Confidencial TV / Jorge Vegas.
Se supone que el dinero del petróleo de Arabia Saudí da para muchas cosas, entre otras para celebrar por 120 millones una Supercopa de clubes españoles en los primeros días del año, con Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Valencia. Sobre el papel, la idea no tenía en cuenta las condiciones de su sociedad… ni los condicionantes económicos de las ‘teles españolas. TVE empezó diciendo que no entraba en la puja de sus derechos por dos razones: las limitaciones a las mujeres en los actos públicos y su presencia en los estadios como espectadoras –pese que se ha dicho que ‘se les autorizará’ a sentarse en las gradas–, aunque el precio de los derechos de emisión, más las retransmisiones y los desplazamientos de los técnicos y periodistas, lo ponía difícil. La pelota pasaba entonces a las privadas, pero tanto Atresmedia como Mediaset se han autoexcluido de la oferta para quedarse con los derechos. Les parecía caro, y para enero ya tienen pensado su ‘prime time’ con las novedades post navideñas. Para Telecinco todavía más ‘imposible’ por cuanto diversos partidos romperían la continuidad de sus recién iniciados espacios de telerrealidad. Quedaba Gol Tv y las plataformas, y la primera también se ha subido al autobús de los que no pujarán, mientras la FORTA se autoexcluye por falta de dinero y de interés. Ese rosario de ‘noes’ significa una caída de los precios de los derechos televisivos. Lo que lleva a pensar que, pese a lo exótico de la propuesta y el partido, esta Supercopa, concebida para tres ediciones sucesivas, podría convertirse en un mal negocio. E incluso, llegar a no celebrarse.
Bolivia y la libertad de prensa
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) con sede en Miami, a través de su presidente, y el de la Libertad de Prensa e Información, protestan contra la ministra de Comunicación del nuevo gobierno boliviano por «alentar e incitar a que los violentos la emprendan contra los representantes de los medios». Singularmente equipos de las televisiones argentinas como TN, Telefé, Crónica, A24, entre otros, que han sido hostigados y amenazados en el ejercicio de su misión informativa, dentro de la ola represiva tras la forzada salida del poder de Evo Morales.
Disney y el contenido antiguo
Las plataformas recuperan material de otra época que muchas veces chirría por contener tratamientos que están cerca del racismo, el machismo, la discriminación de género o la violencia bajo planteamientos trasnochados inadmisibles en una democracia. Disney+ se encuentra con ese problema en algunos de sus clásicos, como ‘Blancanieves’ (1937) donde aparece el trabajo no remunerado femenino, ‘Dumbo’ (1941) en la que se muestran alusiones que podrían ser interpretadas en clave de discriminación racial, o ‘Peter Pan’ (1953) por la mención a los nativos de piel roja. La nueva plataforma, como le ocurre a otras grandes ‘majors’ con ingente material de otras épocas, se enfrenta a una polémica: alterar los contenidos originales y redoblar/remontar, o mantenerlos íntegros con una advertencia previa. Ésta ha sido la alternativa, con una leyenda que advierte: «Este contenido se presenta tal y como fue creado originalmente. Puede incluir representaciones culturales anticuadas». Tan sólo un largometraje clásico se guardará en el cajón: ‘Canción del Sur’ (1946), donde se humaniza a los campos de cultivo de algodón que empleaban mano de obra esclava. Un rótulo parecido debería emplearse en muchos de esos clásicos, incluido ‘Lo que el viento se llevó’, que responden a una época determinada y a una visión de la sociedad. Incluso a títulos emitidos en espacios como ‘Cine de barrio’ (La 1), que pertenecen desde el punto de vista de sus conceptos, a la época en la que se rodaron, no a la nuestra con códigos estrictos de igualdad y reconocimiento de derechos a toda la ciudadanía, cualquiera que sea su origen, condición social,religión u opción sexual.
Marta Nieto no sabe francés
El festival de Sevilla ha premiado, como ya lo hiciera Venecia meses atrás, a Marta Nieto como mejor actriz en calidad de protagonista de ‘Madre’, la película de Rodrigo Sorogoyen, en la que participa TVE, que en principio arrancaba en un angustioso cortometraje, y ahora es una coproducción hispano-francesa hablada en ambos idiomas, que se estrena en Francia en marzo en más de 100 salas. Lo más curioso de todo es que Nieto, una actriz nacida en Murcia y en la vida real compañera de Sorogoyen, no sabía francés antes de rodar su personaje con abundante diálogo en ese idioma, y que todos sus diálogos los dijo preparándolos con un ‘coach’ para expresarlos de forma fonética. Su francés es tan creíble como su personaje de madre atormentada y desesperada por la desaparición de su hijo. Para el rodaje la actriz, ya de por sí delgada, tuvo que hacerlo todavía más, a base de reducir drásticamente su dieta. Marta Nieto figurará con toda probabilidad entre las nominadas al Goya a la mejor actriz por esta película inquietante y con esperanzador final abierto.
La Carrá y la televisión de los 70
Hace dos semanas se inició el rodaje de ‘Explota, explota’, que durante seis semanas más se produce en Madrid, Pamplona y Roma, y que coproducen TVE y Amazon donde se utilizan como hilo conductor las canciones más conocidas de Raffaela Carrá, en la historia de una joven bailarina (Ingrid García-Johnson) de los años 70 que junto a su amiga (Verónica Echegui) tratan de abrirse paso en un programa de televisión conducido por el personaje de Natalia Millán, y con un director (Fernando Tejero), supervisado por un censor (Pedro Casablanc). Dirige el ‘nuevo’ Nacho Álvarez, y produce Tornasol, en lo que parece un giro de la marca de Gerardo Herrero hacia la comedia comercial.