Microsoft ha cerrado la adquisición de Activision Blizzard uno de los estudios de videojuegos más importantes del mundo, en lo que ya es la mayor operación en la historia del sector de los videojuegos. Microsoft abonará en efectivo 68.700 millones de dólares (60.326 millones de euros al cambio) y pagará 95 dólares por cada una de las acciones de Activision Blizzard. Esto supone una prima del 46% con respecto al precio que cerraron las acciones de la empresa el pasado lunes. Microsoft se sitúa así como la tercera compañía de videojuegos más grande del mundo, solo superada por Tencent y Sony. La operación será efectiva en 2023, tras pasar diferentes revisiones por parte de organismos reguladores y concluirá con la incorporación de los 10.000 empleados de Activision Blizzard en Microsoft.
Microsoft incluirá todos los videojuegos creados y editados por la desarrolladora en su suscripción, Game Pass, y con ellos potenciará su servicio en la nube, Cloud Gaming. Actualmente, Game Pass cuenta con 25 millones de suscriptores y, tras finalizar este acuerdo comercial, la dueña de Xbox tendrá más de 30 estudios internos de desarrollo de videojuegos. Entre los títulos desarrollados Activision Blizzard se encuentran el celebérrimo Candy Crash (al que jugaba Celia Villalobos cuando fue ‘cazada’ en el Congreso), y algunas de las sagas más jugadas durante los últimos años, como Warcraft, Diablo, Overwatch o Call Of Duty.
La inquietud ha comenzado a cundir entre los competidores de Microsoft, con Sony a la cabeza. Microsoft fabrica Xbox, consola que figura como competencia directa en el mercado con la PlayStation de Sony. Desde Sony se ha transmitido a los medios que el hecho de que la operación podría poner en peligro los títulos disponibles para otras plataformas ajenas a la de Microsoft.