Lucía Hernández.
Los Premios Oscar por primera vez se empiezan a ver distintos. Nos han dejado unos galardones llenos de diversidad, de retornos, y de ejemplos de superación en sus ganadores. La gala de este año se ha librado de polémicas y nos ha dejado disfrutar y poner el ojo en los avances que la academia quiere reflejar, con la marca de la inclusión en la gran pantalla, que demuestra que el cine es para todos.
La ganadora indiscutible de este año ha sido Todo a la vez en todas partes, del dúo de directores Daniel Kwan y Daniel Scheinert. Esta historia llena de ficción y de surrealismo, se ha llevado 7 premios de 11 nominaciones, el de mejor película, mejor dirección, mejor actriz (Michelle Yeoh), mejor actriz de reparto (Jamie Lee Curtis), mejor actor secundario (Ke Huy Quan) y mejor guión original y montaje.
El premio a mejor actor ha sido para Brendan Fraser por La Ballena, donde interpreta a un profesor de literatura con obesidad. El actor tuvo que engordar para el papel, sin embargo, parte de su aspecto es caracterización, por eso la película se ha llevado también el premio de maquillaje y peluquería. Fraser ha vuelto a lo grande a la interpretación después de años de ostracismo, tras su denuncia por acoso sexual que desembocó en una grave depresión y problemas de salud, cuando estaba en la cumbre del éxito en los 90 con películas como La momia o George de la jungla.
La mejor película Internacional ha sido ‘Sin novedad al frente’, la película alemana sobre la Primera Guerra Mundial que ha sido otro de los triunfos de los premios. Junto a este se ha llevado también el premio al mejor diseño de producción, la mejor fotografía y la mejor banda sonora original. Con este premio ha dejado fuera a Argentina 1985, una película que aborda los juicios a la dictadura del país, a pesar de ser de las favoritas en esta categoría. Ricardo Darín, protagonista de la película muestra en una entrevista de Clarín su desilusión y la de Argentina, que esperaban seguir con la racha del mundial y llevarse el premio. Por otro lado, el premio a mejor película de animación se lo llevó Guillermo del Toro, por Pinocho y con esto se convierte en el primer director que gana el Oscar por una película animada y también de mejor película de dirección.
El momento político de la gala, a pesar de estar prohibidas las reivindicaciones de este tipo, fue con el premio a Navalny por mejor documental, donde el director Daniel Roher, muestra la persecución y el envenenamiento del opositor de Vladímir Putin, Alexei Navalny, que todavía sigue encarcelado en confinamiento solitario. Su mujer, Yulia Navalnia, aprovechó el discurso para decir, “Mi marido está en prisión por decir la verdad, por defender la democracia. Sueño con el día en que seas libre y que nuestro país sea libre”. También Roher, el director aprovechó para recalcar, “No debemos tener miedo de oponernos a las dictaduras y al autoritarismo donde quiera que asoma la cabeza”. La academia, sin embargo, rechazó de nuevo incluir el mensaje del presidente de Ucrania, Vladímir Zeleneski, después de un año de guerra, aunque sí pudo hacerlo en los Globos de Oro y en el Festival de Berlín.
La diversidad tan mencionada en estos premios tiene su máxima representación en la actriz malaya, Michelle Yeoh, la ganadora del Oscar a mejor actriz protagonista, por ‘Todo a la vez en todas partes’. Con este reconocimiento se ha convertido en la primera mujer asiática reconocida en ganar este premio, ya que en 1935 lo ganó Merle Oberon, pero sin reconocer sus orígenes y haciéndose pasar por blanca para triunfar en Hollywood. También ha sido la segunda mujer no blanca, después de Hally Berry en 2002 en llevarse este premio. Yeoh, ha marcado un paso histórico en la representación de mujeres que no han tenido la oportunidad de mostrarse como actrices por no estar en el canon y de espectadoras que necesitaban sentirse identificadas en el cine.
En su discurso incluía estas palabras, “Para todos los niños y niñas que se parecen a mí y que me están viendo esta noche, esto es un faro de esperanza y posibilidades”. De la misma manera, los premios han vuelto a valorar la presencia asiática con el premio a actor de reparto para Ke Huy Quan, de procedencia vietnamita y con la actuación y el reconocimiento de mejor canción para Naatu Naatu, de los cantantes Rahul Sipligunj y Kaala Bhairava, con letra de Chandrabose y música de M.M. Keeravani, que se convierte también en la primera canción asiática e india en ganar el premio.
En los últimos años, a partir de la polémica de los #Oscarssowhite, por una gala en la que los 20 nominados a la categoría de actores eran blancos, la academia ya había propuesto convertirse en una institución global y diversa. En concreto, propuso unos estándares que las películas deben cumplir para optar al premio a la mejor producción, entre ellos, que por lo menos uno de los protagonistas no sea blanco, que el 30% de los personajes secundarios representen a minorías o que el tema principal debe tratar sobre alguno de estos grupos no representados. El éxito de estas propuestas lo vemos en la gran ganadora Todo a la vez en todas partes, por poner a una mujer como protagonista en un género de acción (más representado por hombres), de origen asiático y con personajes LGTBI.
Dentro de la reivindicación, la gala de los Oscar también tuvo momentos divertidos que protagonizó en gran parte el presentador estadounidense, Jimmy Kimmel. A pesar del avance que se ha celebrado, el presentador no dejó de reclamar más diversidad dentro de sus bromas, como la falta de variedad en las nacionalidades de los nominados, a pesar del éxito de los ganadores y la falta de presencia de mujeres directoras, que aprovechando la mención de la ausencia de James Cameron, el director de ‘Avatar’, reclamó, “¿Cómo es posible que la academia no nomine al tipo que dirigió ‘Avatar’? ¿Qué pensaban que era, una mujer?”.
También recurrió en varias ocasiones al recuerdo del año pasado del puñetazo de Will Smith a Chris Rock, entre ellas, bromeó, “Queremos que yo me sienta seguro. Así que tenemos políticas estrictas. Si alguien en este teatro comete un acto de violencia en cualquier momento del espectáculo, se le concederá el Oscar al mejor actor y se le permitirá dar un discurso de 19 minutos de duración”. Dirigiéndose al público también con tono de broma les reprocha, “en serio, la academia tiene un equipo de crisis. Si ocurre algo imprevisible o violento durante la ceremonia, haced lo que hicisteis el año pasado: nada”.
En las redes sociales, uno de los momentos que más ha dado que hablar ha sido la entrevista en la ‘red carpet’ (que este año era de color Champagne) de Hugh Grant, por las críticas a las respuestas esquivas que provocaron un momento incomodo a su entrevistadora, Ashley Graham. Otro de los momentos más comentados ha sido la reacción de la nominada a mejor actriz de reparto, Angela Bassett, por su papel en Black Panther que no se ha preocupado por disimular su disgusto por la derrota. Era la favorita pero al final el premio se lo ha llevado Jamie Lee Curtis, también por Todo a la vez en todas partes y en twitter principalmente, no han parado de aparecer memes con la cara de seriedad de la actriz, sobre lo que algunos comparten opinión y otros piensan que debería haber sido menos explícita. Además, comparte derrota con el reconocido director de cine Steven Spielberg que optaba a 5 estatuillas por la película Los Fabelman, su película autobiográfica, que se ha ido finalmente con las manos vacías. También se quedó sin la estatuilla a la mejor actriz la hispano-cubana, Ana de Armas, por su interpretación en Blonde.
En cuanto a las actuaciones más destacadas, aparecen, Rihanna de nuevo, tras su actuación en la superbowl y Lady Gaga, que después de aparecer en la alfombra con un vestido de Versace y maquillada, en su actuación apareció con la cara lavada y una camiseta negra y vaqueros.
Los discursos de los ganadores han sido de lo más hablado de la gala. Junto con el discurso de Michelle Yeoh sobre su representación como asiática, también incluía su papel de mujer y ha aprovechado para mencionar, en relación a su edad: “Señoras no dejen que nadie les diga que ya han pasado su mejor momento”. Se lo dedicó a su madre, y la mencionó igual que el premiado Ke Huy Quan, que sin duda ha ofrecido el momento más emotivo de la noche con su discurso, “Mi viaje empezó en un bote, pasé un año en un campamento de refugiados y ahora de alguna manera, terminé en el escenario más grande de Hollywood. Dicen que estas historias solo pasan en las películas. No puedo creer que me esté pasando a mí. Este es el sueño americano”. También igual que su compañera de reparto se ha dirigido al público, “Los sueños son algo en lo que tienen que creer. Yo casi me rindo en la búsqueda de los míos…para todos ustedes, por favor mantengan vivos sus sueños”.
Estos ejemplos de superación nos han dado una lección en la última gala de los premios Oscar, tanto la academia por reconocer su esfuerzo hasta llegar ahí, como el orgullo que desprenden de ellos mismos por haberlo conseguido. Junto con las bromas sobre la experiencia del año anterior, las reapariciones y el reconocimiento de artistas que no encontraban su hueco, la academia ha demostrado que sus premios no responden a estandares rígidos ni inmutables, sino que empieza a haber más espacio para todos en el cine y, sobre todo, empieza a representar a muchos espectadores que necesitaban verse identificados en las pantallas. Definitivamente este año, los premios Oscar han dado un gran paso, aunque todavía queda camino por recorrer.