La Fundación Alternativas y la Friedrich-Ebert-Stiftung, acaban de publicar su informe anual sobre ‘El estado de la Unión Europea’, en el que repasan los retos de la Europa pospandémica. Entre otras cuestiones, el informe recoge cómo los ciudadanos europeos confían más en la UE que en sus instituciones nacionales, sean Gobiernos o parlamentos. Así, según los datos del Eurobarómetro, el índice de confianza registrado es del 49% para la UE, 6 puntos más, mientras que la confianza depositada en los gobiernos pierde 4 puntos y se queda en el 36%. ‘El Siglo’ reproduce a continuación el capítulo dedicado a ‘La ciudadanía europea y su idea del proyecto europeo en la situación pandémica’, firmado por María Pallares, coordinadora de programas de la Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) en Madrid.
Nunca antes una crisis había golpeado tan fuerte como la crisis derivada de la Covid-19. Su magnitud, simultaneidad y carácter global hacen que ya sea considerada como la mayor recesión desde la Gran Depresión de los años treinta.
En Europa, después de una mejora a nivel sanitario durante el verano, el 2020 cerró con la aceleración de la “segunda ola” y el agravamiento de la pandemia. La situación empeoró durante el primer trimestre de 2021: aparecieron nuevas variantes, que desencadenaron nuevas olas, y, en consecuencia, se tuvieron que establecer de nuevo medidas restrictivas, entre los cuales nuevos confinamientos.
La crisis provocada por la pandemia de covid-19 significa para la Unión Europea (UE) un reto colosal, no solo por su envergadura, pero también por el hecho de que tiene que gestionarse en un contexto en dónde se solapan varias crisis para el bloque, como los coletazos de la crisis del euro, la crisis de los refugiados y el Brexit. Al mismo tiempo, representa también una oportunidad de mostrar el valor añadido de una organización como la UE en la mitigación y solución de las consecuencias de una crisis como la desencadenada por el coronavirus.
Los europeos califican con un aprobado las acciones de la UE para proteger la economía durante la pandemia. Las notas se sitúan entre el 5,1 (Francia, España e Italia) y el 5,3 (Suecia y Alemania); la media europea es de 5,2
La generada por la covid-19 es una crisis sin precedentes que ha tambaleado los cimientos de los sistemas políticos y económicos a nivel mundial y dejará su huella en la nueva normalidad. En este contexto tiene sentido plantearse cómo la crisis ha afectado la opinión que los ciudadanos se hacen de sus sistemas e instituciones políticas, y especialmente cómo ha afectado a la idea del proyecto europeo. Intentaremos proporcionar algunas respuestas identificando las tendencias generales que nos brindan 4 estudios:
−− La encuesta titulada El impacto de la crisis de la pandemia covid-19 en la opinión pública europea llevada a cabo por el Instituto Cattaneo para la Fundación Europea de Estudios Progresistas (FEPS, por sus siglas en inglés) y la Fundación Friedrich Ebert (FES, por sus siglas en alemán). El estudio, llevado a cabo en 6 países de la UE (Alemania, Francia, Italia, Polonia, España y Suecia) en dos olas (durante y después de la pandemia), tiene por objetivo investigar cuál ha sido el impacto de la crisis en las actitudes y orientaciones políticas de los ciudadanos atendiendo a cuatro aspectos diferentes: 1) la evaluación de las políticas del gobierno y de las estrategias de los partidos frente a la pandemia; 2) el cambio de las preferencias en materia de política económica; 3) la confianza en las instituciones y en otras personas; 4) la propensión a confiar en la información filtrada y compartida por las comunidades epistémicas o en las diferentes fuentes de noticias falsas y teorías conspirativas. Los resultados disponibles hasta ahora son los recabados durante la primera fase del estudio, entre diciembre 2020 y enero 2021.
−− El Eurobarómetro Estándar 94 (que abreviaremos en EB94). Los resultados de esta encuesta, llevada a cabo entre febrero y marzo de 2021 en los 27 Estados miembros, se publicaron el pasado mes de abril.
−− El Eurobarómetro especial del Parlamento Europeo Resiliencia y recuperación: la opinión pública tras un año de pandemia. En este caso, la encuesta se realizó entre marzo y abril de 2021 y los resultados de esta se publicaron el pasado mes de mayo.
−− El papel titulado Crisis of confidence: How Europeans see their place in the world (Dennison y Puglierin, 2021) publicado el pasado mes de junio. Dicho análisis se basa en una encuesta encargada por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (más conocido por sus siglas en inglés, ECFR). Aquí, se analiza la opinión de los europeos sobre qué tipo de actor internacional es la UE en la lucha contra el covid-19 y qué tipo de actor quiere el público que sea la UE en el mundo poscoronavirus. El trabajo de recolección de datos para esta encuesta se realizó entre finales de marzo y mayo de 2021 en 8 países: en Alemania, Francia, Dinamarca, España, Hungría, Polonia, Portugal, Suecia, Italia, Austria, los Países Bajos y Bulgaria.
En un primer lugar, nos fijaremos en qué medida los europeos están satisfechos con la gestión por parte de la UE de la crisis derivada de la pandemia de coronavirus. Examinaremos en un segundo lugar si, a pesar de la opinión sobre la gestión, la crisis de la covid-19 tiene consecuencias a más largo plazo sobre los sentimientos de pertenencia a la UE, la confianza y la imagen de la UE. Finalizaremos este artículo con un análisis de la confianza que los europeos depositan en las capacidades de la UE para tomar las acciones correctas en el futuro.
La satisfacción de los europeos frente a las medidas adoptadas por la UE para combatir la pandemia de coronavirus
La encuesta llevada a cabo por el Instituto Cattaneo para la FEPS y la FES dedica todo un bloque a la evaluación de las medidas adoptadas por los Gobiernos locales, nacionales y la UE. Introduce una variable que denomina “dilema de la covid-19”, es decir el arbitraje entre proteger la salud de los ciudadanos y proteger la economía. Se diferencia entre los actores responsables de tomar medidas para proteger la salud (los sistemas sanitarios, los Gobiernos nacionales y los Gobiernos locales) y los responsables de tomar medidas para proteger la economía (los Gobiernos nacionales y la UE).
Se pide entonces a los encuestados que sitúen a la UE en una escala del 0 (totalmente negativo) al 10 (totalmente positivo) en lo que se refiere a las medidas para proteger la economía. Este estudio utiliza varias veces el formato que consiste en pedir a la persona encuestada posicionarse en una escala de 11 puntos. Dicho sistema permite expresar posiciones muy matizadas, sobre todo en lo que se refiere a las opiniones más ambivalentes. Gracias a la utilización de más de una posición central pueden establecerse de manera más fina tres bloques: negativo (suma del 0 al 4), ambivalencia total (5) y positivo (suma del 6 al 10).

Los resultados de esta encuesta muestran que los europeos califican con un simple aprobado las acciones de la UE de la economía durante la pandemia de coronavirus. En los diferentes países estudiados, las notas se sitúan entre el 5,1 (Francia, España e Italia) y el 5,3 (Suecia y Alemania); la media europea es de 5,2. El 33% de los encuestados da una nota negativa (de 0 a 4), 19% una nota media (5), y 48% una nota positiva (entre 6 y 10).
Siempre según esta encuesta, se valora mejor la acción de la UE que la de los Gobiernos nacionales, cuya nota media se queda en un 4,8. Italia, Polonia y España son los que se muestran más insatisfechos con sus respectivos Gobiernos. Un 50% de los ciudadanos españoles otorgan a su Gobierno una nota negativa (entre 0 y 4); en Polonia, son más del 62%. En cambio, Alemania, Francia y Suecia valoran más positivamente las acciones de sus Gobiernos que las acciones de la UE en cuanto se trata de proteger a la economía.
Parecen distinguirse tres grandes perfiles. Por un lado, tenemos a Italia y España, que otorgan a la UE la nota más baja (5,1) pero se muestran aún más insatisfechos con la gestión de sus respectivos Gobiernos. De hecho, son los dos países que evalúan más negativamente dichas gestiones, con un 4,8 para Italia y un 4,1 para España. Francia, el tercer país en puntuar la acción de la UE con un 5,1, se muestra más satisfecho con la gestión nacional, y le otorga un 5,3. En el otro extremo tendríamos a Polonia, cuyos ciudadanos se declaran satisfechos con la gestión de la UE (5,2) pero evalúan muy negativamente la acción de su Gobierno (3,6, la nota más baja). Alemania y Suecia, los países que evalúan más positivamente la acción de la UE (5,3), son los que a su vez están más satisfechos con la gestión de sus respectivos Gobiernos (5,5 para Suecia y 5,6 para Alemania).
El EB94 recoge esta misma tendencia y muestra que 56% de los ciudadanos no están satisfechos con las medidas que sus respectivos Gobiernos han adoptado en la lucha contra el coronavirus frente a un escaso 43% que sí lo está. El nivel de satisfacción en relación con los Gobiernos nacionales se ha desplomado desde el verano de 2020 y pierde 19 puntos por lo que la tendencia se invierte y la insatisfacción pasa a ser la opción mayoritaria. Es más: según este estudio, el nivel de satisfacción ha bajado en todos los Estados miembros en comparación con el verano de 2020. Los países más satisfechos con las medidas emprendidas por sus Gobiernos nacionales son Dinamarca (79%), Luxemburgo (73%) y Países Bajos (71%); los que menos son Eslovaquia (25%), República Checa (24%) y Letonia (21%).
Sin embargo, en comparación con las cifras recogidas por el Instituto Cattaneo, los Eurobarómetros parecen indicar una degradación en la satisfacción de los europeos en relación con las medidas adoptadas por la Unión Europea para combatir la pandemia de coronavirus. Según el EB94, un 49% de los europeos no están satisfechos con la gestión de la UE, mientras un 43% afirma estarlo. El EBS corrobora dicha tendencia y señala que un 50% de los ciudadanos está insatisfecho frente a un 48% que dice estar satisfecho. Las cifras del EB94 muestran que la insatisfacción ha ganado 5 puntos desde el verano de 2020 y que se ha invertido la tendencia hasta ahora mayoritariamente positiva.
Ambos Eurobarómetros indican que Francia, Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Grecia son los países que menos están satisfechos con las medidas de la UE para combatir la pandemia de coronavirus. Francia, Alemania y Grecia también cuentan con los porcentajes más altos de ciudadanos “nada satisfechos”. En cambio, Dinamarca, Lituania, Portugal, Rumanía, Irlanda, Bulgaria, Malta, Polonia, Suecia, Hungría, Croacia y Chipre conforman el grupo de países con una mayoría de ciudadanos satisfechos según ambos sondeos. Dinamarca encabeza la clasificación en ambos estudios (68% de satisfechos en el EB94, 81% en el EBS).
El nivel de confianza en la UE es superior o igual al 50% en 20 de los Estados miembros, con los niveles más altos registrados en Portugal (78%), Irlanda (74%) y Lituania (70%). En cambio, los niveles más bajos de confianza se registran en Austria, Italia, Francia, Chipre y Grecia
Si miramos los datos del EB94 para Italia, Francia, Alemania, España, Suecia y Polonia, vemos que se observan las mismas tendencias que en la encuesta del CI. Por un lado, tendríamos a los Estados que no están satisfechos ni con la gestión de la UE ni con la gestión de su Gobierno respectivo: es el caso de Italia, España y Francia. En Italia y en España, los ciudadanos parecen estar algo más satisfechos de las acciones emprendidas por la UE (46% para Italia, 44% para España) que con la gestión de su Gobierno (39% en Italia, 30% en España), aunque en ningún caso el nivel de satisfacción llegue al 50%. En Francia, en dónde los ciudadanos también se muestran muy insatisfechos con la gestión por parte de las instituciones, la satisfacción es algo más alta de cara a la gestión nacional (32% de satisfacción para la gestión de la UE y 36% para la gestión nacional). Por otro lado, tenemos a Polonia, que se muestra muy satisfecha con la gestión de la UE (55%) y muy insatisfecha con la gestión nacional (36%). El cambio más drástico lo observamos en el último grupo de países, Suecia y Alemania. Suecia sigue registrando altos niveles de satisfacción, tanto con la UE como con su Gobierno (55% de satisfacción para la UE y 60% para su Gobierno). Llama particularmente la atención la espectacular caída en picado del nivel de satisfacción de Alemania en cuanto a las medidas de la UE (-16 puntos según el EB94) entre el verano 2020 y el invierno 2020/21 (del 49 al 33%). El nivel de satisfacción en cuanto a la gestión nacional se mantiene relativamente alto (52%).
Los diferentes sondeos nos indican que los ciudadanos europeos no evalúan positivamente ni las medidas que ha emprendido la UE para combatir la pandemia de coronavirus ni las medidas que han llevado a cabo sus respectivos Gobiernos. Sin embargo, las críticas sobre las acciones de la UE no parecen haber afectado ni la confianza ni imagen positiva que los ciudadanos tienen de la misma.
La pertenencia, confianza e imagen de la UE a lo largo de la crisis
Para empezar, miremos los índices de satisfacción en cuanto a la pertenencia a la UE. El 55% de los encuestados por el Instituto Cattaneo piensa que la pertenencia de su país a la UE es algo positivo frente a un 17% que lo consideran como algo negativo. Los polacos y los españoles son los más entusiastas, con respectivamente un 73% y un 66%. En cambio, el porcentaje de ciudadanos que ven positivamente la pertenencia de su país a la UE no llegan al 50% ni en Francia (44%), ni en Italia (47%) ni en Suecia (48%). Es más, el porcentaje de euroescépticos supera el 20% en los tres países: 25% para Francia, 24% para Italia y 22% para Suecia. Un 54% de los ciudadanos alemanes considera que pertenecer a la UE es algo positivo, frente a un 16% que piensa lo contrario.
El estudio dedica también todo un apartado a medir la confianza hacia varias instituciones, entre ellas la UE. Mide la confianza personal e institucional en los 6 Estados miembros estudiados. Siempre utilizando la evaluación del 0 al 10, pregunta por la confianza en los demás (“En términos generales, ¿diría usted que se puede confiar en la mayoría de la gente, o que no se puede ser demasiado cuidadoso en el trato con la gente?”) así como por la confianza en las instituciones (policía, sistema judicial, sistema de sanidad, instituciones políticas nacionales, instituciones políticas locales y la UE).
La confianza respecto a la UE es del 5,2. De hecho, no hay mucha variación en cómo los ciudadanos valoran a la UE en los distintos países estudiados: las notas oscilan entre 4,9 (Francia) y 5,6 (Polonia). Polonia y España son los países que otorgan el porcentaje más alto de notas positivas (entre 6 y 10). Francia, por otro lado, es el país con porcentaje más alto de notas negativas y más bajo de notas positivas. En Polonia, que se caracteriza por unos niveles muy altos de desconfianza tanto interpersonal como institucional, la UE es la institución mejor valorada (5,6). Salvo en Francia (4,9), la valoración hacia la UE supera el 5 en todos los países estudiados.
Por su parte, el EB94 indica que un 49% de los ciudadanos europeos confía en la Unión Europea. Al mismo tiempo, la desconfianza en la Unión Europea ha disminuido (43% “más bien no confía”, -5 puntos en comparación con el EB93). Se trata de un aumento de 6 puntos comparado con el EB93, pero, sobre todo, estamos hablando del mayor nivel de confianza registrado desde el verano de 2008.

En los Estados miembros, el nivel de confianza es superior o igual al 50% en 20 de entre ellos, con los niveles más altos registrados en Portugal (78%), Irlanda (74%) y Lituania (70%). En Alemania y en República Checa, los que dicen confiar en la UE conforman una mayoría relativa del 48%. En cambio, los niveles más bajos de confianza se registran en Austria, Italia, Francia, Chipre y Grecia. Comparado con el EB93, el nivel de confianza en la UE ha aumentado en 23 Estados miembros. Las subidas más espectaculares se dieron en Portugal (78%, +22 puntos), Malta (64%, +19), Italia (44%, +16), Bélgica (56%, +13), República Checa (48%, +13), los Países Bajos (61%, +12), Lituania (70%, +11) y España (52%, +10). Por el contrario, la confianza cayó en tres países: Polonia (50%, -6), Austria (41%, -3) y Dinamarca (62%, -1).
A modo de comparación, los ciudadanos europeos confían más en la UE que en sus instituciones nacionales, sean Gobiernos o parlamentos. Recordamos que el índice de confianza registrado es de 49% para la UE; el EB94 sitúa en el 36% la confianza depositada en los Gobiernos y en 35% la confianza vis a vis los parlamentos nacionales. Comparando con las últimas mediciones, la confianza en la UE aumenta 6 puntos, mientras que la confianza en los Gobiernos pierde 4 puntos (pasa del 40 al 36) y la confianza en los parlamentos se mantiene estable (solo pierde un punto, y pasa del 36 al 35).
El mismo sondeo señala que el 46% de los ciudadanos tienen una imagen positiva de la UE. Este índice gana 6 puntos desde el verano 2020 y alcanza su mayor nivel desde el otoño de 2009. A su vez, la opinión negativa (15%, -4) se encuentra en su nivel más bajo desde el otoño de 2009 y la opinión neutra se mantiene (pierde 2 puntos y llega al 38%). Por su parte, el EBS indica que la valoración de la imagen de la UE es positiva para el 48% de los encuestados, neutral para un 35% y negativa para el 17%. Es más, ambos sondeos muestran que la visión positiva de la UE es la opción mayoritaria en casi todos los Estados miembros. Ambos señalan a Portugal e Irlanda como los países con la opinión positiva más alta; Bulgaria, Lituania, Estonia, Luxemburgo, Eslovenia, Polonia y los Países Bajos también registran índices altos en ambos sondeos. En ambos casos aparece que la imagen neutra es dominante en Austria, un país con una proporción alta de imagen negativa de la UE, junto con Grecia, Bélgica, República Checa y Finlandia.
Según el EBS, la opinión hacia la UE se ha mantenido igual para la mayoría de los ciudadanos (56%). Notemos sin embargo que la proporción de ciudadanos cuya opinión hacia la UE se ha vuelto negativa aumenta (en 10 puntos hasta el 34%), mientras que la proporción que dice que ha mejorado disminuye (en 7 puntos hasta el 9%). El EB94 también registra un ligero descenso desde noviembre-diciembre de 2020. Sin embargo, a pesar de estas variaciones a corto plazo, la tendencia a más largo plazo desde 2012 sigue siendo positiva. Específicamente significativo es el fuerte aumento observado entre el otoño de 2019 y el otoño 2020, es decir, durante la primera y más dramática fase de la pandemia. Las valoraciones positivas de la imagen de la UE se mantienen por encima del nivel observado desde hace más de una década.
Aunque es demasiado temprano para ver cuáles serán las huellas que la crisis del coronavirus dejará a largo plazo, ya hay algunas tendencias que indican actitudes y los anhelos que tienen los ciudadanos vis a vis de la UE.
¿Qué esperan los europeos de la UE para liderar su futuro?
El EB94 aporta datos interesantísimos sobre la confianza que los europeos depositan en las capacidades de la UE para tomar las acciones correctas en el futuro. Así, a la pregunta “pensando en la respuesta de la Unión Europea a la pandemia de coronavirus, ¿hasta qué punto confía o no en que la Unión Europea tome las decisiones acertadas en el futuro?”, el 59% de los encuestados afirman confiar mientras que 39% dicen no confiar (2% dicen no saber). En 24 Estados miembros, más del 50% de los encuestados dice confiar en la UE para las decisiones futuras. Las cifras más altas (por encima del 75%) se registran en Portugal, Malta y Hungría; las más bajas en República Checa (47%), Austria (46%) y Grecia (44%). Este índice subió en 7 países desde el verano de 2020, en particular en Malta (+21 puntos), en Portugal (+13) y en Italia (+10). No obstante, esta imagen general positiva no debe esconder que la confianza hacia las capacidades de la UE en el futuro ha perdido terreno en 17 países, con una bajada espectacular en Alemania (-15).
Los ciudadanos europeos también señalan cuales son los temas, que, según ellos, deben vertebrar la estrategia de salida de crisis de la UE. Sin sorpresas, las cuestiones vinculadas a la vacunación y a la salud se colocan en las primeras posiciones. Garantizar el acceso rápido a vacunas seguras y eficaces para todos los ciudadanos de la UE es la opción más citada (36%). Relacionadas con la preocupación hacia la salud, destacan las prioridades que consisten en desarrollar una política sanitaria europea (27%), invertir más fondos en el desarrollo de tratamientos y vacunas (25%), apoyar la respuesta mundial al coronavirus para garantizar el acceso universal a una vacuna o tratamiento (24%).
El 74% de los ciudadanos europeos quieren que la UE tenga más competencias para gestionar mejor crisis como la del coronavirus. Las cifras más altas se observan en Portugal (96%), Malta (91%), Suecia (90%), Finlandia (89%) e Irlanda (87%)
Pero también se señala como una prioridad (en segundo lugar, después de las vacunas) la puesta en marcha una estrategia europea para hacer frente a una crisis similar en el futuro (28%). Dicha opción parece escalar posiciones a medida que pasa el tiempo y parece cobrar cada vez más importancia para los ciudadanos europeos. En ese sentido van los resultados recabados por el sondeo patrocinado por el ECFR: a la pregunta de “una vez terminada la crisis del coronavirus, ¿cuál, si hubiera alguna, de las siguientes propuestas refleja mejor lo que tiene que cambiar en la UE?”, los ciudadanos contestan que la mayor prioridad debe ser garantizar una respuesta más unificada a las amenazas y desafíos mundiales (42%). Dicho ítem llega primero también en 7 de los 12 países analizados. En el mismo sentido se encuentran los datos del EBS, según el cual un 74% de los ciudadanos europeos quieren que la UE tenga más competencias para gestionar mejor crisis como la del coronavirus. Las cifras más altas se observan en Portugal (96%), Malta (91%), Suecia (90%), Finlandia (89%) e Irlanda (87%).
Los temas relacionados con la recuperación económica también ganan terreno. Los ciudadanos europeos señalan que la situación económica sigue siendo una de sus principales preocupaciones (35%), detrás de la salud. Sin embargo, adquiere una relevancia especial al ser la única cuestión que llega entre las tres primeras preocupaciones en todos los Estados miembros. Por su parte, el EBS señala que, cuando preguntados sobre cuáles tienen que ser las prioridades del Parlamento Europeo, los europeos vuelven a colocar a las medidas para luchar contra la pobreza y la exclusión social (39%) y las medidas de apoyo a la economía y la creación de empleo (39%) en segunda y tercera posición respectivamente. La preocupación por la salud sigue ocupando el primer lugar (49%). Visto que la situación económica sigue siendo una de las principales prioridades para los ciudadanos europeos, resultan sumamente interesantes las cifras que avanza el EB94 en cuanto a la opinión de los europeos con respecto al programa NextGenerationEU. Dicho sondeo avanza que un 55% de los europeos piensa que el programa económico será eficaz para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia. Un 38% piensa que no lo será (un 7% no sabe). De los que responden positivamente, 7% dice que será muy eficaz y 48% bastante eficaz. Sin embargo, “no muy eficaz” es la respuesta que más avanza con respecto al EB93, ganando 14 puntos para llegar a un total de 31%. 23 de los 27 Estados miembros registra índices de confianza en el plan superiores o iguales al 50%.
Si sumamos los que juzgan que el plan será muy eficaz y bastante eficaz, Malta (83%), Irlanda (77%), Croacia (68%) y Polonia (67%) encabezan la lista de los países más optimistas. La mención muy eficaz no llega nunca a ser mayoritaria, pero oscila entre el 10 y el 15% en 10 países (Malta, Croacia, Polonia, Italia, Chipre, Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia, Austria y Grecia). Mientras tanto, los ciudadanos más pesimistas con respecto a NextGenerationEU se encuentran en Alemania (48%), Letonia (47%), Francia (45%) y Finlandia (42%). Es interesante observar los resultados en los autodenominados Estados ‘frugales’, es decir Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, a los que se unió Finlandia durante las negociaciones del fondo europeo. En la mayoría de estos países, la confianza en NextGenerationEU es superior al 54%; en Países Bajos y Dinamarca, este índice se sitúa incluso por encima del 60%. En cambio, los ciudadanos finlandeses parecen alinearse con las posturas más conservadoras de su Gobierno. El país escandinavo registra a la vez la tasa más baja y la cifra más alta de desconfianza en el plan de rescate.
Los países que más confían en el plan tampoco se corresponden con los que, según las cifras, más fondos van a recibir. Polonia e Italia sí están entre los 5 Estados miembros que juzgan eficaz al plan, con respuestas positivas por encima del 65%. Sorprenden muchísimo los resultados de España, que solo ocupa la 22ª posición sobre los 23 Estados miembros que juzgan que NextGenerationEU será eficaz. Los encuestados españoles que responden positivamente siguen, sin embargo, siendo mayoría con un 52%.
Para alcanzar dicha idea de la UE, los ciudadanos europeos son conscientes de que las reformas son necesarias. Según el EBS, casi la mitad de entre ellos (47%) está a favor de la UE pero no de la forma en que se ha realizado hasta ahora. El 23% apoya la UE “tal y como se ha realizado hasta ahora”.