La cumbre que la OTAN celebrará en junio en Madrid, coincidiendo con el 40 aniversario de la adhesión de España a la Alianza, debe hacer frente al escenario geopolítico que dibuja la invasión de Ucrania, la mayor violación del derecho internacional y de la seguridad europea desde “el final de la Guerra Fría”. Así se expresaba la vicesecretaria adjunta de Asuntos Diplomáticos de la OTAN, Carmen Romero, en un desayuno informativo celebrado esta semana en Madrid, en el que ha señalado que de la cita saldrá una nueva hoja de ruta que debe hacer frente a cómo las autocracias, lideradas por Rusia y China, se están posicionando en el mundo.
El Club Financiero Génova acogía esta semana la conferencia ‘Camino a la cumbre de la OTAN en Madrid’, protagonizada por la vicesecretaria general para Asuntos Diplomáticos de la Alianza, Carmen Romero. El acto estuvo organizado por el Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés en colaboración con el Real Cuerpo de la Nobleza del Principado de Asturias, con el patrocinio de Comitas e-health y contó con la presencia de representantes diplomáticos de los miembros y socios de la Alianza y algunos diputados como la socialista Zaida Cantera o Miguel Gutiérrez, de Ciudadanos.
Romero subraya que una de las prioridades de la OTAN es evitar que la guerra se extienda y un conflicto directo con Rusia
Romero repasó las perspectivas con las que llega la próxima cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de los 30 países que conforman la Alianza, que se celebrará en Madrid los días 29 y 30 de junio, coincidiendo con el 40 aniversario de la adhesión de España al Tratado del Atlántico Norte. Los aliados llevan más de medio año preparando la agenda que se aprobará en Madrid, de la que saldrá el nuevo plan estratégico de la organización, el documento que evalúa el escenario geopolítico y define los desafíos de seguridad que se contemplan.
Tras el impacto de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, Romero dejó claro que la cita marcará un hito, porque el marco en el que se movía la OTAN hasta ahora contemplaba una Europa en paz, según explicó, y una asociación con Rusia. Una arquitectura que ha saltado por los aires y que toca renovar. La responsable de la OTAN ha esbozado un mundo en el que gobiernos autocráticos, como los de Rusia y China, están moviéndose en la escena internacional de forma cada vez más asertiva y agresiva, tratando de imponer su voluntad en lo que consideran sus respectivas áreas de influencia y subyugando la soberanía de los estados para elegir sus alianzas y sus propios caminos.
Romero señaló el papel ambiguo que está adoptando Pekín y el reciente comunicado conjunto entre China y Rusia, en el que el gobierno liderado por Xi Jinping bendice la concepción de áreas de influencia a la que invoca Vladimir Putin para invadir Ucrania y critican las sanciones impuestas por los países occidentales como ilegales y contraproducentes. En la cumbre de Madrid será la primera vez que se incluya a China en el concepto estratégico de la OTAN.
Sobre el conflicto de Ucrania, Romero ha subrayado que Putin no se esperaba una resistencia ucraniana tan fuerte, que ha dado al traste con su idea de una guerra relámpago, ni una unidad y una respuesta tan firme de la OTAN y de la UE. También ha dejado claro que la organización alberga el temor de que Moscú utilice armas químicas en Ucrania y que el refuerzo militar en los países limítrofes a Rusia quiere lanzar el mensaje de que una agresión a un país de la alianza tendrá respuesta, aunque el objetivo de la OTAN es evitar que la guerra se extienda y un conflicto directo con Rusia.