Javier Quintana.
La inflación en nuestro país ha descendido cuatro décimas en este mes de agosto hasta situarse en el 10,4% en la tasa interanual, tal y como ha indicado el Instituto Nacional de Estadística (INE). La bajada en el precio de los carburantes habría sido el principal aliciente para que el IPC se estabilice ligeramente, así como la disminución del precio de los combustibles líquidos.
El dato del mes de agosto es un 0,4% inferior al de julio donde, recordemos, el IPC alcanzó su nivel más alto desde septiembre de 1984 con un 10,8% de inflación.
En cuanto a la inflación subyacente (que no tiene en cuenta productos energéticos ni alimentos no elaborados) sigue al alza y aumentó tres décimas más en este mes de agosto, alcanzando el 6,4%, en lo que es su valor más alto desde enero de 1993.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha señalado que se espera que el IPC siga esta tendencia los próximos meses, pero llama a la prudencia, puesto que la evolución depende de factores exógenos. “Los picos de inflación han coincidido con el inicio de la guerra y los cortes de gas y petróleo suministrado desde Rusia (…) hay que seguir con una enorme prudencia desde el punto de vista de la política económica (…) Todo depende de lo que pase fuera de nuestras fronteras”, matizó la vicepresidenta.
Calviño ha recalcado también la importancia de adoptar medidas a nivel europeo. “Tenemos que reforzar el funcionamiento del mercado europeo. Juntos somos más fuertes, también para comprar gas y energía”, ha declarado Calviño.