Javier Quintana
La empresa propietaria de Facebook, WhatsApp o Instagram, Meta, ha sido sancionada por la Unión Europea con la mayor multa de la historia por el incumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos. La compañía de Mark Zuckerberg se verá obligada a abonar 1.200 millones de euros, además de, por supuesto, dejar de transferir datos de usuarios europeos a centros de datos estadounidenses.
Si en un primer momento podríamos pensar que la multa podría lastrar económicamente a la empresa, la realidad es que los recientes resultados de la compañía en este inicio de curso convierte la sanción en un mero pellizco para la cartera de Zuckerberg. Y es que en el primer trimestre del presente año la entidad facturó casi 30.000 millones de dólares, obteniendo un beneficio neto de 5.709 millones. Son cifras muy inferiores a las de otros años para la empresa, pero muy superiores a la multa interpuesta por la UE.
La multa, por otro lado, sólo afecta a Facebook, y se remonta a unos hechos que comenzaron en 2020 cuando Facebook comenzó a enviar datos de sus usuarios a centros estadounidenses. Estos centros no contaban con las medidas de protección adecuadas para esta información.
Meta aún puede recurrir la sanción, pero parece complicado que la UE cambie de parecer.