Javier Quintana
La dirigente más fuerte, popular y emblemática del PP encara la crucial cita electoral del 28-M con un inesperado conflicto que no consigue resolver. Tras un nuevo fracaso esta semana en las negociaciones entre la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y el comité de huelga de los sanitarios la crisis en la sanidad madrileña sigue enquistándose con las elecciones autonómicas cada vez más cerca. Desde el Ejecutivo madrileño echan balones fuera y apuntan a que los sanitarios “solo quieren huelga hasta las elecciones”, transmitiendo una vez más la idea de una `huelga política´. En cualquier caso, y pese a la defensa del modelo sanitario de Ayuso por parte de Feijóo, el problema para el PP sigue creciendo y en Génova empiezan a sonar ya algunas alarmas.
Ocho largas horas duró el último encuentro entre la Consejería de Sanidad y el Comité de Huelga de Médicos de la Comunidad de Madrid. Los representantes del colectivo sanitario señalan que el Ejecutivo sigue sin atender sus peticiones y se niega a aumentar la partida presupuestaria. La Consejería por su parte asegura, entre otras cosas, haber ofrecido 55 millones de euros a los sindicatos, lo que duplicaría “el esfuerzo presupuestario sobre las retribuciones previas al actual Plan de Mejora de Atención Primaria. En definitiva, un nuevo desencuentro que no pone fin a una huelga que comenzó el pasado 21 de noviembre.
El pasado día 12 se produjo la segunda gran manifestación de la `marea blanca´ en la capital en los últimos tres meses. La Delegación del Gobierno cifró la afluencia en 250.000 personas, mientras que los convocantes apuntaron a casi un millón de asistentes a la cita en Cibeles, dato que tal vez se aproxime más a la realidad teniendo en cuenta las imágenes de la congregación. En cualquier caso, la situación sanitaria en Madrid ya ha provocado que en los últimos meses al menos más de 200.000 personas hayan salido a la calle hasta en dos ocasiones. Sendos episodios entorpecen el sosiego que Génova pretende transmitir respecto a la polémica, y parecen signos evidentes de que la crisis sanitaria podría golpear al PP mucho más duramente de lo que sus líderes trasladan.
Desde el Comité, además, han lamentado la ausencia en la cita del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que se ha limitado a indicar desde un acto en el Hospital de Getafe su “voluntad total de acuerdo”.
La situación sanitaria en Madrid ya ha provocado que en los últimos meses al menos más de 200.000 personas hayan salido a la calle a criticar a Ayuso hasta en dos ocasiones recordando históricas manifestaciones contra el PP que hacía años que no se veían en la capital
Su equipo afirmó que desde el Ejecutivo habían propuesto una serie de medidas que el sindicato Amyts no ha tardado en desmentir. En declaraciones a ElPlural.com el sindicato contradice cuatro puntos fundamentales de los que la Consejería ha informado estos días para transmitir su idea de que el Comité quiere politizar la huelga.

El primer punto es el de estos 55 millones de euros que antes mencionábamos que el Ejecutivo había prometido a los médicos. El Comité exige a la Consejería que especifique de dónde va a salir esa cantidad, preguntándose “si no será de las horas extra que van a tener que pagar por su plan para limitar las agendas”.
En segundo lugar, los sanitarios ponen en entredicho el “complemento por población atendida por categoría deficitaria en medicina de familia y pediatría de Primaria de 400 euros mensuales” que propone Ayuso. Apuntan que este incentivo “no es real” y alegan que se crea “a costa de eliminar otro complemento retributivo: las famosas TSA (Tarjetas Sanitarias Atendidas)”.
Otro complemento ofrecido por la Consejería que se cuestiona es el de los 380 euros mensuales “para todos los facultativos que trabajan en turno de tarde”. El sindicato apunta que esta ayuda “la reducen exclusivamente a los facultativos que acepten hacer tardes puras y desaparecería en el momento que pudieran acceder a una simple mañana”.
Por último, los 50 euros a la hora que la Consejería asegura haber ofrecido “para las prolongaciones de jornada hasta un máximo de 4 horas o 200 euros” tampoco han sido bien recibidos por el colectivo sanitario, para el cual esta propuesta simplemente habla de “pagar las horas extra”.
Amyts lamenta que la Comunidad no haya entrado a valorar la contrapropuesta que el sindicato emitió en la anterior reunión.
¿La “mejor sanidad pública de España”?
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, sostuvo hace unos días que la sanidad pública madrileña es la mejor del país. Con las batas blancas en pie de guerra, el máximo dirigente del Ayuntamiento de la capital no dudó en encumbrar el servicio público de su región. No obstante, la tesis de Almeida de ninguna manera se sostiene si atendemos a los datos oficiales del ministerio en relación al resto de comunidades autónomas. También pierden crédito las palabras de la presidenta Isabel Díaz Ayuso desde Jerusalén, que opinaba que las protestas eran fruto de “la frustración de la izquierda para movilizar a un electorado”.
El primer dato que llama la atención es el de la misma inversión en Sanidad. Madrid, pese a su poderío económico, es la CCAA que menos invierte por habitante: 1.284 euros en 2022 frente a los 1.600 de media española, según los datos del Ministerio de Sanidad. Cuesta pensar que una comunidad a la cola en inversión pueda gozar de los mejores servicios médicos del país. El hecho de que, además, lidere el ránking en cuanto a gasto sanitario privado per cápita (con un 10% más que el País Vasco, que se encuentra en segundo lugar) hace la situación más inquietante aún. Es también la segunda CCAA que dedica más gasto público a conciertos con empresas privadas.
Para analizar más profundamente la situación de la sanidad madrileña basta con cuestionar los principales argumentos con los que el Ejecutivo de Ayuso defendió recientemente su gestión en un comunicado de la Consejería de Sanidad. Por ejemplo, algo de lo que presume la Comunidad de Madrid es de tener las listas de espera quirúrgicas más cortas de España. Pero este dato tiene truco: Madrid empieza a contar desde la revisión del anestesista. Desde CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) apuntan a la opacidad de muchas autonomías en este apartado.
El problema es tan evidente que, según fuentes de El País, Ayuso ya trabaja en una posible solución para reducir la lista de espera media: trasladar pacientes de hospitales públicos a privados. Sin embargo, esta medida podría volverse contra el propio Gobierno, ya que la ciudadanía podría ver en este movimiento un claro signo de que algo está fallando en el sistema público.
Madrid, lejos de situarse en los datos de tiempo de espera en Atención Primaria que pregona Ayuso, se encuentra incluso por encima de la media nacional con hasta 9 días de demora para sus pacientes
Pasemos ahora a otro punto polémico como es la lista de espera en Atención Primaria. El equipo de Ayuso sostiene que el tiempo de espera madrileño es la mitad de la media nacional. No obstante, la realidad es que, con nueve días de espera, Madrid supera los 8,9 días de media española. Es la séptima CCAA en tiempo de espera en este apartado, según el Barómetro Sanitario 2022. Madrid solo gasta el 10,6% de su presupuesto sanitario en este área. La comunidad cuenta, además, con 0,51 enfermeros por cada 100.000 habitantes, la ratio más baja de todo el país. Asimismo, solo Baleares, Ceuta y Melilla tienen menos médicos de Atención Primaria por habitante.
La Comunidad de Madrid presumió también de ser “líder en trasplantes”, pero Cataluña y Andalucía superan sus datos. Llama la atención también el apunte de la Consejería acerca de “las mejoras salariales desde hace un año, con incrementos de 3.800 euros de media anuales para médicos de familia”. En este caso estamos hablando de un dinero que la Comunidad debía a estos profesionales desde el año 2018.
La excusa de las plazas MIR
El apunte de la Consejería acerca de la oferta de plazas MIR también puede llevar a confusión. El gobierno de Ayuso culpa al Gobierno central de las escasas vacantes, y también Alberto Núñez Feijóo ha señalado al Ejecutivo de Sánchez en esta cuestión. “No se crean plazas de médicos, no amplían la oferta de los MIR y no hay médicos de atención primaria, no hay pediatras. ¿Y la culpa la tienen los presidentes del PP?”, indicó el líder popular en un mítin en Sevilla.
Sin embargo, en este apartado es conveniente explicar que, pese a que las plazas MIR las convoca el Ministerio de Sanidad, cada CCAA puede solicitar más al Ministerio de Universidades siempre y cuando demuestre tener la capacidad suficiente para la formación de los médicos. Madrid no ha solicitado plazas extra.
En cualquier caso, desde el año 2018 el número de plazas MIR ofertadas (que marcaron mínimos en 2014 bajo el gobierno de Rajoy) ha ascendido un 40%, tal y como indicó la ministra de Sanidad, Carolina Darias, hace unos días.
Feijóo en Galicia: trece años de privatizaciones
El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, trata de extender el problema al conjunto del país y despojar de responsabilidades a sus gobiernos autonómicos. Pese a que no ha sido tan explícito en la idea de una `huelga politizada´, como sí lo ha sido Ayuso, Feijóo también apunta a un acoso y derribo contra el gobierno autonómico madrileño. “Hubo mucha gente que se manifestó con buena voluntad, la inmensa mayoría de los que ayer se manifestaron, pero también hay una intencionalidad obvia en que las manifestaciones se conviertan contra determinados políticos, no a favor de la resolución del problema”, indicó refiriéndose a la manifestación del pasado 12 de febrero.

Pese a que Feijóo sale al rescate de su punta de lanza en Madrid, su historial al mando de la Xunta de Galicia no difiere mucho del plan de acción que ha seguido estos años Ayuso, y es una muestra de lo que podría esperar al país en el hipotético caso de que el gallego llegase algún día a la Moncloa.
Justo antes de la llegada de Feijóo a la presidencia de la Xunta, el Gobierno de PSOE y BNG había presupuestado 3.719 millones de euros para el Sergas (Servicio Gallego de Salud). Una de las primeras acciones de Feijóo al tomar el mando fue reducir esta partida a 3.679 millones de euros. Tres años después la inversión se redujo hasta los 3.372 millones. Es decir, en sus cuatro primeros años de mandato Feijóo redujo un 8,6% el presupuesto sanitario.
La precariedad estuvo al orden del día durante su mandato, con profesionales que llegaron a estar contratados por días o, incluso, por horas.
Es paradójico, además, que Feijóo critique ahora al Ejecutivo de Sánchez en la cuestión de plazas MIR, ya que el aumento de personal sanitario en Galicia fue una utopía durante su dirigencia. Entre 2009 y 2021 cerró más del 8% de las camas de los hospitales públicos gallegos. Asimismo, redujo las plazas de personal sanitario en atención primaria de 8.877 a 8.178 en 2016.
El gallego dijo también en un mítin el mes pasado que las listas de espera son “la mayor privatización de la Sanidad”. Tal vez cabría preguntar al ex presidente de la Xunta qué opina entonces de los casi 360.000 gallegos que dejó esperando una consulta cuando en mayo de 2022 emigró a Madrid.
Es obvio que la sanidad madrileña se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Partido Popular estas últimas semanas. La pregunta es: ¿Será suficiente la deficitaria gestión de Ayuso para dar una oportunidad a la izquierda madrileña en mayo?