El sector audiovisual ha incrementado a nivel mundial su actividad económica, impactando de manera muy positiva en el empleo y generando un efecto dinamizador en otros sectores de la economía. Según el estudio Global Screen Production, genera en el mundo 14,2 millones de puestos de trabajo, de los que 9,8 millones pertenecen a otros sectores incorporados a la cadena de valor de las producciones. En España, sin embargo, su impacto es mejorable. Según el ‘Informe sobre el estado de la cultura en España 2022. El sector audiovisual, hacia un crecimiento sostenible y diverso’, de la Fundación Alternativas, la encuesta a profesionales otorga un 5,2 de nota al sector. A continuación, reproducimos el resumen a cargo de Inma Ballesteros, directora del documento.
En 2022, el Informe sobre el estado de la cultura en España 2022. El sector audiovisual, hacia un crecimiento sostenible y diverso dedica su primera parte al sector audiovisual con la intención de analizar las circunstancias particulares en las que se encuentra. Desde el Observatorio de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas han dado seguimiento a la evolución de un panorama que en principio se intuía favorable. Durante el periodo de confinamiento trabajaron intensamente para analizar la situación de crecimiento exponencial de la demanda. Descubrieron que el consumo audiovisual había sido el favorito de las audiencias digitales, aunque las cifras de años anteriores ya habían sido alentadoras.
En 2019, los ingresos producidos por el cine y los contenidos audiovisuales a la economía española ascendieron a 4.115 millones de euros. La contribución al PIB ese mismo año fue de 812 millones, favoreciendo la creación de 14.000 empleos directos y 4.000 indirectos. El porcentaje de aportación al PIB del sector audiovisual en 2019 fue del 0,69%, y supuso el 28,5% de la aportación total de la cultura a la economía española.
Los ingresos producidos por el cine y los contenidos audiovisuales a la economía española ascendieron a 4.115 millones de euros
Estas cifras pueden darnos una idea de la fortaleza del audiovisual. Por otro lado, el crecimiento del sector se ha visto reforzado por la transformación de los hábitos de consumo y el desarrollo de la tecnología. Las perspectivas de crecimiento plantean un panorama de desarrollo acelerado.
Según el último informe Digital TV Research y Strategy Analytics, los ingresos estimados para las OTT –servicios de libre transmisión como Netflix, HBO, Movistar + o Prime Video– en 2027 ascienden a 214 mil millones de euros. El incremento de suscripciones SVOD –video bajo demanda– entre 2021 y 2027 se espera que supere los 485 millones, lo que permitirá alcanzar 1,69 mil millones. El liderazgo de este crecimiento seguirá estando en Estados Unidos, aunque todos los países analizados en el citado informe van a experimentar un impacto muy positivo. Ante estas perspectivas de evolución, parece necesario analizar bien el contexto y determinar cuáles pueden ser los puntos por atender de manera prioritaria, y con ese objetivo se ha planteado el contenido de este informe.
Cuestiones que analizar
De los múltiples aspectos que podría plantear el desarrollo del sector audiovisual, el informe se centra en aquellos que ha considerado relevantes por varios motivos. Por un lado, el contexto español en el marco de los planes de desarrollo, incluido el Hub Audiovisual. Por otro, detalles sustanciales que de vital importancia para el desarrollo sostenible del audiovisual en nuestra realidad socioeconómica.
Así, inicia este recorrido con la proyección internacional del audiovisual español, que ha evolucionado positivamente. Sin embargo, hay mercados que empiezan a manifestar síntomas de fatiga cuando deberían estar entre nuestros principales destinos, por ejemplo, América Latina y Estados Unidos.
Esta realidad hace preguntarse a los autores del documento cuáles son los factores que están provocando esta desviación de la demanda. En la UE aparece la misma situación, los contenidos producidos en España para cine o televisión no dan buenas señales. Habrá que encontrar los motivos por los que no se consigue un buen posicionamiento de la oferta que generamos.

En este sentido, hay que destacar que uno de los objetivos del Hub Audiovisual español, recogido en la estrategia España Digital 2025, es la proyección internacional de los contenidos producidos en España. Será ésta una oportunidad de transformar los resultados de una política de internacionalización sin resultados, que ya señalaron los expertos de la Fundación Alternativas en la primera edición de este informe en 2011.
La justa remuneración de la creación
Otra de las cuestiones analizadas se refiere a la justa remuneración de los creadores audiovisuales, para lo que necesitamos un marco adecuado de protección de la propiedad intelectual. El crecimiento de la demanda de contenidos ha generado una estructura de contratación que ha situado a los autores en una posición de riesgo.
Los contratos de producción audiovisual recogen los derechos exclusivos de explotación con pagos a tanto alzado. Sin embargo, y a pesar de que las directivas europeas han reconocido los derechos de los creadores, son pocos los autores que consiguen recibir beneficios del éxito en pantalla.
Por otro lado, la falta de reciprocidad de trato en el reconocimiento de los derechos de propiedad intelectual de los profesionales españoles en otros países no ayuda a poner en valor un sector en el que se están colocando tantas expectativas. Además, es necesario entender que esta práctica no implica una reducción de la competitividad de los contenidos generados en España. Por el contrario, el posicionamiento de nuestros autores en el escenario internacional se basa en la calidad de los contenidos que se ofrecen, así como en una correcta estrategia de mercado. La falta de reciprocidad en el pago de sus derechos de autor no hace más que generar una imagen distorsionada de las políticas de apoyo y protección de nuestros creadores.
Una nueva regulación
Este informe también hace un repaso de los proyectos de ley de Comunicación Audiovisual y del Cine. El MINECO se ha encargado de gestionar el desarrollo normativo que afecta a los prestadores de servicios de comunicación audiovisual, mientras que el Ministerio de Cultura y Deporte se ha ocupado de las medidas dirigidas al fomento, a la distribución, exhibición y protección de nuestra cinematografía. Esta separación de competencias ha sido en ocasiones malentendida.
El audiovisual español ha evolucionado positivamente, pero mercados como América Latina y EE UU empiezan a manifestar síntomas de fatiga
Por otro lado, y teniendo en cuenta que nos encontramos en un contexto de trasposición de la norma europea, hay que entender que el espíritu de la misma siempre fue la protección del audiovisual europeo como reflejo de la diversidad cultural y creativa.
Desde la Fundación Alternativas creen entonces que la definición de productor independiente recogida en el artículo 110 del proyecto de Ley de Comunicación Audiovisual está lejos de ese objetivo, pues pone en riesgo la supervivencia de proyectos claramente independientes que son el reflejo de la libertad de creación y los múltiples lenguajes planteados desde una posición de libertad creadora. Serán esos proyectos los que construirán también el imaginario colectivo de una sociedad que responde a múltiples formas de entender nuestra realidad.
La sostenibilidad es importante
Los autores del informe consideraron igualmente necesario abordar la sostenibilidad del sector audiovisual desde su compromiso con la crisis climática. Si la lucha contra el cambio climático es un compromiso global, la industria audiovisual tiene que ayudar a alcanzar estas metas. Para ello es necesario conocer fórmulas que permitan transformar una industria en crecimiento y reducir el impacto que pueda generar en su desarrollo.
Sabiendo del poder del audiovisual en la comunicación de mensajes y el reconocimiento de valores universales, desde la Fundación Alternativas creen que la industria puede hacer un gran papel en la transición hacia un modelo más sostenible. Además, esta transformación puede generar nuevos nichos de empleo que contribuyan a un crecimiento más armónico del sector.
Tenemos el reto de hacer sostenible toda la cadena de valor, por lo que se deberían incentivar estas actuaciones desde las políticas públicas, principalmente desde el Hub Audiovisual. Si vamos a atraer producciones internacionales, tendremos que homologar los estándares de otros países con experiencia en reducción de la huella de carbono, la gestión de residuos, los usos de combustible y el fomento de la economía circular.
Una visión con enfoque de género
Otra de las cuestiones que siempre están presentes en el informe es la que se refiere a la presencia de la mujer en todos los ámbitos de la cultura. En los espacios de toma de decisiones y en la creación debe encontrar representación la visión de las mujeres.
En el caso concreto de audiovisual, es primordial que las historias que se cuenten puedan presentarse desde diferentes puntos de vista. La construcción del imaginario colectivo depende de la toma de decisiones adecuadas que permitan la presencia equitativa de hombres y mujeres.

El Observatorio de Género del Ministerio de Cultura ha posibilitado poner cifras a la situación real. De las más de 79.000 personas que trabajan en el sector audiovisual, el 42,1% son mujeres. Sin embargo, solo el 25% de las personas socias de entidades de gestión colectiva son mujeres.
Las cifras de 2020 para el sector audiovisual presentan un 33,9% de mujeres que se inscriben por primera vez en estas entidades. Esta cifra está en relación con los estrenos de largometrajes de producción española, de los cuales solo el 21,3% cuentan con una mujer como directora o guionista.
A pesar de la escasa intervención femenina en la producción cultural, las mujeres son las que más participan en cultura. Por ejemplo, un 57,3% de los espectadores de salas de cine son mujeres. Lo que sigue sin entenderse es el déficit de participación de las mujeres en la creación de las obras audiovisuales. Por qué la industria no hace un esfuerzo por contribuir a la equidad en un sector fundamental para la construcción de valores comunes. Y por qué las políticas públicas del audiovisual siguen sin tomarse en serio estas cuestiones. No hay más que ver el resultado final del anteproyecto de Ley de Comunicación Audiovisual para entender que todavía queda mucho trabajo por hacer.
La televisión frente al espejo
El informe habla también de televisión, y analiza este punto desde diferentes ángulos. Empezando por el estudio de la situación de las televisiones públicas frente a la transición digital, y cómo pueden ofrecer contenidos de calidad que aseguren su supervivencia.
La importancia de la presencia de la diversidad de los contenidos debe ser una prioridad y el reto está en asumir decisiones difíciles para empezar a construir la televisión del futuro. Pero el documento también se ha enfocado en otro aspecto, la participación de la sociedad civil en los medios de comunicación pública. La Fundación Alternativas ha analizado el déficit en el derecho de acceso de la ciudadanía a estos medios, que nuestra Constitución recoge en el artículo 20.3, y ha encontrado un amplio margen de desarrollo en el ámbito de las políticas públicas y en las propuestas que deben surgir de la sociedad civil.
Las visiones transversales
En la segunda parte del informe, los enfoques transversales han querido representar algunas cuestiones de carácter más global. Así, ha abordado el ámbito iberoamericano desde un concepto importante desarrollar y dotar de contenido, la Ciudadanía Cultural.
La falta de reciprocidad en el pago de derechos de autor genera una imagen distorsionada de las políticas de protección de nuestros creadores
Se refiere este trabajo a un término aún difuso que aparece en la Carta Cultural Iberoamericana, un documento fundamental que ya ha cumplido quince años. Con la experiencia de este recorrido, desde Alternativas creen necesario seguir avanzando en el posicionamiento de la cultura como derecho.
Así, hace una reflexión sobre la incorporación de la ciudadanía cultural a algunas arquitecturas institucionales y normativas, como es el caso de Brasil. Desde ahí, plantea propuestas para que el ámbito iberoamericano siga siendo el lugar de referencia para la cultura compartida en el ámbito de la diversidad.
Con la intención de seguir planteando análisis desde otras perspectivas, el informe se pregunta cómo la inteligencia artificial puede afectar a los derechos culturales. La protección de la diversidad no debe circunscribirse solo al ámbito analógico, pues el desarrollo de los algoritmos es un reto presente que debemos entender.
El documento analiza estas cuestiones para aportar una serie de propuestas que permitan entender que el espacio digital es también un espacio cultural multidiverso con derechos que respetar.
Asimismo, el informe lleva a cabo un análisis de las galerías de arte en España desde la economía y la gestión empresarial que pueda servir de referencia para la toma de decisiones en materia de políticas públicas.
Con la encuesta a los profesionales de la cultura finaliza la edición 2022. En la misma línea del año anterior, con un 5,02 de calificación otorgada por los profesionales, la justa retribución de los creadores sigue siendo el talón de Aquiles del sector. Los avances en el estatuto del artista no han conseguido cambiar la opinión en este sentido. Asimismo, las políticas públicas siguen en la lista roja, lo que nos lleva a la conclusión de que el sector continúa manifestando una falta de alineación de las medidas tomadas para acompañar la recuperación.