
Guillermo Díaz
El pasado 8 de marzo volvieron a insultar, a coaccionar y a expulsar a los miembros de Ciudadanos de una manifestación. En este caso de la del Día de la Mujer.
La causa por la que pueden expulsar a los miembros de Ciudadanos es perfectamente intercambiable, la igualdad, el orgullo gay o el cambio climático. Incluso Ciudadanos es sustituible por otros, antes le pasó a UPyD.
Las razones para echar a las mujeres y hombres de Ciudadanos ahora son que hablan con Vox y que con los votos de éstos se sostienen Gobiernos autonómicos en los que Ciudadanos participa. Pero esto también es anecdótico. UPyD no hablaba con Vox porque no existía.

Se trata de acaparar y parasitar las causas impidiendo que las apoye quien no te apoye a ti, para que no haya alternativa. Se trata de evitar que haya alguien fuera de la izquierda que pueda dejarse ver en contra de la violencia contra las mujeres y por la igualdad
No hay ningún dato objetivo que haga que Ciudadanos pueda ser increpado, insultado y expulsado de las manifestaciones. El partido no ha apoyado nada que suponga algún retroceso en las materias citadas, más bien al contrario, las cifras que se pueden extraer de los Gobiernos de los que Ciudadanos es parte demuestran todo lo contrario.
Esquerra puede ir tranquilamente a las manifestaciones en la semana en que se ha sabido que uno de sus dirigentes ocultó casos de acoso sexual a varias trabajadoras en la Consejería de Exteriores de la Generalitat por parte de otro miembro de su equipo. Puede estar porque el PSOE saca réditos de Esquerra.
Los miembros del PSOE y Podemos pueden ir a pesar de impedir que se investigue la explotación sexual de menores, de niñas entre ellos. También podrán estar en el Día del Niño. Lo impiden porque afecta a sus partidos.
Bildu puede ir en paz a las manifestaciones del País Vasco por los derechos de la mujer a pesar de estar presidido por un hombre que no ha condenado el asesinato de más de 60 mujeres a manos de la banda a la que perteneció. Pero apoya al PSOE.
Es probable que Peter Kürten, el Vampiro de Dusseldorf, pudiera ir a la manifestación si declara su apoyo a Pedro Sánchez. Porque la causa es lo de menos.
Se trata de acaparar y parasitar las causas impidiendo que las apoye quien no te apoye a ti, para que no haya alternativa. Se trata de evitar que haya alguien fuera de la izquierda que pueda dejarse ver en contra de la violencia contra las mujeres y por la igualdad. Primero lo intentan con un manifiesto inaceptable donde mezclan capitalismo y muerte, patriarcado y mercado, incluyendo soflamas de todo tipo atentando contra el sentido común de cualquier persona mínimamente informada. No importa que sean los países capitalistas donde la igualdad es mayor y que en los países “referencia” de Podemos mueran mujeres todos los días, sean explotadas sexualmente o tengan reconocidos menos derechos. Da igual.
Al fracasar el cortafuegos del manifiesto, ponen en marcha el operativo de la coacción. En el Orgullo, Marlaska señaló y la turba ejecutó. Luego falsificaron los atestados de aquel día en un asunto turbio todavía por esclarecer. Llegaron a enviar un híbrido de humano y babuino a intentar defecar delante de mis compañeras. Hoy por hoy sigue militando en el PSOE mientras devora cacahuetes.
En el pasado 8-M fue el concurso ‘Operación Triunfo’ de RTVE donde una señora que es al feminismo lo que la hepatitis al hígado, volvió a señalar a Ciudadanos y al feminismo liberal como fuente de los males de las mujeres. Y la turba ejecutó.
Posteriormente Irene Montero, a la sazón ministra de España, dijo en televisión que Ciudadanos se lo tenía merecido. No hay mujeres en política más tuteladas por hombres que las de Podemos. Un partido donde cambian la forma de hablar pero donde las estructuras de poder no se mueven un milímetro. Serán ellos, los hombres de Podemos, quienes sigan mandando. En Ciudadanos la presidenta es Inés Arrimadas, la secretaria general es mujer, así como las dos portavoces, pero no nos llamaremos Ciudadanas.
Para PSOE y Podemos las causas son instrumentos, no fines: por eso hablan de Memoria Histórica en elecciones y pasean a la momia de Franco mientras en Francia se destruyen las historias de los exiliados españoles que huyeron de la guerra y del franquismo. Por eso gritan igualdad junto a quien oculta el acoso o impide la investigación de la explotación sexual de menores. Por eso permiten que el partido hijo de una banda que asesinó y mutiló mujeres, algo de lo que no se arrepienten, cante consignas junto a ellos. Además montan en torno a la causa estructuras paralelas a los partidos a las que dotar de dinero público para colocar a más miembros del partido. Generando argumentos contra la causa para quienes no creen en ella.
No dejarán que nada de esto cambie, porque la causa termina donde comienzan sus votos.
Guillermo Díaz Gómez (Málaga, 1978). Diputado de Ciudadanos (Cs) por Málaga desde la XII Legislatura. Actualmente es el secretario de Comunicación de Cs. Licenciado en Derecho por la Universidad de Málaga. Miembro como no ejerciente del Colegio de Abogados de Málaga. Ha trabajado gestionando grandes complejos de exhibición cinematográfica. Es autor de los libros ‘Hipatía de Alejandría’ y ‘Las mentiras del cine bélico’.