Confidencial TV / Jorge Vegas
Por las redes corrió la ‘noticia’ de la supuesta detención de Susanna Griso (‘Espejo público’) acusada de participar en un turbio asunto de bitcoines, con su publicación en un portal desde el que se remitía a una presunta ‘información’ de ‘El Mundo’. Un caso de ‘fake news’ en toda regla en el que a través de inteligencia artificial se recreó la voz y la imagen de la conductora de Antena 3 quien denunció el caso a la Policía Nacional, y sobre el que ha hablado en su propio espacio para desvincularse de cualquiera de esas supuestas ‘informaciones’. La situación se viene repitiendo de manera alarmante a través de las redes, donde se difunden noticias falsas creadas con la intención de introducir elementos distorsionadores en el debate social y en su caso arruinar la imagen pública de personajes de distintos ámbitos.
Ahora esa amenaza que trasciende de las redes a los medios electrónicos e incluso a los impresos se utiliza para atacar políticamente y descalificar, con la amenaza de su ampliación por las posibilidades que ofrece la inteligencia artificial en la suplantación de voz e imagen.
En pasadas semanas, un canal de ultraderecha repitió hasta la saciedad la ‘fake new’ de que la esposa de Pedro Sánchez era ‘trans’, disparate que se difundió por medios afines con ánimo de atacar al presidente del Gobierno. Meses atrás, el Ejecutivo intentó algún tipo de tipificación legal contra las ‘fake news’ con la oposición de los partidos de la derecha que consideraron que iba contra la libertad de expresión. Desde la perspectiva neoliberal se trataría de un asunto de ámbito privado en el que la persona aludida tiene capacidad para iniciar acciones legales contra quienes crean o difunden esa noticia falsa.
Sin embargo, las ‘fake news’ trascienden de este espacio y adquieren cada vez más impacto social y repercusión pública, además de correr como la pólvora por redes y páginas, y no son fáciles los cortafuegos para lograr deshacer las mentiras. El tema tendrá que plantearse más allá de la controversia política coyuntural y desarrollarse en el espacio social más plural. La realidad es que en España hay verdaderas fábricas de rumores en los que se difunden toda clase de contenidos que no se contrastan y sobre los que no se investiga.
Días atrás, la presidenta del Congreso enviaba una carta a un senador del PP por Murcia quien se había hecho eco en las redes de una presunta ‘fake new’ en la que se implicaba a Meritxell Batet en un caso de supuesta corrupción relacionada con ‘Tito Berni’ pidiendo que rectificara o se disculpara. El parlamentario se negó a hacerlo con la justificación de que la ‘noticia’ había aparecido antes en otras redes o medios y él había expresado sus comentarios críticos a partir de esas ‘informaciones’.
En último extremo, al no existir filtros contra las noticias falsas, lo que se degrada es el periodismo, porque en las redes no se aplican los códigos deontológicos del tiempo en que los medios respondían a criterios profesionales. No hay más que ver ciertos canales de televisión o digitales donde no se dan noticias, sino contenidos y titulares para atacar a los adversarios políticos, mezclando la opinión y la información de forma absoluta.
El ‘docureality’ sobre fútbol
Mediaset promociona para Cuatro y estrena en Mitele la serie ‘Maribáñez. El peor equipo del mundo’, una producción de Señor Mono que sigue la trayectoria de un modestísimo equipo de un pueblo sevillano de 1.000 habitantes donde no hay actores, sino personajes reales interpretándose a sí mismos.
En su momento, varios canales recibieron otra propuesta, la de un ‘OT’ dedicado al fútbol, cuyo objetivo era un espacio de ‘docurrealidad’ en el que tras un proceso de selección se pretendía generar un equipo con capacidad para participar en ligas y al hilo de su trayectoria ir desarrollando un programa, con historias paralelas y personajes, en una mezcla entre ‘La isla de los supervivientes’ y ‘OT’, en este caso centrado en el fútbol. El proyecto fue rechazado por las dificultades para su puesta en marcha y su elevado coste, sin tener muy claro el perfil de la audiencia a la que podía ser capaz de interesar.
En un sentido no coincidente con aquel proyecto llega ahora este espacio en el que el protagonismo corresponde a un equipo de pueblo, sus personajes e historias con tipos reales que hacen de ellos aunque como en todos los contenidos de este temática existe una previa ‘guionización’.
El cierre de Barça TV
El próximo 30 de junio se despide el canal Barça TV, que venía emitiendo desde 1996 y se consideraba un elemento de relación entre barcelonistas. La razón es económica: el club no puede seguir sufragando sus gastos cuando los números rojos son escandalosos. Hasta ahora trabajaban o colaboraban en el canal 120 personas que en su mayoría se irán a la calle. El club pagaba 6,7 millones a una filial de Telefónica para los aspectos técnicos relacionados con la emisión. En los últimos tiempos, el Barça buscó algún tipo de alternativa económica para su canal, entre ellos la conversión hacia un contenido más amplio temáticamente, lo que conllevaría la presencia de nuevos anunciantes; y para ello se encargó un proyecto a Toni Cruz. Sin embargo, las perspectivas no fueron halagüeñas y ante el agujero económico de este equipo se ha decidido finalmente cerrarlo… salvo que en estos escasos dos meses hasta la despedida surja un ‘mirlo blanco’, aunque nadie cree en el milagro.
Desconcertantes datos de audiencia
Mientras ‘Supervivientes’, un formato que se consideraba ‘pasado’ y con menos brillo que antaño, ha devuelto a Telecinco a sus antiguos datos de audiencia con cifras que alcanzan casi el 20% de ‘share’, La 1 vive una tormenta de ideas en torno a sus últimas apuestas. ‘La promesa’ sigue subiendo y en una semana ha ganado 2,5 hasta el 11,5% y adelantando no sólo a ‘Amar es lo que importa’ (Antena 3) sino a ‘Sálvame’, algo que parece inaudito por su alcance revitalizando la programación de tarde de la pública.
Sin embargo, los faroles rojos se han encendido con su gran apuesta de la temporada, la tira de ficción de lunes a viernes ‘Cuatro estrellas’, que en su primera semana de emisión ha perdido un 2,2% de audiencia desde su estreno. Dato inquietante si se repite en las siguientes semanas dado que la serie es la ‘superstar’ de la programación de la que depende la audiencia de los contenidos que vienen a continuación. Es bien sabido que ‘Cover Night’ (5,6%) en su última emisión es un formato fracasado que salvo el día de su estreno ha perdido audiencia a chorros. Pero más duro ha sido el jarro de agua fría de ‘Los pacientes del doctor García’, que entre su primer capítulo, recibido con buena audiencia, y el segundo perdió nada menos que un 4,2% de espectadores. La duda es saber si esa caída es consecuencia del tirón de la serie de Bárbara Rey en Antena 3 o del desgaste de ‘Cuatro estrellas’, y que quizás ‘Los pacientes…’ debería haber comenzado en un horario más temprano. Los datos de esta semana serán especialmente seguidos para en su caso ‘mover ficha’ porque tanto la serie que adapta la novela de Almudena Grandes como ‘Cuatro estrellas’ son grandes apuestas de TVE, de alto presupuesto.
Ana se hace esperar
Estaba prevista para esta semana el inicio de la ‘tournée’ televisiva de Ana Obregón, en teoría con ‘El Hormiguero’ como primera plataforma. Pero la madre-abuela de Ana se da más tiempo y seguirá en Miami hasta iniciar ese recorrido televisivo donde volverá a revitalizar su acaparamiento de imágenes. Por vez primera en cinco semanas no aparece en la portada de su revista de cabecera, ‘Hola’, sino en el interior. Aunque lo recuperará en próximas semanas tras su vuelta a España y el inicio de su paseo por las televisiones.
Netflix: ¿crisis de abonados en España?
Versiones contradictorias sobre la pérdida de abonados de las plataformas a raíz de que se haya acabado con las cuentas compartidas y ahora tan sólo se puede usar una por hogar y las demás salen a 5,99 euros al mes. Según Kantar, meses atrás, se evaluaba en cerca del millón el número de abonados que se habían dado de baja en la plataforma referencial del sector. Ahora Barlovento va más allá y sostiene que en los cuatro primeros meses de 2023 pueden haber alcanzado los 2.500.000. Su análisis evalúa el sector en España en estos agentes: Netflix sigue sosteniendo el liderazgo, pero en fase decreciente con un 52,6%, seguido de Amazon Prime Video (49,3%), y tras ellos Disney+ (28), HBO Max (26,4) y Movistar+ (18,2), teniendo en cuenta que muchos abonados están suscritos a varias plataformas a la vez. Los últimos cambios en las mismas, la inclusión de abonos con o sin publicidad y precio distinto, y el final de las cuentas compartidas dan lugar a cambios en los porcentajes de sus mercados.
Ana Oramas se mete en charcos
En la campaña electoral para promocionar candidatos de Coalición Canaria, Ana Oramas, después de llamar ‘papafrita’ al presidente del Cabildo de Tenerife e intentar vincular la Ley de la Vivienda con Podemos y Venezuela por si acaso queda cerca, hace una referencia a la dependencia de los medios a los que pasa revista con desparpajo y desprecio: «(…) La gente ve las series, algunas en TVE de esas tónicas, y después ‘Sálvame’ y después las series de Movistar…Y la gente joven oye música en la radio, no hay más, o lo otro, cómo se llama, Spotify o no se qué…».
La audiencia sigue cayendo
Mes a mes la televisión convencional pierde espectadores. En abril, según datos de Barlovento, se registró el peor dato desde que se hacen esta clase de mediciones, con el menor consumo histórico: 292 minutos/día de media y 12 minutos menos que en 2022. Las cifras son diversas: las mujeres (194 minutos) y mayores de 64 años (323) quienes más televisión consumen, y en términos geográficos los habitantes de Asturias (206), Castilla-La Mancha (199) y Aragón (192 minutos), aquellos que más tiempo dedican al día a ver televisión.
Por el contrario, sigue creciendo el dato de quienes dedican la pantalla de televisión u ordenador a ‘otros usos’ (40 minutos/día de media) especialmente entre la franja 25/44 años (59) y niños 4/12 (56 minutos). Con la tendencia creciente al envejecimiento de quienes consumen televisión convencional.