L.H.
Cerca del aniversario de la guerra entre Rusia y Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha dado un discurso dirigido a la nación que comienza definiendo a Ucrania como un “régimen neonazi que se creó después del golpe de Estado de 2014”. Además, aprovecha para culpar a Occidente de la guerra en Ucrania, ya que asegura que el estallido de la guerra fue a causa de unas negociaciones entre Kiev y Occidente para el abastecimiento de armas nucleares, aviones y armamento pesado, frente a los que Rusia tuvo que defenderse a través de la fuerza. Cree que el ataque de occidente a su territorio en busca de “una victoria estratégica” frente a la que Rusia tiene que reaccionar y lo hará, ya que según declara, “Rusia es invencible en el campo de batalla”.
Junto a estas declaraciones, Putin anunciaba la suspensión del cumplimiento por parte de su país del STAR III o Nuevo START, un tratado acordado entre Rusia y Estados Unidos en 2010, de reducción y control de armas nucleares. Aunque ha aclarado que se trata solo de “suspender la participación”, no de “abandonarlo”. El presidente ruso defiende esta decisión ante la necesidad de Rusia de estar preparada para probar armas nucleares si Estados Unidos lo hace primero. No descarta volver a este tratado, pero con determinadas condiciones, como que el marco de este acuerdo incluye también el arsenal nuclear de todos los países miembros de la OTAN, incluyendo a Francia y Reino Unido.
Antonio Gutierres, El secretario General de la ONU ha pedido a ambos países que retomen el diálogo, ya que considera que el conflicto sin control de las armas nucleares puede ser mucho más peligroso. Estados Unidos, responde en voz del secretario Antony Blinken y califica la decisión de Rusia, como “desafortunada y muy irresponsable”. Por otra parte, el presidente de EEUU, Joe Biden, no mencionó esta provocación en su discurso en la visita a Polonia, simplemente sigue declarando su apoyo a Ucrania y recuerda que Estados Unidos no tiene intención de atacar Moscú.