M. C.
Las duras restricciones impuestas en la práctica totalidad de las comunidades autónomas están surtiendo efectos y la curva de contagios parece estabilizarse. La incidencia acumulada, que llevaba ya muchas semanas por encima de los 500 casos por 100.000 habitantes, está ahora en 470, por debajo de la media europea y bastante lejos de los países más afectados en estos momentos, como Austria, Chequia, Luxemburgo, que están por encima de los 1.000, Francia, que está en 800, o Italia en los 700.
Por el momento, esta relajación de las cifras se traduce en mejores resultados en algunas comunidades donde precisamente, la pandemia había golpeado más duramente. Es el caso de la Comunidad de Madrid donde en hasta 10 áreas de salud se han retirado las restricciones y en donde se ha anunciado incluso la apertura del Rastro este próximo domingo con un aforo de 2.702 personas, 500 puestos y con el respaldo de 150 efectivos de seguridad .
Por otro lado, la situación en Cataluña, también ha experimentado una ligera mejoría. Esta comunidad comenzará su desescalada progresiva a partir del lunes 23 de diciembre. Tras más de un mes cerrados, el borrador del plan de desescalada del Govern contempla que los bares y restaurantes reabran el lunes con el 30% del aforo, tanto en terrazas como en interiores, y hasta las 21.30 de la noche. Sin embargo, la comunidad ya ha anunciado la prohibición del ocio nocturno en Nochebuena y Nochevieja.
Justamente Madrid y Barcelona han solicitado esta semana al Ministerio de Sanidad que se puedan realizar test de antígenos en las farmacias. Una petición ante la que el ministro Salvador Illa se ha mostrado abierto, pidiendo a las autonomías que quieran poner esto en marcha que envíen un plan concreto de actuación que solvente las dudas del Ministerio: cómo se van a comunicar los casos y con qué protocolo a la red de salud pública, qué se va a hacer cuando aparezca un positivo y qué se va a hacer con las personas que estén ocupando el recinto de la farmacia en ese momento.
Aunque algunas comunidades hayan mejorado sus cifras, hay otras que se encuentran muy cerca del límite de sus capacidades. Es el caso de Asturias, que todavía se encuentra en una fase de incremento de la transmisión, y cuya incidencia en las últimas dos semanas sigue escalando hasta 687 contagios por cada 100.000 habitantes, superando largamente la media nacional. También Valencia se encuentra en una situación difícil, ya que su incidencia acumulada, lejos de mejorar, ha aumentado hasta los 299 contagios por cada 100.000 habitantes. Cantabria, por su parte, se sitúa en el nivel de riesgo extremo, según los indicadores clave de alerta establecidos por el Ministerio de Sanidad. Su incidencia acumulada asciende y se sitúa en los 533 casos por cada 100.000 habitantes.