Confidencial TV / Jorge Vegas
Recuperar espectadores para la tarde en La 1 se ha convertido en el objetivo básico de TVE en el arranque de año. La intención es que la serie producida por Bambú aumente por lo menos dos puntos la media de su antecesor ‘Servir y proteger’. Para ello el lanzamiento ha sido de campanillas, llevando a sus protagonistas a una edición de ‘El cazador’, espacio-estrella del canal junto a ‘Benidorm Fest’ y ‘Masterchef’, y emitiendo el arranque de la serie en el ‘prime time’ de la noche de La 1. Lo minucioso de ese lanzamiento se ha puesto en evidencia en el ‘alto secreto’ que ha rodeado a su fecha de emisión, para evitar que las cadenas comerciales repliquen o contraprogramen. Una demostración ha sido que el espacio precedente ‘Servir y proteger’ no pudiera adelantar su fecha final de emisión. TVE pone alfombras para la serie producida por Bambú, la marca de Ramón Campos y Teresa Fernández Valentí, para la que los melodramas de época se le dan de maravilla. Las siguientes series de la marca son ’13 exorcismos’, y ‘Nosotros podemos’ sobre el nacimiento del partido de Pablo Iglesias.
Bambú empezó como productora en 2007 y sus inicios no fueron precisamente un camino de rosas. Su primer trabajo, ‘Guante blanco’ (2008) lo hicieron para TVE, que no funcionó en audiencia y tras la emisión de sus primeros capítulos fue derivada hacia la programación b). Pero también su primer éxito se produjo en La 1 con ‘Gran reserva’, a la que los espectadores favorecieron.
Desde TVE, ‘La promesa’ se contempla como el inicio de la recuperación de la franja de la tarde, donde tan sólo ‘Aquí la tierra’ funciona con capacidad para competir con las privadas. Si el arranque de la serie tiene gancho las que más amenazadas se pueden sentir son las series de Antena 3.
La cuesta de enero de Telecinco
La primera semana del nuevo año se ha saldado con mal resultado de audiencia para el primer canal de Mediaset, que empata con La 1 –ya sin Mundial de Catar– con un 9,7%, otro dato alarmante cuando los malos resultados de sus últimos experimentos (‘Reacción en cadena’ ) se han saldado con fracasos notorios que obligan a nuevos cambios. Por si fuera poco, el estreno de la edición 2 de ‘Pesadilla en el paraíso’ se queda en un flojo 10,7%, muy por debajo de lo esperado, incidiendo en la crisis del canal que ha venido dominando sin fisuras dentro de la telerrealidad.
En los últimos días han saltado los rumores sobre que Borja Prado, el nuevo factótum de Mediaset podría cancelar los contratos de Pedro Piqueras y de Jorge Javier Vázquez. Los datos del informativo de la noche no son buenos, pero Piqueras y su programa, equilibrado en los tratamientos de las noticias, es ‘víctima’ de la falta de tirón de los espacios que le preceden. Lo inquietante, como afirma algún medio, es que el contrato de JJV peligraría también «por sus posturas políticas». De confirmarse, dejaría en mal lugar a la cadena, donde sus espectadores, en teoría, pertenecen al más amplio abanico político.
Vargas Llosa: un Nobel a pedazos
Difícil prever tiempo atrás que el escritor peruano-español se iba a convertir en ‘fijo’ de los programas del corazón. En ‘Sálvame’, Matamoros comenta despectivamente el supuesto de que el Nobel pudiera iniciar acciones judiciales con quienes han sugerido que su ruptura con Isabel Preysler fue debida a los celos. La bola de nieve de dimes y diretes crece día a día y podría terminar con la expareja en los tribunales por los comentarios que sus entornos han expandido. Lo decepcionante es que nadie hable de la obra del escritor, aunque sus libros recientes carezcan del brillo de otros tiempos, y que se le mencione reiteradamente por la ‘pichula’ como se escucha en ‘Socialité, ‘A.R.’ o ‘Sálvame’. Mientras, se debate sobre el Nobel por haber supuestamente cobrado por exclusivas o por ir a sitios, y aparecer como figurante de lujo en la serie de Netflix de Tamara Falcó. En los últimos días se especula sobre si el interesado hará una entrevista comentando o desmintiendo los extremos en programas y revistas o preferirá guardar silencio esperando que sean sus abogados los que intervengan.
Mientras, en su recién estrenado canal en YouTube Pilar Eyre afirma que Vargas Llosa cobra 1.500.000 de adelanto por libro editado, asunto que parece de otra época cuando vendía muchos libros; los últimos, como el de su particular versión sobre Pérez Galdós, habrían sido un regular negocio para su editorial pues las cifras de ejemplares vendidos fueron magras. Eyre dice además que el escritor cobra 200.000 euros al año por las colaboraciones que publica en ‘El País’ y otros medios extranjeros, cifra que también parece corresponder a tiempos más bien lejanos.
Por si fuera poco, Preysler es criticada con inusitada dureza por Carmen Lomana tanto en ‘La Razón’ como en COPE, a propósito de la ‘reconciliación’ de su hija Tamara con su novio: «(Ella) no es tan inocente como hace ver, nos da diez mil vueltas a todos. Se hace la tonta (…) Ellas tienen un gran negocio con todo esto. Es un cuento (…). La madre es la que mueve los hilos y lo hace muy bien porque lleva 40 años en esta historia. Hay un guión perfectamente establecido». Mientras, en ‘Fiesta’ (Telecinco) Lomana va más allá y se mete con «las operaciones estéticas mal hechas” a la estrella de las ‘socialités’ españolas, y sus feroces opiniones como tertuliana son interrumpidas por sus compañeros de espacio.
Nacho, en marzo
Dentro de unas semanas, Atresplayer estrena en su versión de pago la serie de ocho capítulos ‘Nacho’, biopic sobre el ‘porno-star’ Nacho Vidal, interpretado por Martiño Rivas, una producción de Bambú que tras su explotación en ‘streaming’ tendría más adelante otra en abierto.
Channel 4 ya no se privatiza
El gobierno conservador de Boris Johnson pensaba privatizar el canal público comercial que se financia con publicidad, creado en 1982 para competir con los canales de la BBC. El plan del anterior Ejecutivo consistía en la convocatoria de una puja para subastarlo al mercado con el pretexto de que era deficitario y su cometido podía cubrirlo cualquier canal comercial. Con el gobierno de Sunak, las cosas cambian, y tras diversas consultas se retira el plan de privatización del canal, donde hasta ahora la programación estaba externalizada a cargo de diversas productoras privadas. La rectificación incluye que el propio canal produzca contenidos directamente sin descartar a las productoras privadas, ofertando contenidos originales que permitan mejorar su rendimiento comercial, aunque Channel Four siga siendo de titularidad pública.
La información es lo primero
¿Qué es y qué no es noticia? Seis trabajadores de la tele pública de Sudán del Sur han sido detenidos por difundir a través de las redes imágenes del presidente del país, Salva Kiir, con la entrepierna repentinamente manchada porque se estaba orinando en un acto público mientras sonaba el himno nacional. Las imágenes no fueron emitidas, pero se han podido ver a través de internet. Teniendo en cuenta que el presidente tiene 71 años no sería escandaloso que se justificara pese al tropiezo por esa súbita incontinencia o al menos hiciera algún tipo de comentario. Pero ese gesto es inadmisible en muchos personajes en el poder, y la respuesta ha sido la detención de quienes grabaron y distribuyeron la noticia.