
El Acento/ Inmaculada Sánchez.
La insurrección ante lo establecido. La crítica a las certezas impuestas. La libertad como alternativa al camino fijado. O la rebeldía frente a la autoridad… No son pocas las señas de identidad de la izquierda que, supuestamente, colisionan con la defensa de la familia, históricamente secuestrada por la derecha política como territorio propio. Afortunadamente, el perfil de las familias en la España del siglo XXI dista cada vez más del estrecho marco, patriarcal y clasista, con el que los partidos conservadores han pretendido apropiarse de la exclusiva de su protección.
La reflexión viene al caso tras la aprobación esta semana, en Consejo de Ministros, de la Ley de Familias en la que se despliega una serie de derechos, ayudas y permisos laborales para el cuidado de descendientes, ascendientes y parientes cercanos como nunca se había visto en nuestra legislación. Términos como permiso paternal, conciliación o ayuda a la dependencia ya encontraron su sitio en el diccionario de conquistas familiares en nuestro país de la mano de gobiernos de izquierdas y esta ley integral, largamente trabajada en el ministerio de dirige Ione Belarra, viene a poner el broche a una trayectoria política tan poco reconocida como injustamente valorada.

Los púlpitos conservadores han criticado la equiparación de las familias numerosas (a partir de tres hijos) con las monoparentales de dos y la sustitución de tan honrosa denominación por la de «familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza», cuando no les resta derecho alguno, sino que los amplían a más realidades familiares
Tan es así que lo más remarcado, y criticado, desde los púlpitos conservadores, pese al amplio abanico de medidas que incorpora la ley, ha sido la equiparación de las familias numerosas (a partir de tres hijos) con las monoparentales de dos o con algún miembro con discapacidad. Y, sobre todo, la sustitución de tan honrosa denominación por la de «familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza«. Gracias a esta nueva forma de llamarlas, y clasificarlas, van a encontrar acogida en las ayudas públicas que tienen destinadas, un más amplio número de realidades familiares.
No sólo. También se extiende la ayuda de cien euros mensuales por cada hijo menor de tres años y se incorporan unos nuevos permisos retribuidos para cuidado de familiares o convivientes que podrán solicitarse cuando el caso lo requiera.
Escribía en esta misma columna en octubre pasado cuando se empezaron a conocer detalles del anteproyecto de ley, que la izquierda estaba haciendo y poniendo más en ayuda de la familia que toda la cháchara de la derecha. Lean lo que incluye la norma aprobada esta semana y saquen sus conclusiones.
periodista y directora de ‘El Siglo’ desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas ‘Cambio 16’ y ‘El Nuevo Lunes’ y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid