Concluido el 40 Congreso Federal, queda definido el grupo de personas que gobernará el tándem Moncloa-Ferraz en los próximos años. Óscar López, repescado por el presidente para pilotar su gabinete, repesca a su vez a Antonio Hernando y cierra las heridas abiertas en 2016. Adriana Lastra se queda en Ferraz, con la misión de preparar al PSOE para el ciclo electoral de 2023. Y en el vértice del triángulo, Félix Bolaños, con un papel creciente en el Gobierno y en el entorno presidencial, pero también en el partido, tanto por su presencia en la Ejecutiva como por su peso en el devenir del PSOE de Madrid.
Hacía muchos años que no se recordaba un Congreso Federal del PSOE tan plácido y tan ilusionante para sus militantes. Pedro Sánchez ha conseguido coser lo que se rompió entre 2016 y 2017 y cerrar la vía de agua que suponía su enfrentamiento constante con Felipe González. La reconciliación ha llegado hasta el punto de repescar al que fuera portavoz en el Congreso durante la primera etapa de Sánchez al frente del PSOE, Antonio Hernando. El desembarco de Hernando -adelantado por eldiario.es-, que trabajará a las órdenes de Óscar López en el gabinete del presidente del Gobierno, supone recomponer la relación del trío de amigos que se formó a las órdenes de Pepe Blanco en la secretaría de Organización del partido y que terminó enfrentado tras la defenestración de Sánchez y las primarias del 17, en las que Óscar López apoyó a Patxi López y Hernando se puso del lado de Susana Díaz.

La resurrección política de Hernando es aún más llamativa que la de Óscar López porque estaba totalmente fuera del ámbito de la política. El exportavoz del PSOE en el Senado ya pasó una temporada expiando sus pecados políticos en el ‘purgatorio’ de la presidencia de Paradores, que Sánchez le encomendó tras la moción de censura. Este verano, con la remodelación del Gobierno y la salida de Iván Redondo, Sánchez lo recupera para aprovechar su amplia experiencia en el partido, a pesar de su juventud -48 años-. López lideró el partido en Castilla y León y fue secretario de Organización del partido bajo el mando de Alfredo Pérez Rubalcaba. Muy pocos en el PSOE tienen su currículum y eso le convierte en un cuadro de primer nivel.
Hernando, por su parte, quedó totalmente desconectado tras las primarias de 2017. Asumido el fin de su carrera política, estaba dedicado a la consultora Acento Public Affairs, pilotada por el exsecretario de Organización del PSOE Pepe Blanco. La consultora, por cierto, está presidida por el exdiputado del PP Alfonso Alonso y, entre otros, cuenta con los servicios de la exvicesecretaria general del PSOE Elena Valenciano, el hijo del popular Esteban González Pons, Esteban González Guitart, y el ex diputado de Podemos en la Asamblea de Madrid Marco Candela. Acento es uno de los lobbies que figura en el registro oficial elaborado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Adiós al sanchismo
El sanchismo puro ya no está en el Gobierno, tras la salida de José Luis Ábalos, y tampoco tendrá la misma visibilidad que antes, toda vez que Adriana Lastra ha perdido la portavocía en el Congreso
El regreso de Hernando solivianta al sanchismo de pura cepa, el que aupó al presidente de nuevo a la secretaría general del PSOE tras su defenestración. El problema es que ese sanchismo ha perdido una notable influencia y queda restringido al puente de mando del partido. Nada menos, pero nada más. Este sanchismo puro ya no está en el Gobierno, tras la salida de José Luis Ábalos, y tampoco tendrá visibilidad de puertas para afuera, toda vez que Adriana Lastra ha perdido la portavocía en el Congreso en favor de Héctor Gómez. A Lastra, eso sí, le corresponderá preparar a los socialistas para el ciclo electoral de 2023, en unas elecciones generales, autonómicas y municipales que las encuestas prevén muy igualadas. Lastra fue la diputada que capitaneó el “no es no” a Mariano Rajoy y la resistencia frente a la abstención que imponía un Hernando todavía portavoz en el Congreso y alineado con la gestora que se hizo con el control del partido. La vicesecretaria general del PSOE se terminó absteniendo en la investidura de Rajoy, pero asegurando que lo hacía “por imperativo”.
Ábalos y Lastra fueron los dos principales escuderos de Sánchez cuando fue defenestrado por los notables del partido y abandonado por sus más estrechos colaboradores. Ellos lideraron el reducido grupo de socialistas que le convencieron para volver a presentarse. Con Ábalos fuera, queda una Adriana Lastra que se cuenta entre las personas más leales a Sánchez desde 2014. Y desde su rol como portavoz es a quien le ha tocado responder a las críticas de un Felipe González ahora reconciliado con Sánchez. Hace un año, cuando González rechazaba la posibilidad de un acuerdo presupuestario con ERC y EH Bildu, Lastra subrayaba que ella “siempre escucho a nuestros mayores. Pero ahora nos toca a nosotros. Somos una nueva generación a que le toca dirigir el país y el Partido Socialista”. González, muy molesto, y a pesar de que nadie se lo hubiera pedido -al menos públicamente- afirmaba en una entrevista en Onda Cero que a él “nadie le manda callar”.
Junto a Lastra, estará un Santos Cerdán que asume oficialmente la secretaría de Organización, una labor que ya venía ejerciendo ‘de facto’ desde hace tiempo, incluso antes de la salida Ábalos. Cerdán asciende así en el organigrama a pesar de que la fracasada operación murciana no haya contribuido, precisamente, a reforzar su posición.
Bolaños, el factótum del Gobierno
Completando el triángulo de nuevos generales socialistas aparece un Félix Bolaños protagonista en todos los asuntos relevantes del Gobierno y del partido desde hace tiempo. El ministro de Presidencia es la persona a la que el presidente encarga la resolución de buena parte de los asuntos delicados y de las negociaciones discretas. Fue el encargado, por ejemplo, de contactar con la familia Franco y pilotar la exhumación del dictador; pero también de negociar con Ciudadanos el hipotético apoyo a los Presupuestos de 2021 o redactar los indultos a los presos del procés. Ahora, es el encargado de tratar con Teodoro García Egea la renovación de los órganos constitucionales.
Bolaños estará al frente del área de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos en la Ejecutiva, una cuestión a la que el propio presidente del Gobierno aludía esta semana
Bolaños se consolida como una figura fundamental en la segunda parte de la legislatura, no sólo por su influencia en el Gobierno, sino también en el partido. En el 40 Congreso Federal, el ministro de Presidencia se ha ocupado de una ponencia clave, la del futuro del partido en esta década, que tenía por título ‘PSOE 2030, un partido de futuro’. Además, ha confirmado su ingreso en la Ejecutiva, a diferencia del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que también estaba en las quinielas y finalmente se ha quedado fuera. Bolaños estará al frente del área de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos, una cuestión a la que el propio presidente del Gobierno aludía esta semana. En una entrevista en la Ser, Sánchez se mostraba a favor de eliminar la inviolabilidad del Rey en la Constitución. Pero, además, el presidente ha subrayado que su objetivo es “reformar el derecho a la salud, todo lo que tiene que ver con la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, y el ecologismo”.
Bolaños también tendrá mucho peso en el devenir del PSOE de Madrid, pilotado por una gestora que tiene como número dos a una persona de la máxima confianza del ministro: su jefe de gabinete, Fran Martín. Según fuentes socialistas, las listas de la candidatura para el 4-M llevaban el sello de Moncloa y, por ejemplo, la inclusión de Jana Halloul como número dos de Ángel Gabilondo nacía del propio Bolaños. Halloul, ahora al frente del grupo socialista en la Asamblea de Madrid, aterriza también en la ejecutiva del PSOE para hacerse cargo de la secretaría de Política Internacional.
Una ejecutiva con seis ministras

A pesar de las informaciones que apuntaban a la intención de Sánchez de recortar drásticamente el número de integrantes de la Ejecutiva, finalmente cuenta con 42 miembros y un 60% de mujeres. Eso sí, sólo repiten 12 de la Ejecutiva saliente. Cristina Narbona se mantiene como presidenta del partido y entran un total de seis ministras. Además de Bolaños, están presentes la ministra de Sanidad, Carolina Darias, como secretaria de Sanidad y Consumo; la de Ciencia, Diana Morant, como secretaria de Ciencia, Investigación y Universidades; y como vocales, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez; y la de Educación, Pilar Alegría.
La federación con más representantes en la nueva dirección del PSOE es Andalucía, con nueve, seguida de Madrid, que tendrá seis. El PSC y Castilla y León suman cuatro miembros cada una, tres la federación canaria y dos la vasca y la castellano-manchega. Las demás cuentan con un asiento en el órgano de gobierno del partido.
Una de las novedades más llamativas de la nueva Ejecutiva es la inclusión de la diputada más joven del Congreso, la castellanoleonesa Andrea Fernández, de 28 años, a cargo de la secretaría de Igualdad, que hasta ahora estaba ocupada por Carmen Calvo. El nuevo portavoz del partido será el también diputado Felipe Sicilia, de 41 años, que en su día llegó a sonar como hipotético candidato en Andalucía.