciales, que tienen que ver con que gobiernos anteriores no asumieron el reto climático. El primero es que la ley llega tarde, eso es así. Pero eso no es culpa ni de la ley ni de este gobierno, es culpa de gobiernos anteriores, que durante mucho tiempo no fueron capaces de poner en marcha una ley de cambio climático. Y, concretamente, los gobiernos del PP. La segunda es que, desde 1990 y a diferencia de Europa, las emisiones aumentaron. Aumentaron un 20%. Con lo cual, si tomamos 1990 como año de referencia no estamos viendo el conjunto del reto. Como las emisiones aumentaron, la reducción que nosotros tenemos que hacer es mucho mayor.
¿Qué novedades aporta la ley, para quien no la conozca?
La ley establece un horizonte energético que se basará en llegar al cien por cien de energías renovables. Eso es bueno para nuestro país, porque tenemos sol y tenemos viento, pero no tenemos petróleo. En segundo lugar, establece también objetivos de eficiencia energética, fundamentalmente en lo que es la rehabilitación de las viviendas, que es un enorme yacimiento de empleo. También aboga por la electrificación de la movilidad y, para ello, plantea la necesidad de una red de cargadores eléctricos para que la movilidad en el coche eléctrico sea posible. Y obliga a las ciudades de más de 50.000 habitantes a establecer zonas de bajas emisiones. Luego tiene medidas muy concretas que yo creo que son valientes, como la prohibición de la extracción de hidrocarburos o la minería de uranio. También establece medidas de gobernanza, como la creación de un consejo científico que sea quien controle las políticas ambientales, más allá del color político. Despachar la ley con una descalificación por no estar de acuerdo con los objetivos, me parece un análisis bastante pobre.
¿Qué le parece que Más País/Equo se abstuviera?
Francamente, siendo una fuerza que aspira al espacio verde, me parece una equivocación.
¿Cómo valora la salida de Pablo Iglesias de la primera línea política? ¿Qué balance hace de estos siete años que ha estado al frente de Podemos?
Pablo ha conseguido poner en marcha un movimiento político de la nada. En un tiempo muy pequeño, consiguió 70 diputados, lo que no tiene precedentes en la historia política española. E incluso consiguió que entráramos en el Gobierno. Yo creo que el legado de Pablo es indiscutible. Me da pena que se haya ido, aunque desde el punto de vista personal el acoso al que estaba siendo sometido hacía invivible esta situación. Creo que eso nos debe llevar a una reflexión sobre el acoso que sufren algunas personas de la clase política, porque es insufrible e inaceptable. Los que seguimos, tenemos la ilusión de consolidar y fortalecer su legado.
¿En qué posición le ve a medio o largo plazo? ¿Le ve más o menos presente en la vida pública, como líderes como González y Aznar?
Pablo es una persona impredecible. Es muy difícil predecir qué papel va a jugar. Estoy seguro que va a jugar un papel relevante para la izquierda y nuestro espacio, pero no soy capaz de adelantar en qué sentido.
“Para 2030 España tiene que reducir a la mitad sus emisiones de CO2. No es un reto fácil, es un reto ambicioso, que está a la altura del resto de países europeos”
¿Su salida puede mejorar o empeorar las perspectivas políticas de Unidas Podemos? Yolanda Díaz siempre ha estado mejor valorada que él en las encuestas. De hecho, es la tercera ministra mejor valorada.
Eso dependerá de nosotras y nosotros, de los que seguimos en este espacio, y de nuestra capacidad de comunicar las fortalezas de nuestro espacio y de conseguir el apoyo de los electores. A mí me parece que Pablo toma la decisión después de constatar que no aporta lo suficiente para hacer crecer el espacio y, a partir de ahí, confía en otras personas. Creo que podemos hacerlo crecer, que estamos consiguiendo cosas desde el Gobierno. A pesar de la pandemia, se están consiguiendo un montón de avances en materia social y económica: ahí están las leyes de eutanasia, de la infancia, de cambio climático, los ERTE, el Ingreso Mínimo Vital, el aumento del SMI… Si vemos la cantidad de cosas que, en un poco más de un año, ha hecho este gobierno, podemos estar orgullosos.
¿Yolanda Díaz le parece una buena candidata?
Yolanda Díaz me parece la mejor candidata. Ella sabe que cuenta con el apoyo de todo el espacio y creo que no podríamos encontrar una candidata mejor.
«Hay voluntad en PSOE y UP de que la legislatura llegue hasta el final»
¿La victoria del PP en Madrid supone un cambio de ciclo político?
No, lo que supone un cambio de ciclo político es la desaparición de Ciudadanos. El PP ha conseguido hacer desaparecer a Ciudadanos, eso hace que la derecha pase de tres fuerzas a dos, y con la ley electoral que hay en España, su capacidad para sumar escaños es mayor. Desde la izquierda creo que podemos poner en valor el trabajo que estamos haciendo y recuperar muchos de esos apoyos.
¿El gobierno conseguirá agotar la legislatura y llegar hasta 2023 como defiende Pedro Sánchez?
Creo que sí, porque hay una voluntad por parte de los dos socios de que la legislatura llegue hasta su final. No tendría ningún sentido terminarla cuando se está trabajando, se están legislando, se están sacando adelante medidas muy importantes. Tenemos que confiar en que con el aumento de la vacunación venzamos al Covid y, en un escenario de recuperación económica, podamos poner en valor el trabajo que estamos haciendo.
¿Cómo puede afectar a esa meta el que no haya acuerdo en cuestiones complicadas, como la Ley de Vivienda o la derogación de algunos aspectos de la reforma laboral?
En este momento, no está en nuestra hoja de ruta romper el pacto de gobierno. Nosotros vamos a exigir que el pacto se cumpla, que para eso nos han votado. Vamos a hacer todos los esfuerzos para ello, pero sin poner en riesgo la estabilidad de la legislatura.