
El Acento/ Inmaculada Sánchez.
Parece increíble pero hasta este viernes, día 21 de octubre de 2022, Carmen Martínez-Bordiú, nieta de Francisco Franco, seguía ostentando el título de duquesa de Franco, con Grandeza de España, concedido en su día a su madre, e hija del dictador, por el rey Juan Carlos a los pocos días de su muerte. También su hermano Francisco, que alteró el orden de sus apellidos para lucir con orgullo el nombre de su abuelo, seguía siendo hasta ayer mismo Señor de Meirás y Grande de España, Sólo la publicación este jueves en el Boletin Oficial del Estado de la Ley de Memoria Democrática, finalmente aprobada en el Congreso tras largas vicisitudes, ha logrado suprimir tan infamantes títulos honoríficos.
Se trata de un detalle ‘menor’ que incorpora la ley pero que alberga un enorme simbolismo. Voces de la derecha llegaron a poner en cuestión, durante la larga tramitación del proyecto legislativo, que se extinguieran títulos concedidos durante la Transición, y no durante el régimen franquista, como los citados ducado de Franco y Señorío de Meirás o también otros como el Marquesado de Arias Navarro, del que han podido presumir todos estos años los sucesores del último presidente de Gobierno de la dictadura. Tener que argumentar que, pese a la fecha de concesión, se trata inequívocamente de títulos franquistas, cuyo unico mérito de concesión radica en su íntima relación con el régimen ha sido uno más entre los múltiples escollos que ha debido sortear el Gobierno para alumbrar una ley que llega con un vergonzoso retraso.

Carmen Martínez-Bordiú, nieta de Francisco Franco, ha ostentado el título de duquesa de Franco, con Grandeza de España, hasta que la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática esta semana, lo ha extinguido, casi 50 años después de que se lo concediera a su madre el rey Juan Carlos
Demasiado tarde llegan con ella medidas que pretenden reparar lo irreparable, como que el Estado asuma la búsqueda y exhumación de desaparecidos y fusilados, muchos de cuyos familiares ya no viven para asistir al desagravio. Pese a ello, y a que algunos de los grupos políticos que han empujado la aprobación de la ley consideran que se queda corta en su objetivo de restañar heridas y redignificar a las víctimas, su entrada en vigor no deja de ser un hito histórico para este país al que no debemos de escatimar atención a pesar de las muchas tribulaciones económicas que nos abruman estos días.
El día de la exhumación de Franco del Valle de los Caídos (que pasará a llamarse Valle de Cuelgamuros en aplicación de la ley), Francis Franco llevó a la ceremonia del traslado una bandera preconstitucional con la que pretendía cubrir el féretro de su abuelo a la vista de los millones de españoles que seguían el acontecimiento por televisión. Fue el hoy ministro Bolaños, entonces Secretario General de la Presidencia, quien lo impidió tras una tensa conversación con el nietísimo a su llegada a la basílica.
El actual titular de Presidencia y muñidor tanto del traslado de los restos de Franco a un enterramiento privado como de la Ley de Memoria, tuvo que lidiar con una soberbia que los Franco han acumulado con irritante naturalidad todas estas décadas, fruto de la impunidad en que los instaló la Transición. Con ella han retenido el pazo de Meirás para su disfrute privado hasta que hace bien poco la justicia, por fin, les obligó a devolverlo al patrimonio público, aunque siguen litigando por los muebles, obras de arte y enseres contenidos en él.
Hoy, con la entrada en vigor de la Ley de Memoria, ningún ministro del Gobierno democrático de España tendrá ya que dirigirse a ningún Señor de Meirás y Grande de España para exigirle que no exhiba una bandera preconstitucional. Exiguo pago pero, en todo caso, necesario. Por cierto, el título podría haberlo retirado en cualquier momento quien lo concedió; el rey de España.
Periodista y directora de ‘El Siglo’ desde 2011, revista que contribuye a fundar, en 1991, formando parte de su primer equipo como jefa de la sección de Nacional. Anteriormente trabajó en las revistas ‘Cambio 16’ y ‘El Nuevo Lunes’ y en la Cadena Ser. Actualmente también participa asiduamente en diferentes tertulias políticas de TVE y de Telemadrid.