Tras haberse quitado el traje de vicepresidente del Gobierno, con el que nunca terminó de estar cómodo, Pablo Iglesias recupera el que siempre le motivó, el de guerrillero mediático. A las colaboraciones en medios como la Ser, RAC 1 o Ctxt, Iglesias suma ahora un nuevo podcast de actualidad política, La Base, que se alojará en la web de Público. El objetivo del ex secretario general de Podemos es combatir “las mentiras de la derecha trumpista” y poner los cimientos de una alianza con medios afines como La Marea y El Salto, y otros podcast como La Cafetera o Carne Cruda.
“Un puto podcast”. Así llama Pablo Iglesias a su nuevo proyecto, La Base, en un vídeo promocional en el que cuanta con la colaboración de Jordi Évole y en el que hace una figurada e irónica llamada al “camarada presidente” Nicolás Maduro para conseguir financiación. Esa supuesta falta de apoyo económico le condena a “ese puto podcast” en lugar de un canal de televisión de izquierdas. Una financiación para la que Iglesias ha solicitado colaboración en los vídeos promocionales que ha difundido en los últimos días. Desde sus redes sociales ha instado a sus seguidores a suscribirse a la República de Público, el sistema de suscripciones del diario que controla Jaume Roures a través de la sociedad Display Connectors.
Entre los colabores de La Base estará Manuel Levin, que fue guionista de El Intermedio y, después, responsable del área de Discurso de Podemos y de sus campañas electorales
La web de Público ya ha albergado algunos de los anteriores proyectos de Iglesias, ‘La Tuerka’ y el programa de entrevistas ‘Otra vuelta de Tuerka’. En Público también se emite el late night que conduce Juan Carlos Monedero, ‘En la Frontera’. Esta vez, se trata de un podcast en el que Iglesias, liberado ya de la política institucional, incompatible con su vocación beligerante y, muchas veces, provocadora, va a dar rienda suelta a su faceta de comunicador. Con La Base, el exvicepresidente quiere poner su granito con un nuevo espacio mediático “de izquierdas, que hacen mucha falta”, pero también de “medios que, aunque sean modestos, simplemente digan la verdad”, según afirmaba en un vídeo en el que repasa el tratamiento que El Mundo, ABC y La Razón dieron a la noticia de la apertura del proceso judicial sobre la supuesta caja B de Podemos y el reciente archivo de la misma, completamente inexistente.
Entre los colaboradores de La Base estará Manuel Levin, que fue guionista de El Intermedio y, después, responsable del área de Discurso de Podemos y de sus campañas electorales desde 2017 y hasta la llegada de Ione Belarra a la secretaría general del partido. En un artículo en Ctxt el pasado mes de diciembre, Levin repasaba quienes ejercen la “oposición dentro del Gobierno”, que podrían “ perfectamente ser ministros en un Ejecutivo de Pablo Casado”, como “Nadia Calviño (cancerbera de la austeridad en Europa), Fernando Grande-Marlaska (ex vocal del CGPJ a propuesta del PP), José Luis Escrivá (ex alto cargo del BBVA y ex presidente de la AIReF que abroncaba a las administraciones públicas para que cumplieran mejor la regla de gasto de Cristóbal Montoro) o Margarita Robles (la figura por la que apostaban para presidir un soñado gobierno de concentración los militares golpistas que hablaban de “fusilar a 26 millones de hijos de puta”)”.
“Se milita en los partidos, pero sobre todo en los medios”
En uno de los vídeos que ha difundido estos días, iglesias recuerda una frase que ya ha enunciado antes y que es una de las tesis fundadoras de Podemos: “Se milita en los partidos, pero sobre todo en los medios”. El ex vicepresidente y el núcleo dirigente de la formación morada siempre han concedido una importancia capital a irrumpir e influir en el escenario mediático, poniendo el foco también en que los medios no son neutrales y que reflejan los intereses y posiciones de sus dueños. Una estrategia puesta en práctica a veces con el señalamiento a periodistas concretos, redactores de a pie incluso, que, por momentos, ha estado más cerca del acoso que de la mera denuncia de la mala praxis de la profesión.
Iglesias se ha lanzado a dar la “batalla cultural e ideológica” -como la denomina en un artículo publicado en Ctxt-, en los medios de comunicación
Bajo esta premisa, Iglesias se ha lanzado a dar la “batalla cultural e ideológica” -como la denomina en un artículo publicado en Ctxt-, en los medios de comunicación. Con La Base pone la guinda a la larga serie de colaboraciones que ha inaugurado desde el arranque del curso político, el pasado mes de septiembre. Actualmente, el exvicepresidente está presente en las tertulias de Hora 25, en la Ser, y en la catalana RAC 1, la emisora más escuchada de Cataluña, y colabora periódicamente con Ctxt -en el que también hace entrevistas- y con los diarios de referencia de la izquierda independentista vasca y catalana, Gara y Ara, respectivamente.
En el vídeo en el que pide apoyo económico para Público y La Base, Iglesias también llama a sus seguidores en redes a suscribirse a medios como Ctxt, La Última Hora -el diario dirigido por la que fuera su jefa de gabinete, Dina Bousselham-, El Salto, La Marea y podcast como La Cafetera o Carne Cruda. Con ellos, Iglesias esboza una suerte de ‘alianza’ de medios progresistas para dar la batalla mediática.
“Creo que la izquierda debe asumir que el terreno de la cultura y la ideología es tan decisivo como el institucional y el de la movilización social”, explica Iglesias en Ctxt. “La lección de mayo en Madrid, con la victoria del PP más ultra jamás visto, debe poner en alerta a todos los demócratas y a toda la izquierda por su capacidad de irradiación”, porque “lo que llevamos perdiendo tantos años en Madrid no son solo elecciones, sino una batalla cultural e ideológica”. Y a esa batalla se ha lanzado multiplicando su aparición en medios, recuperando el rol sobre el que sustentó el lanzamiento de Podemos en 2014.
A Pablo nadie le puede negar que es un tipo inteligente. Pero ha decepcionado a muchos y tampoco es que haya sido muy coherente con su discurso político. Mucho criticar a los empresarios y a al capitalismo y él no vivía precisamente en un barracón hecho de maderas y chapas de latón. Es lo que pasa con los comunistas modernos, que de proletariado no tienen nada; viven igual o mejor que aquellos a los que critican. ¿Cómo nos podemos fiar de ellos? Si no vives acorde con lo que predicas…
Los votantes, al menos los de mi edad, camino de cumplir los 70, que nos hemos dejado la piel y la salud en el tajo, estamos hartos de tanto político pendenciero y fanfarrón que parece que solo viva para alimentar su ego. Hechos son amores y no buenas razones…
Supongo que el chaval es joven y le falta experiencia, cuando llegue a mi edad y despierte igual sea arrepiente de haber vivido la vida al borde del precipicio mediático. Porque la existencia se gasta tan aprisa como les euros; y cuando te quieres dar cuenta ya estás en números rojos.