Paloma Peteira
La periodista de información económica, María Antonia García Quesada, presenta su quinta novela, ‘El ingenio de los mediocres’, editada por OléLibros. Un thriller económico que refleja el día a día de una familia que comparte ámbito laboral y que encierra más mentiras de las que cabe esperar. Una mirada al papel que jugaba la mujer en la familia en una época marcada por la banda terrorista ETA. La autora estará firmando ejemplares en la Feria del Libro de Madrid. Asimismo, recorrerá las ferias de Burgos y Valencia y el Ateneo de Pontevedra.
‘El ingenio de los mediocres’ habla del relevo generacional en una empresa que maneja un hombre, ¿qué papel ha querido que juegue la mujer?
«En el mundo de la empresa hay muchos techos de cristal que, a veces, creemos que han desaparecido, pero siguen existiendo con una fuerza inusitada»
El papel de la mujer es determinante. En la portada del libro se ve un techo de cristal que se rompe. En el mundo de la empresa hay muchos techos de cristal que, a veces, creemos que han desaparecido, pero siguen existiendo con una fuerza inusitada. Estamos hablando de una empresa familiar y de una familia muy tradicional, donde el papel de las mujeres hasta ahora ha sido el de guardianas de la casa. Pero llegamos a una nueva generación, la actual. Intenta romper una serie de moldes que es importante quebrar, pues todavía se sigue encontrando con grandes obstáculos.
¿Hay algún otro prejuicio que el libro trate de romper?
La familia es un núcleo en el que todo es perfecto y funciona bien. Hay familias que obviamente sí, pero hay otras en las que aparentemente todo está bien hasta que los intereses se ponen por medio. En las empresas familiares, la sucesión siempre es un momento crítico porque a parte de los cánones por los que se dirigen como tener un plan de empresa trazado que lleve al mejor puerto posible… hay elementos personales que aquí se multiplican. Todos esos factores combinados, es decir, los intereses de unos y de otros, las luchas por la sucesión… sacan a relucir todos los demonios familiares y cosas que sucedieron en el pasado que incluso la nueva generación desconocía. En este caso, esta nueva generación dice: “Vamos a descubrir realmente lo que hay detrás de nosotros, cómo hemos llegado hasta aquí”.
¿Qué avatares políticos y económicos marcan a cada una de esas tres generaciones en la novela?
Tenemos claramente la generación de los abuelos. Son empresarios vascos, más marcados por la Guerra Civil en España y la posguerra. Después tenemos la generación de los padres, que hoy está llegando a la edad de jubilación o ya se ha jubilado, que vivieron la Transición y el terror de ETA. Hace años leí un libro de Izaskun Sánchez de la Fuente sobre las misivas del terror, de los años de extorsión a los empresarios de ETA. Me llamó mucho la atención el dilema moral que se le planteaba a mucha gente. Pongo en riesgo mi vida y la de mi familia, pero ¿qué pasa con este dinero que me piden que pague? Era una cuestión terrible. Es el marco de fondo de la novela y también el cómo ha ido evolucionando desde los abuelos a los niños.

En los últimos años la política y la economía española se han visto salpicadas por escándalos de corrupción, ¿usted cree que eso está instando a los ciudadanos a actuar de manera semejante en los negocios familiares, como en su novela, donde mienten por el bien propio?
La corrupción no es cosa de unos pocos. Hay gente que está en la cima, que promueven y manejan esos hilos para que se establezca ese estado de corrupción, pero la corrupción no existe sin corrompidos. Cuando se destapa un escándalo, no se trata de la obra de un individuo solo, sino que es un caldo de cultivo en el que eso se ve y se favorece.
De corrupción ya hablé en mi novela “Inventario de otoño”. Tras haber pasado los primeros quince años de la Transición, en España nos creíamos los reyes del mambo. Ahí es donde empieza a salir la espuma de la corrupción. Pero en España no es todo corrupción. La sociedad española tiene muchísimas virtudes, pero sí hay sectores importantes a todos los niveles que favorecen eso. Siempre arriba y con más responsabilidad, por supuesto.
ETA juega un papel en la novela, ¿por qué decidió ambientarla en aquella época?
Hay una tónica a ver cómo los acontecimientos sociales, políticos y económicos que rodean a una persona influyen en su vida. Ahora están saliendo muchas novelas en las que está ETA porque a todos los que vivimos aquellos años nos dejó una huella que fuimos soportando como pudimos. Hay que aflorar esos sentimientos, lo que pensábamos y lo que sentíamos. Evidentemente la novela no está centrada en ETA, pero sí hay una parte muy importante que además marca a los personajes.
Usted dice que son personajes con los que nos identificamos, ¿por qué?
Porque tienen tantas luces y sombras como cualquiera de nosotros. Porque no son ni buenos ni malos, algunos son peores. Es algo con lo que trato de jugar en la novela. A veces puedes pensar de uno de ellos: “Qué tipo tan decente, tan cabal” o “Cómo me identifico con esta persona, una de las protagonistas femeninas”. Sin embargo, todos en algún momento, como con cualquier ser humano, vemos su lado oscuro.
Estamos hablando de una familia ciertamente acomodada, con parte materna y paterna. Unos vienen ya de una familia de empresarios muy acomodados desde hace muchos años y otros son los que ahora están subiendo más, pero que se han hecho a sí mismos. Es muy diferente cómo ven el mundo y cómo son.

Familia y negocios son dos asuntos que, en la vida real, no suelen terminar bien, ¿debe la literatura acercarse más a la realidad como lo hace esta novela?
Defiendo la ficción en la literatura por encima de todo. No me parece mal que la gente escriba sobre sí misma, pero ahora vivimos una moda excesiva de contar lo que a mí me pasó. Las vivencias de una persona, en ocasiones, son interesantes, pero depende para qué. Creo que un novelista es un observador de la realidad, de su tiempo y de su momento. De alguna forma, la novela es algo que queda ahí.
¿Es un inconveniente para el lector no dominar los temas económicos?
Para nada. No es una novela económica. Aunque estemos en un ambiente económico, cualquier lector vive en su día a día el mundo del trabajo, de la empresa. Para mis novelas me encanta porque creo que está muy poco tratado el mundo de la economía, de la empresa y del trabajo. Es una fuente literaria maravillosa.
¿Cómo cree que han funcionado los libros durante la pandemia?
“Recuperar el libro y el afán por leer es una batalla que nunca hay que dejar de lado”
Mucho mejor de lo que nos esperábamos. Nos hemos refugiado en la literatura y hemos acudido de nuevo a las librerías. Hemos querido salvar algo que es fundamental. No ha ido tan mal como a lo mejor puede haber ido en otros sectores económicos. Y ahora que estamos en días de Feria del Libro, la gente está volcada. Recuperar el libro y el afán por leer es una batalla que nunca hay que dejar de lado porque es lo más importante.
¿Piensa que ahora la gente leerá menos o retrocederá la lectura?
Dependerá. Cuando llegó la pandemia dijimos: “Esto tiene que suponer un cambio en nuestras vidas, “Cuando esto termine todo tiene que ser distinto, los temas medioambientales, nuestra forma de plantearnos la existencia…”. No quiero ser pesimista, pero no me parece que nos hayamos arrepentido mucho más. Me parece que nos estamos olvidando de todo. Los que leen, seguirán leyendo.
El fomento de la lectura es algo que hay que hacer desde siempre. También escribo para niños y lo que más me sorprende es que son grandes lectores que, en un momento determinado, dejan de leer. Unos se recuperan y, cuando pasan la etapa de la adolescencia, vuelven a leer. Otros no. Hay un factor que no favorece la lectura y es la rapidez con la que va todo, la falta de tiempo. Es cuestión de preferencias. Yo siempre he creído en los libros y siempre creeré que estarán ahí. Habrá etapas mejores y peores, pero siempre habrá libros en el formato que sea.
¿Qué supone para usted volver a la Feria del Libro?
Soy madrileña. Para los madrileños la Feria del Libro es una gran fiesta cultural, un lugar de encuentro. Estos días en la Feria, lo que estás viendo es a la gente con alegría, decir: “Ya estamos aquí otra vez”. Es un evento tan nuestro. La Asociación Colegiada de Escritores dice que es el gran punto de difusión y desarrollo cultural de lo que se hace, lee y ve. Esta Feria es un evento muy importante y, por supuesto, todas las que se celebran a lo largo de toda España.