Javier Quintana
La Unión Europea cerró este lunes un acuerdo para establecer un tope al precio del gas, que se ha fijado en 180 euros/MWh, límite vinculado al índice TTF de Ámsterdam, principal referencia europea. Se trata de una rebaja de 95 euros sobre lo que planteó hace apenas un mes la Comisión Europea en una propuesta que no gustó nada a los países del sur.
La medida, impulsada precisamente por estos países, ha contado con el voto en contra de Hungría y las abstenciones de Austria y Países Bajos.
La reunión congregó a los titulares de Energía de cada país miembro, y tenía como fin acordar un mecanismo de intervención que evitara picos excesivos en el mercado de cara al año 2023. El mecanismo se activará cuando se supere este techo de los 180 euros durante tres días consecutivos y se advierta una diferencia de 35 euros con respecto al mercado de gas natural licuado. El límite se desactivará cuando los precios caigan por debajo de los 145 euros/MWh durante tres días seguidos.
La medida se empezará a aplicar en febrero del año que viene, y el acuerdo incluye una posibilidad de desactivarla en caso de una declaración de emergencia en el sector del gas natural, inestabilidad de los mercados financieros o un descenso en la llegada de GNL a la UE. El Kremlin ha considerado el acuerdo como “un ataque al mercado” y ha advertido que responderá a la medida.