Javier Quintana.
Jornada histórica para el Partido Popular en Andalucía. Tras semanas de especulaciones en las que parecía que Moreno necesitaría de Vox para formar gobierno, finalmente el PP ha superado todas las expectativas en las elecciones autonómicas andaluzas del pasado 19 de junio y se ha alzado con una holgada victoria que le vale la mayoría absoluta en la Junta de Andalucía. Venció en las ocho provincias, incluída Sevilla, tradicional bastión del PSOE. Absorbe asímismo los 21 escaños que obtuvo Ciudadanos en la anterior cita con las urnas, aglutinando en total un millón y medio de votos y 58 escaños.
Los resultados suponen no solo la oportunidad de gobernar en solitario en Andalucía, sino que permiten a Feijóo aplazar el debate sobre su relación con la formación de ultraderecha de cara a unas futuras elecciones generales. “¡Hemos hecho historia, hemos mandado un mensaje a toda España!”, dijo un Moreno Bonilla exultante tras conocer los resultados electorales.
Por otro lado, el efecto Olona finalmente se materializó en unos 900.000 votantes y dos diputados más que en la anterior cita con las urnas, cifras muy por debajo de las expectativas generadas. Macarena Olona comentó que “no había sido el resultado esperado” pero que ha venido para quedarse.