Javier Quintana
Los Veintisiete pactaron este pasado martes exigir a todos los pasajeros procedentes de China una prueba de covid negativa realizada “no más de 48 horas antes de la salida del país”. Si bien no es un mandato expreso de la Unión Europea a sus miembros, el comité que desde hace tres años coordina la línea a seguir respecto a la pandemia ha recomendado seguir esta directriz. No obstante, tanto España como Italia o Francia ya habían tomado esta medida previamente ante el desbordamiento de casos imperante en China.
Asimismo, la comisión hace hincapié en recomendar a los pasajeros procedentes del gigante asiático usar mascarilla en suelo europeo. También se ha propuesto la realización de test aleatorios a los recién llegados a los aeropuertos.
La decisión europea de exigir estas pruebas covid a los viajeros antes de embarcar no ha sentado bien en Pekín, que considera las medidas “desproporcionadas e inaceptables”. “Rechazamos firmemente el uso de medidas covid con fines políticos y tomaremos las medidas correspondientes en respuesta a las distintas situaciones basándonos en el principio de reciprocidad”, declaró el martes Mao Sing, ministro de Sanidad chino. Se trata de unas declaraciones impensables hace tan solo unas semanas, antes de que China diera carpetazo a su política de covid cero.
Las recomendaciones emitidas esta semana llegan tan solo unos días después de que el 29 de diciembre la Comisión Europea convocara una reunión de expertos.