El juez instructor de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha solicitado en una comisión rogatoria a las autoridades suizas que se le entregue todas las indagaciones que la justicia del país helvético ha realizado desde 2018 sobre los presuntos testaferros del exmonarca Juan Carlos I. Según el diario El Mundo, el objetivo de esta investigación es determinar si el rey emérito disfrutó de cuentas secretas en el país.
La Justicia suiza lleva investigando al exjefe del Estado desde hace dos años por un posible delito de blanqueo de dinero. La investigación sobre su patrimonio comenzó a raíz de las grabaciones que el excomisario Villarejo realizó en 2015 a Corinna zu Sayn-Wittgenstein, quien aseguró que el exrey la había utilizado para ocultar su verdadero patrimonio porque ella tenía su lugar de residencia fiscal en Mónaco y en el Principado no es necesario hacer una declaración pública del mismo.
Tras finalizar su relación sentimental, según la versión de Corinna, el exrey le solicitó la devolución de las propiedades para ponerlas a nombre de su primo Álvaro de Orleans y Borbón, convirtiéndose en su sustituto como testaferro real con residencia también en Mónaco.
¿Y por qué se conoce e investiga ahora todo esto? Porque la comisión de los presuntos delitos investigados es posterior a junio de 2014, año de la abdicación y de la pérdida del blindaje constitucional que, hasta entonces, había hecho de don Juan Carlos una persona penalmente irresponsable.