
El Acento/ Inmaculada Sánchez.
La reforma laboral pactada por sindicatos, empresarios y Gobierno en los últimos compases de 2021 se está erigiendo en los primeros del 2022 como la clave del escenario político. Una de las grandes banderas del pacto PSOE-UP, la derogación de los retrocesos en los derechos laborales aprobados por el PP en 2012, ha podido izarse, finalmente, gracias a una notable rebaja en sus expectativas y, con ese histórico consenso de los interlocutores sociales en la mano, el Gobierno está removiendo, con gran riesgo, no sólo el suelo que pisa desde que inició su andadura sino también el de la feroz oposición de la derecha.

La reforma laboral ya ha provocado un insólito divorcio PP-CEOE y podría quebrar la unidad del bloque de la investidura
A falta de tres semanas para que el decreto ley sea convalidado en las Cortes, Pablo Casado no ceja en su anunciado ‘no’ pese a las presiones de empresarios y parte del PP para que se abstenga y permita una modificación normativa menos lesiva a sus intereses de lo esperado. El precio: la ruptura con la CEOE.
Por su parte, los socios de investidura de Sánchez, que, pese a los desacuerdos, nunca han dejado al Gobierno solo en votaciones clave, incluidos los dos últimos Presupuestos, tensan la cuerda para que la reforma vaya a más. Bildu parece decidida a descolgarse del bloque y ERC pone más difícil que nunca su apoyo. Mientras Díaz se afana con ellos en tejer la red de la segunda parte de la legislatura Bolaños retoma el aventurado camino de Ciudadanos. Quien triunfe, tendrá la llave de La Moncloa de 2023.
Periodista y directora de ‘El Siglo’ desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas ‘Cambio 16’ y ‘El Nuevo Lunes’ y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid.