L.H.
El Reino Unido y la Unión Europea han llegado a un acuerdo sobre el Protocolo de Irlanda del Norte con sus representantes, el primer ministro británico Rishi Sunak y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. El denominado, acuerdo de Windsor, se basa en la creación de las llamadas “líneas verdes” y “líneas rojas” para la exportación de mercancías de Gran Bretaña a Irlanda del Norte. Las mercancías que pasen ahora por la línea verde evitarán las gestiones burocráticas aduaneras. En cambio, por la roja, circulan las mercancías que vayan a la República de Irlanda y el resto de la UE.
El acuerdo también afecta a otras cuestiones como la fiscalidad de las empresas norirlandesas que se rigen por las normas europeas sobre ayudas estatales y el IVA. A partir de ahora, el Gobierno británico tendrá la libertad para fijar este impuesto y otras subvenciones. También el acuerdo incorpora el `freno de Stormont´, que permite al Parlamento autónomo de Belfast, bloquear la aplicación de nuevas leyes que se introduzcan desde la UE.
El ministro Sunat, ha defendido en la región de Irlanda del Norte, que este acuerdo abre un nuevo capítulo, declarando, “puede que el Reino Unido y la Unión Europea hayamos tenido nuestras diferencias en el pasado, pero somos aliados, socios comerciales y amigos”. Con este nuevo acuerdo, se eliminan los retrasos y las alteraciones en el comercio interior, con el objetivo de crear un tránsito comercial fluido dentro del Reino Unido. Según declaró también Von der Leyen, el pacto «no sólo beneficia a los habitantes de Irlanda del Norte, sino que refuerza las relaciones entre la UE y Reino Unido». El acuerdo todavía tiene que ser respaldado por el parlamento británico, por el momento, el Partido Laborista se ha mostrado favorable a este acuerdo. Mientras el líder del Partido Unionista democrático (DUP), Jeffrey Donaldson ha declarado que va a tomarse su tiempo para analizar el acuerdo antes de confirmar su apoyo.