La infanta Cristina no se ha quitado el anillo de casada, pero de algo sí se ha desprendido. Hola, que no pierde detalle, se ha fijado en que sigue llevando la alianza, un recuerdo de su boda con el hombre pillado hace meses en actitud romántica con otra mujer. Sin embargo, “ha desaparecido la verruga alunarada que tenía en la cara”.
Estos detalles dan lugar a tantas interpretaciones como ganas se tenga de especular. La propia revista interpreta que, aunque han pasado siete meses desde que “su matrimonio saltara por los aires”, puede que siga llevando la discreta joya para siempre o “sencillamente reserve el “gesto” de quitársela para después de verano, cuando se espera que inicien los trámites de divorcio”.
Siguiendo con las elucubraciones, también podría ser que confíe en la reconciliación y haya tenido un impulso de coquetería quitándose la protuberancia cutánea, estrenando su ‘nuevo’ rostro en su regreso a Barcelona para participar en el 25 aniversario del Programa de Cooperación Internacional de la Fundación La Caixa donde, como directora del Área Internacional, se dejó ver con el director de la entidad, Antonio Vila, y con los activistas Ashok Khosla, experto mundial en desarrollo sostenible, o Graça Machel, presidenta de la Comisión de Estudios de las Naciones Unidas sobre el Impacto de los Conflictos Armados en la Infancia con la que se vio sonreír y bromear.
La publicación destaca, de hecho, que la hermana de Felipe VI es “una mujer nueva, llena de ilusión, cargada de planes, con muchas ganas de vivir y que ha rejuvenecido años”. La razón de semejante entusiasmo, además de la desaparición de la verruga, es que “hace planes con amigos que están felices de haberla recuperado” y “viaja mucho a Madrid” donde, de hecho, se desplazó tras hacer un alto en la Ciudad Condal para atender su agenda laboral.
Parecería incluso que le va mejor a su ex. Según Hola, Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia siguen juntos tras superar una crisis que, argumenta, se debió a lo rápido que fue su romance tras ser descubiertos por una cámara indiscreta y “han tenido que recolocar muchas cosas”.
Después de pasar un tiempo distanciados, han compartido un fin de semana en una playa de Bidart tras dos meses sin dejarse ver. Aunque, a tenor de las fotografías, no parece que tengan intención de volver a dejarse retratar en actitud cariñosa. ¿Porque han escarmentado tras verse ‘pillados’ por un paparazzi o porque se ha enfriado la pasión? ¿Será por eso que la infanta Cristina ha recuperado la sonrisa?