L.H.
La Comisión de Interior ha confirmado el martes de esta semana que la reforma de la ‘Ley Mordaza’ propuesta por los dos socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, junto con el PNV, no va a salir adelante por su falta de apoyo. Los aliados del Ejecutivo Esquerra Republicana de Catalunya y EH Bildu han votado en contra de la reforma de la ley por considerar “insuficientes” los cambios pactados por el PSOE y UP.
El proyecto de reforma de ley ha terminado con 19 votos en contra, además de los partidos independentistas, del PP, Vox, Ciudadanos, Junts y Grupo Mixto y 18 votos a favor de los partidos de coalición y el PNV. Por tanto, tras esta decisión, la ley que salió en vigor en 2015 con el gobierno del PP seguirá en vigor como está.
La decisión de votar en contra de ERC y Bildu, ha sido a causa de cuatro puntos que consideran que lo convierten en una “reforma light que no deroga los artículos más lesivos y mantiene intacto el núcleo de la ley”, por cuestiones como el uso de pelotas de goma por las fuerzas antidisturbios, que la comisión de interior no quiere avalar, las llamadas ‘devoluciones en caliente’ de migrantes en la frontera, que el Gobierno prefiere abordar con una futura Ley de Extranjería y por aspectos relacionados con la desobediencia ante la autoridad, que han sido muy contestados por los sindicatos policiales.
Pese a las diferencias que no se han podido salvar, Enrique Santiago, el portavoz en la comisión de Interior de UP, ha agradecido el trabajo realizado, aunque ha criticado la postura de republicanos y abertzales, y el portavoz del PSOE, David Serrada, ha defendido que “no hay que buscar culpables” al fracaso de la reforma. Ambos defienden que la intención del Gobierno con esta propuesta era garantizar los derechos de los ciudadanos que el PP habría “coartado”, por añadir más garantías a la labor policial. Mientras Amnistía Internacional y otras organizaciones lamentan en un comunicado conjunto, que la ley no haya salido adelante y declaran que, “no continuar con la tramitación parlamentaria de la reforma de la ley mordaza es una oportunidad perdida y una noticia pésima para los derechos humanos en España”, consideran que esto ha impactado de forma negativa sobre todo en la libertad de expresión y en los derechos de las personas migrantes.