¡Vaya gente! / Mara del Prado
La Princesa de Asturias presidía este pasado miércoles el 30 aniversario del Instituto Cervantes. A sus 15 años y cuando la Corona atraviesa su peor momento desde la restauración de la monarquía en España, la heredera al trono salía al rescate de Felipe VI, cuyo más estrecho círculo familiar está formado por tres mujeres que, con fidelidad y vocación de ejemplaridad, se afanan estos días por tratar de contrarrestar los graves errores de Juan Carlos I, la incomprensible metedura de pata de las infantas Elena y Cristina y el creciente clima de desafección entre la ciudadanía.
Leonor asistía a su primer acto en solitario semanas después de que el anuncio de su próxima estancia en un colegio ‘trasversal’ en Gales para cursar en bachillerato acabara siendo objeto de mofa nada menos que en TVE a cuenta de la expatriación de su abuelo. La primogénita de los reyes ha aprendido pronto que no lo va a tener fácil y, sin embargo, no hay marcha atrás.
La adolescencia marca en la institución el paso a un nuevo nivel de representatividad y, habiendo presidido un acto público, cabe esperar de la joven nuevos y decididos pasos hacia un destino más incierto de lo que fue el de su padre.
¿Se imaginan pasar un trago así? Menos mal que tiene quien la arrope. Cuenta Vanitatis que la Unión Monárquica Española (UME) ha llevado a cabo una campaña para apoyar a la heredera en vísperas del gran paso.
“Demuéstrale tu apoyo. La princesa Leonor presidirá su primer acto en solitario. ¡Acompáñala!”, reza la fotografía que la UME ha compartido en sus redes sociales. “Miércoles 24 de marzo, 11:30 horas, Instituto Cervantes, Alcalá 49, respeta las medidas Covid”, añade. Así, los monárquicos animaban a acudir media hora antes de que el acto diera comienzo para que la hija de don Felipe y doña Letizia se viera arropada en su estreno en solitario a las puertas del organismo público dependiente del Ministerio de Exteriores y cuya presidencia de honor recae en su padre el rey.
Una vez dentro, la Princesa de Asturias depositaba en la Caja de las Letras el ejemplar de la Constitución que leyó el 31 de octubre de 2018 y el Quijote que compartió el 23 de abril de 2020 con la infanta Sofía para dirigirse a la ciudadanía confinada en los primeros compases de la pandemia. Todo lleno de una carga simbólica y una búsqueda del relato que mejor defina a una heredera que habrá de estar libre de la mácula borbónica.
El relato de una reina y, por si acaso, el de una periodista; Leonor tomó el micrófono durante el acto para preguntar por la situación de los trabajadores del Cervantes que viven fuera de España y no pudieron regresar para ver a su familia en los momentos más duros de la pandemia. El tono y hasta la voz recordaban al de su madre reportera. Que, visto el panorama, cualquiera sabe si no son los pasos que la princesa habrá de seguir.