El incendio en la Sierra de la Culebra, el más grave en la historia de Castilla y León, llegaba tras los recortes del Gobierno autonómico, que tenía en junio a los operativos a medio gas. El resultado, más de 30.000 hectáreas arrasadas por el fuego y ni una gota más de paciencia. Alfonso Fernández Mañueco, que visitó la zona en coche oficial, fue increpado al grito de “cabrones, que nos habéis dejado sin reserva” y, en las concentraciones en Zamora y Valladolid se exigieron “responsabilidades políticas” por la “negligencia” en la gestión. El presidente regional dice que hubo medios suficientes y Pedro Sánchez ha anunciado la declaración de zona catastrófica y dos millones en ayudas.