La Fundación Cotec acaba de presentar su Anuario 2021 en el que pone la lupa sobre la salud de la I+D en España, de la inversión privada y pública que recibe y la situación de nuestro país en relación al contexto europeo. El documento recoge cómo los niveles de inversión están en máximos históricos y cómo la pandemia ha multiplicado la confianza de los españoles en la innovación. Y es que el porcentaje de españoles que considera que la innovación es positiva está en el 77%, la primera subida en tres años. ‘El Siglo’ reproduce a continuación algunos fragmentos del informe
Después de recuperar en 2018 los niveles previos a la crisis económica, la inversión de España en I+D alcanza en 2019 su máximo histórico, superando por primera vez los 15.000 millones de euros. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), España invirtió en I+D un total de 15.572 millones de euros en 2019, produciéndose un incremento de 626 millones de euros respecto a 2018.
A la evolución en positivo han contribuido tanto el sector público (Administración Pública +Universidad), por tercer año consecutivo, como el privado, por quinto año consecutivo. Destaca la apuesta creciente del sector privado, que registra máximos históricos con una inversión en I+D de 8.783 millones de euros, que se traduce en un incremento del 8,5% (686 millones de euros) respecto el máximo precrisis (registrado en 2008).
La explicación de esta distancia entre España y la media de la UE en términos de I+D no hay que buscarla en el potencial económico. Si tomamos los valores medios de la UE-28 como un índice 100, la renta per cápita española alcanzaría los 91 puntos, mientras que la inversión en I+D por habitante se quedaría en 49.
A pesar de que el nivel de inversión privada en I+D ha alcanzado un máximo histórico en España, el número de empresas que realizan actividades de I+D es muy inferior al que había antes de la crisis económica, llevando a una mayor concentración del mercado. El sector privado hoy invierte un 8,5% más que hace una década, pero lo hace con 2.500 empresas menos (un 18% menos).
En 2019 se contabilizan solo ocho comunidades autónomas que han superado ya los niveles de inversión en I+D (medidos en millones de euros corrientes) previos a la crisis. Se trata de Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Illes Balears, Madrid, Región de Murcia y País Vasco. En el extremo opuesto encontramos a Asturias, Canarias, Cantabria y La Rioja, que se encuentran todavía muy lejos de conseguirlo.
En cuanto al empleo son nueve los territorios que cuentan hoy con más personal en I+D que antes de la crisis: Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Illes Balears, Madrid, Región de Murcia y País Vasco. Por el contrario, La Rioja, Cantabria y Canarias son las regiones que más alejadas están de alcanzar esa meta.
Ejecución presupuestaria de I+D publicados por la intervención general del Estado
El sector público estatal español invirtió el año pasado en I+D+I un total de 3.667 millones d euros, el 52,1% del presupuesto disponible (7.044 millones de euros), según los últimos datos publicados por la Intervención General del Estado (IGAE). El 90,5% del presupuesto para I+D+I no ejecutado se concentró en el gasto no financiero (capítulo 8). En 2020 no se observó una mejora en los niveles de ejecución presupuestaria de este capítulo, que continuó presentando uno de los registros más bajos de los últimos 20 años.
La progresiva apuesta en los últimos años hacia el capítulo 8 en detrimento del gasto no financiero (capítulos 1 a 7) ha evolucionado en paralelo a un decreciente grado de ejecución de la política de I+D+I. El gasto financiero concentró en 2020 cerca del 60% del total del presupuesto para I+D+I y su tasa de ejecución fue del 25,1%. En el año 2008, por ejemplo, el capítulo 8 representaba la mitad del presupuesto y su tasa de ejecución rondaba el 80%.
En términos efectivos, la inversión para el conjunto de la Política 46 (I+D+I) en 2020 aumentó en 38 millones de euros respecto al año previo. Se trata del tercer incremento consecutivo, sin embargo, éste es menor que el observado en 2018 (251 millones de euros adicionales) y en 2019 (353 millones de euros adicionales). Además, los niveles de inversión efectivamente ejecutada siguen siendo similares a los del principio de la serie histórica, previos al despegue de la inversión pública en I+D en España (segunda mitad de la década de los 2000).
Si se desagregan las cifras entre Administración General del Estado (AGE) y Organismos y agencias estatales, se observa una enorme disparidad en las tasas de ejecución observadas. Mientras que la tasa de ejecución de los organismos ha mantenido una tendencia constante desde 2000, en torno al 90%, la ratio relativa a la AGE se desplomó de manera progresiva, hasta alcanzar su mínimo histórico en 2017, cuando se situó en el 29,7%.
El año 2017 supuso un punto de inflexión en esta tendencia. La tasa de ejecución del subsector Estado se ha incrementado desde entonces en 8,3 puntos porcentuales, hasta el 38% (el aumento acumulado del gasto efectivamente ejecutado hasta 2020 es de 527 millones de euros). Por el contrario, la tasa de ejecución del resto de organismos del sector público estatal acumula un retroceso de 1,4 puntos porcentuales desde 2017, aunque sigue presentando un nivel muy elevado (del 86,7% en 2020). Este retroceso se traduce en una reducción acumulada del gasto efectivamente ejecutado por esta parte del sector público estatal de 101 millones de euros desde 2017.
La I+D+I es, con una diferencia significativa, la partida que registra una menor tasa de ejecución presupuestaria entre todas las políticas del sector público estatal (52,1%), viéndose superada por Comercio, Turismo y pymes (58,4%), que en 2019 presentaba una tasa de ejecución inferior. De hecho, son las dos únicas políticas cuya ejecución quedó por debajo del 70% en 2020. En el otro extremo de la tabla, con tasas de ejecución por encima del 90% de su presupuesto, aparecen las políticas de Pensiones, Defensa, Justicia y Seguridad ciudadana.
Tablero europeo de innovación
El ‘European Innovation Scoreboard’ (EIS), publicado anualmente por la Comisión Europea, ofrece una evaluación comparativa de los resultados de la investigación y la innovación en los países de la UE y en otros países líderes en innovación. Permite a los responsables políticos evaluar los puntos fuertes y débiles relativos de los sistemas nacionales de investigación e innovación y hacer un seguimiento de los avances e identificar las áreas prioritarias para impulsar el rendimiento de la innovación.
El EIS abarca los Estados miembros de la UE, así como Islandia, Israel, Montenegro, Macedonia del Norte, Noruega, Serbia, Suiza, Turquía, Ucrania y el Reino Unido. En un número más limitado de indicadores disponibles a nivel mundial, el EIS compara a la UE con Australia, Brasil, Canadá, China, India, Japón, la Federación Rusa, Sudáfrica, Corea del Sur y los Estados Unidos.
España ocupa el puesto 14 de 27 en el ranking de innovación de la Unión Europea, según el último European Innovation Scoreboard 2020, publicado por la Comisión Europea. El ‘European Innovation Scoreboard’ se compone de 27 indicadores, clasificados en 10 grupos. De entre estos 27 indicadores España ha mejorado en un total de 17 y ha empeorado en 10.
El aumento de España se explica por haber mejorado en 9 de los 10 grupos de indicadores a partir de los cuales se establece el ranking. A pesar de este avance, España continúa situándose por encima de la media comunitaria en tan sólo tres de ellos, “capital humano”, “entorno favorable” y “empleo en innovación”.
La posición de España no se corresponde tampoco con el potencial económico del país, como demuestra que hay tres países con menor renta per cápita (Estonia, Portugal y Chipre) que obtienen una mayor puntuación en el ranking por su esfuerzo en innovación.
Los españoles, más confiados en la innovación
‘La Encuesta de Percepción social de la innovación en España’, realizado anualmente desde 2017 por Sigma Dos para la Fundación Cotec, busca medir, entre otros temas relacionados con la innovación, la evolución del impacto de la automatización del empleo en la sociedad, en la vida cotidiana y la desigualdad. La encuesta se ha realizado a un total de 7.251 participantes.
La pandemia ha mejorado la imagen que tienen los españoles del fenómeno de la innovación, al tiempo que ha deteriorado su visión de España como país innovador. El 77% de los encuestados considera que la innovación es positiva, cuando en 2019 esta percepción era del 73,2%. Desde 2017, año en que un 89,6% confiaba en la innovación, el porcentaje ha ido cayendo hasta el 2020, año de la pandemia, subiendo por primera vez en tres años. La I+D+I se sitúa como cuarta prioridad de gasto público para los españoles, detrás de las pensiones. Las dos primeras, a distancia del resto, son sanidad y educación.