
El Acento/ Inmaculada Sánchez.
Se acerca el fin de año y, tras la aprobacion de los Presupuestos Generales del Estado de 2023, ha quedado inaugurada y expedita la autopista electoral que nos conducirá a los comicios autonómicos y municipales de mayo y generales de noviembre. Preparémonos. En los cuarteles generales de los principales partidos todo el que pinta algo ya está enfocado en la tarea. Y en la calle empieza a percibirse el movimiento.
Quizá por eso el ya de por si alto nivel de ruido de nuestra vida política está batiendo records de decibelios en los últimos días. Algunos lo llaman ‘violencia política’, como Irene Montero. Otros simplemente se dedican a inundar de insultos el debate democrático hasta hacerlo irrespirable sin que, hasta ahora, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, haya conseguido poner orden, como contamos en nuestro primer tema de Política de esta semana. Pocos consiguen zafarse de los nervios que parecen instalados en nuestra clase política. Y es que los nùmeros que apuntan los sondeos, se están enredando como nunca.

No pocos analistas acusan a la marca Podemos de ‘restar’ a la futura candidatura de Yolanda Díaz, que tan hábilmente han bautizado como ‘Sumar’. Las tendencias demoscópicas, sin embargo, no terminan de confirmarlo vista la resistencia de UP en los últimos sondeos. Lo que de verdad restaría es la todavía posible división en dos candidaturas de morados y yolandistas. Urge hacérselo mirar.
Las últimas encuestas electorales conocidas continúan dando motivos de zozobra a la derecha. Tanto la de Gesop para El Periódico de España, como la de Sigma Dos para Antena 3 de esta semana continúan rebajando las expectativas del PP de Feijóo. Pese a que sigue por delante del PSOE de Sánchez, la tendencia reduce, un mes más, la distancia con los socialistas, que continúan remontando. Y lo que resulta más inquietante para Génova: la suma de PP y Vox se aleja de la mayoría absoluta.
Los distintos partidos que vienen apoyando a este Gobierno durante toda la legislatura que, contra todo pronóstico, va a cumplir los cuatro años de mandato con una inesperada estabilidad parlamentaria, deberían tomar buena nota de ello. Según los datos de Gesop, desde su anterior encuesta de junio Feijóo ha perdido 3 puntos y 15 escaños mientras Sánchez ha subido 2,3 puntos y 13 diputados. La consulta se realizó durante la semana en que se aprobaron los Presupuestos del Estado, pero también cuando se dio luz verde a la reforma del delito de sedición y ya había estallado el escándalo de las rebajas de penas por la ley del ‘sólo sí es sí’.
Hay partido, nos dicen, pues, las tendencias demoscópicas. Y para que el bloque de la investidura tenga opciones va a resultar crucial cómo se resuelvan las sumas y, en particular, la que debería embarcar en la misma nave a Unidas Podemos y el proyecto de Yolanda Díaz. Los citados sondeos muestran una inesperada resistencia de los morados. Gesop cuenta que ganaría tres escaños mientras el de Antena 3 apenas refleja un imperceptible descenso.
No pocos analistas acusan a la marca Podemos de ‘restar’ a la futura candidatura de la vicepresidenta segunda, que tan hábilmente han bautizado con el verbo ‘Sumar’. Las tendencias demoscópicas, sin embargo, no terminan de confirmar este extremo, más allá de la buena imagen de Díaz, que continúa en cabeza como la dirigente mejor valorada. Lo único que aparece diáfano, dado lo estrecho de la contienda que se avecina y las ajustadísimas mayorías que podrían alumbrar un gobierno tras las próximas elecciones generales, es que lo que sí resta es la todavía posible división en dos candidaturas de morados y yolandistas. Urge hacérselo mirar.
Periodista y directora de ‘El Siglo’ desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas ‘Cambio 16’ y ‘El Nuevo Lunes’ y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid.