J. Q.
Los líderes europeos han acordado el embargo del 90% de las importaciones de petróleo ruso para finales de este año durante una nueva cumbre en Bruselas. De estos embargos quedan exentas las importaciones vía oleoducto. De esta forma, la Comisión Europea satisface las demandas de Hungría, que bloqueaba hasta ahora la decisión. Los húngaros no gozan de salida al mar, por lo que son altamente dependientes de las importaciones rusas.
Actualmente, dos tercios de las importaciones de petróleo ruso se realizan por mar, mientras que la tercera parte restante se importa a través del oleoducto de Druzhba. Así pues, desde este mes se embargarán dos tercios de las importaciones rusas. A final de año, cuando Alemania y Polonia (también dependientes del oleoducto) dejen de importar, el porcentaje de petróleo ruso presente en la UE se limitará a un 10% que abastecerá a países como Hungría, Eslovaquia o República Checa.
Durante el encuentro, también se acordó brindar a Ucrania una ayuda económica de unos 9.700 millones de dólares para paliar los efectos del conflicto armado. Asimismo, este paquete de sanciones congelará los activos y sancionará al mayor banco ruso, Sberbank, que quedará excluido del sistema bancario internacional (SWIFT).
Charles Michel, presidente del Consejo de la UE, justificó estas medidas alegando que “queremos detener la maquinaria bélica rusa”. “Más que nunca es importante demostrar que somos capaces de ser fuertes, que somos capaces de ser firmes, que somos capaces de ser duros”, añadió el dirigente.
Esta sexta tanda de sanciones llega mientras la situación en el este de Ucrania se recrudece. El presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, ha reconocido la grave situación en el Donbás, donde mueren “entre 60 y 100 soldados ucranianos al día”. Zelenski también ha agradecido este nuevo paquete de medidas, pero urge a la UE a ampliarlas cuanto antes.