Rocío Monasterio atraviesa el peor momento de su breve carrera política. Y es que las irregularidades que parece haber cometido en los últimos años, suman y siguen. El último episodio que hemos conocido lo publicaba ‘El País’, explicando que Monasterio firmó en 2004 la certificación de una obra en un local, a pesar de carecer de la Licenciatura en Arquitectura. La portavoz de Vox en Madrid sólo habría comunicado un acondicionamiento del local, pero derribo muros de carga y autorizó otras operaciones que sólo puede hacer un arquitecto. En un primer momento, Monasterio sufrió un ataque de amnesia y dijo no recordar cuándo se licenció. Luego presumió de expediente académico en las redes sociales. Pero no ha dado una buena explicación a las informaciones que han aparecido.
Según explica ‘El País’, lo sucedido en esta ocasión repite el modus operandi de los negocios inmobiliarios de Monasterio y su marido, Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso. El local en cuestión era un espacio que la compañía Por Un Día SL quería reformar para hacer eventos. Según explica una de las socias a ‘El País’: “Hablamos con tres arquitectos que nos dijeron que no había nada que hacer, que nunca nos darían una licencia de uso para eso, porque era una zona de saturación de ruidos, con vecinos, y era difícil. Pero dimos con Rocío Monasterio y ella nos dijo que no había problema, que tenía contactos en el Ayuntamiento y lo arreglaría”.