Los trabajadores de Nissan en Barcelona iniciaron el lunes una huelga indefinida, el mismo día en que la compañía reiniciaba la producción tras el confinamiento provocado por el coronavirus. El objetivo es presionar a la compañía para que presente un plan industrial que garantice la producción en Cataluña.
Los sindicatos esperan con atención el 28 de mayo, cuando Nissan presentará en Japón sus resultados, ya que espera que esa cita sirva para aclarar el futuro de Nissan en España, en especial de la planta de la Zona Franca, que desde hace tiempo trabaja a niveles muy bajos de actividad, en torno al 25% de su capacidad, lo que ha alimentado el miedo a un cierre de las instalaciones.
Una de las cuestiones clave es la permanencia o no de la fábrica de Nissan en Sunderland (Reino Unido). Allí se fabrican dos de los modelos con más demanda en Europa, el Nissan Qashqai y el Juke. De apostar por el Reino Unido, las factorías de Cataluña tienen más cercano el cierre.