L.M.
El presidente de la Comunidad andaluza anunciaba a principios de semana, en el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía, su decisión de eliminar por completo el impuesto sobre el Patrimonio en la Comunidad Autónoma. Con esta rebaja fiscal, que solo beneficia a un 0,2% de los andaluces, Moreno pretende “atraer más contribuyentes de rentas altas” a la región.
A esta medida se suma la deflactación de la parte autonómica en los tres primeros tramos del IRPF para evitar el impacto de la inflación.
El presidente andaluz ha seguido las ideas de su compañera de partido, Isabel Díaz Ayuso, quien anunciaba rebajas fiscales en la Comunidad de Madrid hace apenas una semana. Andalucía, gracias a estas nuevas medidas fiscales, se convierte en la segunda Comunidad Autónoma, después de Madrid, en suprimir totalmente el impuesto de Patrimonio.
Las críticas ante el anuncio de Juan Manuel Moreno no se han hecho esperar y los partidos de izquierdas, en la oposición en el parlamento autonómico, han mostrado abiertamente su desacuerdo con la decisión de Moreno. Alegan que la medida es minoritaria, que únicamente afecta a las rentas más altas y que no solventa los problemas derivados de la inflación.
La supresión del impuesto de Patrimonio será efectiva a partir de 2023, momento en el que los contribuyentes andaluces quedarán exento de pagarlo.