“Habrá también que cruzar Núñez de Balboa”, cantaba Javier Krahe en una de sus canciones más conocidas, la que llama a no dedicarse en exclusiva a las artes amatorias. Pues desde hace unos días, cruzar Núñez de Balboa a eso de las ocho de la tarde se ha complicado un poco. Y es que los vecinos del barrio han decidido alzarse, por fin, contra la dictadura socialcomunista, aprovechando la franja horaria en la que se permite salir a pasear. Porque hay que ser rebelde, sí, pero dentro de un orden.
Los ‘cayetanos’ y ‘cayetanas’, los ‘pelayos’, las ‘jimenas’, los ‘borjas’, las ‘covadongas’, los ‘jacobos’… Allí se reúnen todos, varias decenas, con sus ‘fachalecos’ y sus mascarillas con la bandera exigiendo libertad y la dimisión de Sánchez, a la espera de que el servicio tenga la cena lista. Eso sí, la represión bolivariana no ha tardado en llegar, claro. La delegación del Gobierno madrileña ya ha asegurado que incrementará las dotaciones en la zona, donde ya se ha multado a varias personas por no respetar la distancia social.