Manuel Capilla. La cita en Valencia que reúne a Yolanda Díaz, Ada Colau, Mònica Oltra y Mónica García supone un momento fundacional del “proyecto de país” que quiere poner en marcha la vicepresidenta del Gobierno. La imagen de las cuatro lideresas juntas acelerará los acontecimientos en un espacio político en el que las cosas se mueven. En Podemos, que no ha sido invitado, el malestar crece ante el peligro de quedar relegado en la nueva fase que se abre. E Iñigo Errejón, que hasta hace nada cerraba la puerta a cualquier acercamiento a Díaz, se ha visto obligado a recular. Será a partir de enero cuando la vicepresidenta pise el acelerador en ese “proceso de escucha” que quiere liderar.
Desde el equipo de Yolanda Díaz tienen marcado en el calendario el mes de enero, a partir del cual comenzará en serio el proyecto de escucha que la vicepresidenta quiere poner en marcha con el objetivo, si todo va bien, de armar una candidatura para las elecciones generales de 2023. Así que, a día de hoy, rebajan el simbolismo de ‘Otras políticas’, el acto que protagoniza el sábado 13 de noviembre junto a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mònica Oltra, que ejerce de anfitriona; la portavoz de Más Madrid en la Asamblea de la región, Mónica García; y la diputada autonómica ceutí Fátima Hamed, del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía.
Tanto Oltra como Iniciativa del País Valencià quieren exhibir músculo ante lo que se viene a lo largo de los próximos meses
Según explican, el acto se planeó antes del verano por parte de Iniciativa del País Valencià -la formación a la que pertenece Oltra y que integra Compromís junto a Mes Compromís, el antiguo Bloc Nacionalista Valencià- para debatir sobre el papel de la mujer en la gobernanza actual de las instituciones. Y subrayan que, además del de este fin de semana, hay preparados otros, sobre municipalismo y medio ambiente, por ejemplo.
Sin embargo, a nadie se le escapa que el acto ha tomado un cariz distinto, muy relevante para fijar posiciones en la reconfiguración de la izquierda a la izquierda del PSOE. Un aura que va a atravesar el acto, a la espera de que alguna de las protagonistas deje algunas palabras que se presten a interpretación sobre el futuro del espacio político que empezó a resquebrajarse desde 2016. Todo lo que digan las protagonistas se va a mirar con lupa.
Lo que Oltra y su entorno han transmitido a las invitadas es que va a ser un acto potente, que se va a poner toda la carne en el asador. Tanto Oltra como Iniciativa del País Valencià quieren exhibir músculo ante lo que se viene a lo largo de los próximos meses.
¿Se plantea Oltra dar el salto a la política nacional? Esta semana, en una entrevista concedida a ‘La Vanguardia’, afirma que no se ha planteado si repetirá como candidata a la Generalitat y que no tiene intención de abandonar Compromís, pero a la pregunta de si maneja la posibilidad de formar parte del proyecto de Díaz, Oltra responde que “si algo he aprendido en la política y, más después de la pandemia, es no descartar nada y contemplarlo todo, para bien y para mal. El mundo cambia en cinco minutos”.
El tándem Díaz-Colau como motor
La irrupción de Oltra en escena no se entiende sin el papel que han venido jugando los Comuns para promover un acercamiento entre las izquierdas y una unidad de acción que Yolanda Díaz y Ada Colau se han preocupado de tejer y mostrar en los últimos meses, con varias apariciones públicas. Antes del verano, se entrevistaron dos veces, una en Madrid, en el Ministerio de Trabajo, y otra en Barcelona. En septiembre, ambas visitaron el paraje de La Ricarda, afectado por la reforma de El Prat que finalmente ha quedado en un cajón. Y hace un mes, protagonizaron un acto sobre feminismo junto a la ministra de Igualdad, Irene Montero, y la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Vestrynge.
Y es que el camino entre Madrid y Valencia ha estado pasando estos meses por Barcelona, con los Comuns moviéndose para unir fuerzas. Antes del verano, la portavoz de Catalunya en Comú en el Parlament catalán, Jessica Albiach, visitaba Valencia para reunirse con la dirección de Podemos, pero también con Oltra, en una cita que el entorno de Oltra se ocupó de publicitar.
En esta triangulación entre las tres ciudades, entre Díaz, Colau y Oltra, no hay que perder de vista el papel del jefe de gabinete de la vicepresidenta, Josep Vendrell, un histórico de Iniciativa per Catalunya, partido fundador del Catalunya En Comú, que, como su jefa, cuenta con un marcado pedigrí comunista, ya que arrancó su trayectoria política en las filas del PSUC, el partido hermano del PCE en Cataluña. Hasta su incorporación al gabinete de Díaz, tras su nombramiento como vicepresidenta, Vendrell ocupaba el cargo de coordinador del grupo de los comuns en el Parlament catalán, que lidera Albiach.
Podemos, ‘marginado’

En Podemos hay un malestar creciente por no haber sido invitados. El argumento que dan los organizadores es que ya hay dos representantes del espacio de Unidas Podemos, Díaz y Colau, y que en su momento se consideró suficiente con esa representación, para que no quedara desequilibrado. Esto no significa que Oltra esté muy alejada de los morados, al contrario. La vicepresidenta de la Generalitat defendió en 2019 concurrir a las elecciones generales de la mano de Unidas Podemos y no de Más País, como finalmente sucedió. Y hay buena relación entre Iniciativa y la nueva dirección de Podemos en Valencia. De hecho, la secretaria general, Pilar Lima, acudirá al acto junto a una delegación del partido.
Pero el hecho de que ni Ione Belarra ni Irene Montero vayan a estar es llamativo y ha hecho cundir la inquietud por el hecho de que Podemos pueda quedar relegado en la reconfiguración del espacio político de las izquierdas. Y eso que Díaz ha tratado de ir con mucho cuidado al respecto. De hecho, fue en la escuela de verano de Podemos donde explicitó su proyecto. Pero entre los morados también ha chirriado que estuviera en las fiestas del PCE y no en la universidad de otoño de Podemos, que se celebraron casi a la vez hace algunas semanas.
La dirección de Podemos tiene claro que Yolanda Díaz es su candidata, y así lo han expresado Ione Belarra e Irene Montero cuando se les ha preguntado al respecto. Los portavoces y líderes morados no han escatimado elogios hacia la vicepresidenta, pero no es menos cierto que entre ellos y Díaz empiezan a acumularse los desencuentros. Ya había algunas personas inquietas por haber perdido espacios de responsabilidad con la remodelación del Gobierno, tras la salida de Pablo Iglesias. Ahora, con el acto en Valencia y lo sucedido en torno al ya exdiputado Alberto Rodríguez, la entente Díaz-Podemos no pasa por su mejor momento.
Fue la dirección de Podemos la que decidió presentar una querella por prevaricación contra la presidenta del Congreso, tras conocerse la retirada del escaño a Rodríguez. Lo que un viernes era una querella del partido, 48 horas después se transformaba en una querella a título individual, sólo presentada por Rodríguez, no por Podemos. Y ya el lunes quedaba en nada, tras unas horas de tensión entre la dirección que lidera Belarra y el resto de sus socios, IU, En Comú y la propia vicepresidenta segunda, que no compartían esa decisión.
Mónica García obliga a moverse a Errejón

Si hace algunas semanas, cuando le preguntaban por Díaz y su proyecto, Iñigo Errejón insistía en que Más País/Más Madrid es un proyecto político autónomo, que tiene “su propio camino”, ahora no cierra la puerta a un entendimiento. En una reciente entrevista en TVE, afirmaba que “cuando llegue el momento de elecciones, hablaremos de elecciones”.
A Errejón se le está estrechando el campo de juego por dos razones. La primera es que Mónica García y su equipo más próximo en la Asamblea de Madrid se inclina por tender puentes con Díaz, como demuestra que haya aceptado la invitación al acto. El resultado de las elecciones ha reforzado su posición y su grado de autonomía respecto a un Errejón que está en el Congreso y que, por tanto, no está en el día a día de la Asamblea ni en el Ayuntamiento, donde Rita Maestre también ejerce un liderazgo cada vez más marcado. La segunda razón es que los sondeos no son nada halagüeños para Más País. En la meta volante de las elecciones andaluzas, que a más tardar serán a finales de 2022 -aunque es muy probable que se adelanten, especialmente si Juanma Moreno no consigue sacar adelante los Presupuestos-, los sondeos no le dan expectativa de conseguir representación.
Tampoco es probable que la consiga Adelante Andalucía, que como mucho aspira a obtener un escaño, el de una Teresa Rodríguez que también se ha empezado a mover. A pesar de que se opuso firmemente a la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno de España y de que las heridas abiertas por su ruptura están sin cicatrizar, en una reciente entrevista con ‘Público’ afirma que “necesitamos que Andalucía tenga voz en Madrid. Cualquiera que respete eso, que esté en nuestro espectro ideológico, y Yolanda lo está, podrá hablar con nosotros de tú a tú, tendrá en nosotros un aliado, por lo menos, una mesa donde sentarse y hablar”. No hay que olvidar que, en Cádiz, José María González ‘Kichi’ cuenta con varios concejales de IU en su grupo, y es muy arriesgado ir a las municipales sin acuerdo con las otras fuerzas de izquierda.
De momento, Díaz sigue sin despejar la incógnita de si se presentará a las generales de 2023. “Si pensase que me voy a presentar a las elecciones, lo diría. No estoy en eso”, apuntaba en La Sexta hace algunos días. El primer paso para ello es abrir un periodo “de conversación” con la ciudadanía, en el que su equipo está centrado, a partir de enero. El acto de Valencia es el prólogo de ese proceso.