ESPECIAL Presidencia española de la UE / Mercedes Cobo
La presidencia española del Consejo de la Unión Europea impulsará una reforma del mercado eléctrico que acelere el despliegue de las renovables, abogará por el establecimiento de unos estándares mínimos y comunes de tributación empresarial en todos los Estados, y priorizará la adecuada revisión del Marco Financiero Plurianual 2021-2027.
La presidencia española del Consejo de la Unión Europea trabajará para reforzar la soberanía industrial europea, mantener la unidad frente a los desafíos globales e impulsar los esfuerzos para acelerar la transición climática según ha detallado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el acto de presentación del semestre de la presidencia.
Madrid tomará el relevo de Suecia en la presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea el 1 de julio, lo que permitirá al país marcar la agenda y las prioridades políticas del bloque durante los próximos seis meses, antes de ceder las riendas a Hungría.
Cuatro grandes ejes
El tributario ha sido uno de los cuatro grandes ejes que ha destacado el presidente en su intervención. Las líneas maestras estarán divididas en los trabajos para promover la reindustrialización de la UE, la transición ecológica, convertir a Europa en el continente con mayor justicia social y económica y reforzar la unidad europea.
Serán los países del sur de Europa, que tienen las mayores ratios de deuda respecto al PIB, como Grecia, Italia y España, los que se verán más afectados por la disciplina fiscal
El primer eje, el de la reindustrialización y el refuerzo de la autonomía estratégica europea, ha sido el que Sánchez ha catalogado como el “principal” punto de la presidencia. El presidente se refirió a la apertura económica como una de las principales razones de la solvente posición económica de Europa en el panorama internacional, pero también se refirió a las “consecuencias negativas” del proceso de deslocalización de industrias y de la “dependencia excesiva de terceros países”. Durante la presidencia europea, España impulsará el desarrollo de industrias estratégicas y la diversificación de las relaciones comerciales de la UE.
En este último punto, el Ejecutivo buscará ser el punto de unión entre Bruselas y los países latinoamericanos. Uno de los grandes acuerdos pendientes con la región es el pacto comercial de la UE con Mercosur.
La segunda prioridad es avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental. En este sentido, Pedro Sánchez ha indicado que durante la Presidencia española se impulsará una reforma del mercado eléctrico que acelere el despliegue de las renovables, reduzca los precios de la electricidad y mejore la estabilidad del sistema. «Agilizaremos la tramitación de expedientes legislativos vinculados al Fit for 55, como el paquete de Gas e Hidrógeno, y los reglamentos de eficiencia energética».
La consolidación del Pilar Social, lograr una mayor justicia social y económica, ocupa un lugar clave entre las prioridades de la Presidencia. Durante el próximo semestre España abogará por el establecimiento de unos estándares mínimos y comunes de tributación empresarial en todos los Estados Miembros y combatirá la evasión fiscal de las grandes multinacionales.
Además, España priorizará la adecuada revisión del Marco Financiero Plurianual 2021-2027, y trabajará «para alcanzar una reforma de las reglas fiscales que permita acabar con las políticas austericidas que tanto daño hicieron durante la crisis financiera de 2008».
Durante la Presidencia, también se trabajará en la profundización del mercado interior, la conclusión de la unión bancaria y el refuerzo de los instrumentos y fondos de financiación sostenible, como NextGenerationEU, el fondo de recuperación post-Covid destinado a acelerar el instrumento verde y digital.
Inflación
Contener la inflación sigue siendo una de las principales preocupaciones de los países miembros de la UE. Ante la escalada de precios, distintos países tomaban medidas para paliar los efectos. Algunos como Francia y Portugal, ofrecían bonificaciones en el combustible. Otros como Irlanda o Polonia se centraban en la rebaja de los impuestos del combustible. Irlanda, Italia y Suecia también apostaban por bajar impuestos de carburantes y Polonia lo ampliaba a productos básicos
Alemania, uno de los países europeos más dependientes de la energía rusa, aprobaba un decreto para reducir el consumo energético.
En España, en los últimos meses, el Gobierno ha desembolsado 45.000 millones de euros de fondos públicos en medidas para aliviar el impacto de la inflación, entre rebajas fiscales, bonificaciones al transporte, ayudas directas y topes de precio de la electricidad y límites a los alquileres.
Cinco meses después, la inflación se ha moderado al 3,1%, hasta niveles que no se veían desde hacía 2 años, lo que da un cierto respiro a los hogares y podía inducir a un cierto regreso a la normalidad
El Gobierno está revisando que medidas anticrisis continuarán en vigor y cuáles empezarán a caducar. Entre ellas, está en juego la rebaja en el IVA de alimentos básicos o la bonificación al transporte público, que expirarán el próximo 30 de junio.
El adelanto electoral hace que los comicios se celebren en plena Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. Algunos diplomáticos temen que esta situación eclipse la Presidencia española, según informan fuentes comunitarias a TVE.
España asumirá la Presidencia de turno del Consejo de la UE a solo 22 días de las elecciones generales del 23 de julio. Aunque el Gobierno lleva semanas preparando la Presidencia de seis meses y los diplomáticos ya conocían que se celebrarían comicios nacionales en diciembre -al final del mandato europeo-, el anuncio ha pillado por sorpresa a muchos en Bruselas.
Durante la Presidencia, también se trabajará en la profundización del mercado interior, la conclusión de la unión bancaria y el refuerzo de los instrumentos y fondos de financiación sostenible
Diferentes fuentes europeas coinciden en que el adelanto electoral y un posible relevo en el Palacio de la Moncloa podría complicar la gestión de la Presidencia.
Diplomáticos de diferentes países temen que España pase de estar totalmente centrada en la Presidencia a llevarla a un segundo plano por la campaña electoral.
Además, algunos diplomáticos destacan la posibilidad de que pueda haber un cambio de presidente en España, algo que podría «desdibujar las prioridades españolas», aunque admiten que la Presidencia española es una «maquinaria bastante práctica, no tan política, que va a funcionar haya un gobierno u otro».
Disciplina fiscal
Bruselas decidió en marzo ir restableciendo la disciplina fiscal de forma progresiva. En 2024, los presupuestos de los países europeos tendrán que reajustar sus cuentas para que su déficit público se sitúe en el objetivo máximo del 3% del PIB y se vayan corrigiendo los excesivos niveles de deuda, según la petición hecha hace unos meses por el Ejecutivo comunitario. De esta forma, la Unión Europea (UE) desactiva la cláusula que le permitió dar rienda suelta a la chequera pública para paliar los estragos de la guerra en Ucrania.
Aunque en el primer trimestre de 2023 la media de la deuda pública de la UE cayó, países como Italia, España y Francia mantienen ratios por encima del 100% respecto al PIB, según las últimas cifras de Eurostat.
En concreto, en España, la ratio de deuda pública sobre PIB ha ido descendiendo en los últimos meses y se situó a final de 2022 en el entorno del 113,1%, por debajo del objetivo del Gobierno para todo el año (115,2%), de acuerdo con lo establecido por el Gobierno en el Plan de Estabilidad. La deuda del conjunto de las administraciones públicas bajó en enero hasta 1,489 billones de euros, lo que supone un descenso de 12.708 millones de euros frente al cierre de 2022, según los datos publicados por el Banco de España.
Los socios están de acuerdo en que las normas fiscales son sumamente importantes para la estabilidad de la UE, pero creen que pueden mejorar y ahora no son adecuadas para su propósito dado lo mucho que ha aumentado la deuda en los últimos tres años. En esta línea, Bruselas también está reformando todo su planteamiento, además de ampliar sustancialmente su propio papel en la financiación de grandes iniciativas de gasto de importancia estratégica.
Serán los países del sur de Europa, que tienen las mayores ratios de deuda respecto al PIB, como Grecia, Italia y España, los que se verán más afectados por la disciplina fiscal.