En España ya hay 2,86 millones de personas que teletrabajan, el 74% más que antes del inicio de la pandemia. Madrid y Cataluña han liderado ese aumento, del 200% y del 119%, respectivamente, pero este incremento no ha impedido que España siga muy por detrás de la media europea de teletrabajadores, que está en el 21% de la población activa, siete puntos más que en España. Esta son algunas conclusiones de la segunda entrega del Monitor de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo, dedicada a la evolución del teletrabajo y el empleo a tiempo parcial y elaborada por Adecco con datos de la EPA, que ‘El Siglo’ reproduce a continuación. Unos datos que se complementan con los de la tercera edición del ‘Barómetro de la Conciliación en España’, elaborado por la Fundación Másfamilia y Cepsa, que señala que el 68% de los españoles es favorable a un modelo híbrido entre teletrabajo y oficina.
Hace un año, la cifra de personas que teletrabajaba, al menos ocasionalmente, alcanzaba un máximo histórico en nuestro país con algo más de 1,5 millones (el 7,9% de las personas con trabajo que había entonces en España). Galicia, Extremadura, Cataluña y Baleares eran las autonomías que contaban con una mayor proporción de teletrabajadores.
Con la irrupción de la pandemia y el decreto del estado de alarma de marzo de 2019, el total de personas que trabajan al menos ocasionalmente desde su hogar, más que se duplicó en el segundo trimestre del pasado año (cuando se impuso el confinamiento domiciliario), superando los 3,5 millones de personas, un récord absoluto. Desde entonces, el total de teletrabajadores se ha moderado hasta los 2,86 millones en el cuarto trimestre en el conjunto de España, cifra que de todos modos supone un incremento interanual de un 74,2%. Esto implica que ahora hay 1,2 millones de teletrabajadores más que hace un año.
Pese a la significativa expansión del teletrabajo a lo largo de los úItimos meses, la inserción de esta modalidad laboral en España está muy por detrás de la de la mayoría de países de nuestro entorno directo. Mientras, como acabamos de ver, la proporción de teletrabajadores dentro del total de ocupados es en nuestro país de un 14,5%, la media de la Unión Europea se sitúa en el 21,5%. Entre los países europeos, hay dos en los que más del 40% de los ocupados teletrabaja. Se trata de Suecia (40,9%) y Holanda (40,1%). Les siguen, con más del 35%, Luxemburgo (37,5%) y Finlandia (33,5%).
De los países más grandes de la UE, solo Italia presenta una proporción de teletrabajadores inferior a la española (9,8% ). En el Reino Unido la proporción alcanza al 31,1% (pese a haber abandonado la UE lo incluimos para una mejor comparación regional), en tanto que en Francia es de un 28,3%. Por su parte, la proporción de ocupados alemanes que teletrabaja, 18,5%, es inferior a la media europea, pero, aun así, muy superior a la de España. Merece la pena mencionar que el teletrabajo es una modalidad de la que se beneficia el 20,7% de los trabajadores en Portugal.
Entre los países con menor desarrollo del teletrabajo, que tienen un 5% o menos de sus trabajadores accediendo a esta posibilidad, se encuentran Bulgaria (4,7%) y Rumania (5,4%).
La evolución del trabajo desde casa la tenido un comportamiento dispar entre las comunidades autónomas españolas. Aunque todas ellas muestran crecimientos interanuales en su proporción de ocupados que teletrabajan, hay diferencias importantes.
Por ejemplo, la Comunidad de Madrid y Cataluña más que han duplicado su número de teletrabajadores, con incrementos interanuales de un 200% y un 119%, respectivamente. También exhiben aumentos significativos Canarias (+65,8%) y La Rioja (60%). En cambio, Aragón, Extremadura y la Comunidad Valenciana presentan incrementos inferiores al 20% (9,9%, 16,3% y 18,2%, respectivamente).
Traducidos a términos absolutos, esos incrementos porcentuales significan que, durante 2020, la Comunidad de Madrid aumentó su número de teletrabajadores en 512.000 personas (hasta un total de 767.200 individuos), mientras que Cataluña lo hizo en 350.000 personas (elevando el total hasta 645.400 teletrabajadores). Ambas comunidades concentran 7 de cada 1O nuevos teletrabajadores de toda España.
La disparidad en el crecimiento del teletrabajo ha modificado de forma significativa la distribución geográfica del teletrabajo en España. Antes de la pandemia, en el cuarto trimestre de 2019, Cataluña tenía el 18% del total de trabajadores que decían trabajar al menos ocas1onalmente desde su hogar. Le seguían la Comunidad de Madrid, con un 15,6%, Andalucía, con un 15,3%. y la Comunidad Valenciana, con un 10,9%. En total, esas cuatro autonomías daban cuenta de prácticamente el 60% del total de teletrabajadores en España.
Tras la irrupción de la pandemia, los últimos datos del cuarto trimestre de 2020 muestran que Madrid ha pasado a encabezar el teletrabajo, con el 26,9% de todos los teletrabajadores españoles, superando a Cataluña, pese a que la crecido hasta el 22,6%. Andalucía conserva el tercer puesto, pero con menos de la mitad de teletrabajadores que Madrid y menor participación en el teletrabajo nacional, un total de un 12,8%. También se ha reducido la participación de la Comunidad Valenciana en el teletrabajo nac1onal, bajando hasta el 7,4%.
La presencia del teletrabajo se ha concentrado en la Comunidad de Madrid y Cataluña, que han pasado de tener un tercio del total de teletrabajadores del país a la mitad. Si añadimos Andalucía y la Comunidad Valenciana tenemos que las cuatro autonomías con mayor cantidad de teletrabajadores han pasado de tener el 60% el total a 70%.
En cualquier caso, la proporción de ocupados que teletrabaja la aumentado en todas las comunidades autónomas. El mayor incremento se registra en la Comunidad de Madrid donde la proporción de teletrabajadores ha dado un salto de 14 puntos porcentuales, para llegar al 22,3% de sus ocupados pudiendo trabajar en el hogar. Es el mayor registro alcanzado por cualquier autonomía en los 15 años que cubren las estadísticas de esta variable.
Cataluña pasa el segundo puesto, con un incremento interanual de 8,6 puntos que ha elevado su proporción hasta el 17,2%. En tercer lugar, se sitúa Asturias, con un 15,4% (+4,5 puntos). Hace apenas un año, 15 autonomías tenían menos de un 10% de teletrabajadores en el total de ocupados. Ahora son solo tres: La Rioja (9,6%: +3,6 puntos), Canarias y la Región de Murcia (9,8% en ambos casos, con incrementos, respectivamente, de 3,6 puntos y 2,4 puntos).
Uno de cada cuatro empleos perdidos, de jornada parcial
Otra de las variables que el Monitor Adecco tiene en cuenta para medir las oportunidades de conciliación de la vida personal y profesional es la inserción de la jornada parcial en el mercado de trabajo entendida como una oportunidad para compatibilizar trabajo con estudios, cuidado de familiares u otras actividades similares.
El empleo a tiempo parciaI ha continuado la tendencia descendente con la que había comenzado el pasado 2019. Su descenso ha sido más marcado que el del empleo total, por lo que no solo ha caído en términos absolutos sino también como proporción del total de ocupados. En 2020 se han perdido 145.700 empleos de tiempo parciaI (-4,9% 1nteranual). Casi 1 de cada 4 puestos de trabajo suprimidos durante la pandemia eran de este tipo. Así, la proporción de ocupados a tiempo parcial en el total de ocupados ha caído al 14%, 6 décimas menos que hace un año y el dato más bajo desde junio de 2012.
Todas las autonomías imitan el patrón general, con descensos en el porcentaje de personas que trabaja a tiempo parcial, con la sola excepción de la Comunidad Valenciana. En Navarra, Extremadura y Castilla-La Mancha, el descenso interanual es de más de un punto porcentual.
La Comunidad Valenciana ha recuperado el primer lugar, con un 16,1% de ocupados a tiempo parcial (incremento interanual de una décima), superando al País Vasco por centésimas (descenso de 6 décimas), superando al País Vasco por centésimas (descenso de 6 décimas). El mayor retroceso de otras regiones ha hecho que Castilla y León, que hace un año se colocaba en el séptimo lugar, escalara hasta la tercera plaza, con un 15,1% (2 décimas menos que un año antes). Si al final de 2019 había dos autonomías con menos de un 13% de ocupados a tiempo parcial, ahora son tres: Canarias (12,1%; -0,8 puntos), Baleares (12,6%; -0,1 puntos) y la Comunidad de Madrid (12,9%; -0,3 puntos).
El impacto del Covid-19 al estado de la conciliación
Dada la situación provocada por la pandemia, la última edición del Barómetro de la Conciliación, elaborado por la Fundación Más Familia y Cepsa, incluye una encuesta a la ciudadanía realizada a una muestra de 1.000 personas como población ocupada de forma virtual para analizar el impacto del teletrabajo en la sociedad.
Más de la mitad de los encuestados (65%) había teletrabajado previamente antes de la llegada del Covid-19. Respecto a si han encontrado o no dificultades para realizar su trabajo de manera correcta, un 58% reconoce no haber encontrado obstáculos para teletrabajar. Analizando el porcentaje de población que aseguraba que sí había tenido que hacer frente a una serie de dificultades (42%), el estudio muestra como gran parte de ellas corresponden a dificultades técnicas (49%), problemas para conciliar (17%) y no tener el lugar adecuado (12%).
Por otro lado, sobre el futuro del teletrabajo en España, el 59% de las personas encuestadas considera que después de la pandemia tendrá más facilidad para teletrabajar. Respecto a si esta modalidad laboral se mantendrá al completo o en un modelo híbrido, el 40% se muestra interesado en teletrabajo 3-4 días a la semana frente al 32% que lo haría entre 5 o 7 días a la semana y al 28% que solo lo haría entre 1 o 2 días.