Confidencial TV / Jorge Vegas
En el espacio de Cuatro ‘En boca de todos’, Miguel Ángel Oliver, periodista y ex secretario de Estado de Comunicación en el primer gobierno de Pedro Sánchez, comenta y matiza las opiniones que Máximo Huertas, ministro de Cultura durante seis efímeros días, ha venido haciendo en los últimos meses, con expresiones quejosas sobre su paso por la cartera. Oliver considera que su dimisión «tenía todo el sentido después de que Sánchez, en 2016, en ‘El Programa de Ana Rosa’ hubiera dicho que en su gobierno no habría sitio para quienes pudieran tener dinero ‘offshore’ o problemas con Hacienda». Aun así, “cree que Máximo Huertas lo debió pasar muy mal pues significaba una patada en la cara a los seis días de haber sido nombrado ministro».
Dice Oliver: «Está despechado y ha pasado cuatro años víctima de una circunstancia ingrata por las acusaciones de ingeniería fiscal cuando el propio Máximo ya había solventado antes de ser ministro» sus problemas con Hacienda. «Te equivocaste, no has sido elegante», le dice tras los comentarios amargos de Huertas. Que también pueden tener mucho que ver con sus circunstancias personales.
El valenciano, que ahora hace programas para Apunt, la televisión valenciana, y ha grabado una serie de entrevistas con personajes, ha dicho para Prensa Ibérica que tiene otras prioridades distintas a hacer el tipo de trabajo que realizaba en otra época: «Ahora no me iría a Madrid a hacer un programa diario. Mis prioridades son cuidar a mi madre, estar con mi pareja, mantener mi librería y mis amistades de aquí’. El también escritor se considera «un chico de pueblo», y se distancia de haber pertenecido al espacio político: «Nunca he estado en la política, yo estuve en Cultura (…). Hablé con la ministra francesa de Cultura, convencí a Conchita Martínez, que estaba en Roland Garros, para que llevara Deporte, me preparé para hacer el trabajo, pero no me preparé para todo lo demás (…) Me duele cómo el periodismo trató mi paso por la política».
‘Benidorm Fest’: buen resultado… según se mire
Aunque la final del evento y la elección de la canción de Eurovisión fue líder en audiencia para La 1, los datos de las veladas anteriores han sido inferiores a los del año pasado. La primera gala de 2023 tuvo un 10% y 1.044.000 espectadores frente al 11,8 de 2022. La segunda semifinal, el 9,4% y 1.020.000 contra el 14,2% y los 1.728.000 de hace un año. La final logró hace unos días un 14,7% y 1.887.600 oyentes. Ese recorte de audiencia numérica frente a la edición anterior se valora menos por TVE que el objetivo de rejuvenecer la audiencia de La 1, y aquí sí que se ha conseguido de forma plena. ‘Benidorm Fest’ fue líder en la franja de edad entre los 24 y 44 años, hundiéndose en la audiencia de más de 64 años, en la que el primer canal de la pública suele ejercer el liderazgo de forma habitual. El actual equipo de RTVE busca el rejuvenecimiento de la audiencia general de La 1, atrayendo a nuevos espectadores cuando a la vez éstos pueden ser capaces de ver los contenidos a través del ‘streaming’ de RTVE Play, mayormente seguido por espectadores de menos de 44 años, y casi nada por la población más envejecida.
Respecto a la audiencia territorial del ‘Benidorm-Fest’, el impacto ha sido masivo en la Comunidad Valenciana, además copatrocinadora económica a través de la Generalitat y con la circunstancia de que Blanca Paloma, la ganadora, es alicantina (21,6% de ‘share’), frente a la más escasa presencia de espectadores de Cataluña (8,8%) o Canarias (11,1%).
La pública aprovechó Benidorm para confirmar el inicio de las grabaciones de su nuevo ‘talent show’ musical, producido por Shine Ibérica, la empresa de ‘Master Chef’, sobre canciones clásicas con arreglos nuevos y cantantes de hoy, en el que Miguél Bosé, Chanel, Mónica Naranjo y Juan Maján estarán como jurados. Mientras, la Generalitat Valenciana confirma que seguirá siendo uno de los principales patrocinadores de la edición de 2024.
Tamara Falcó, la tertuliana que más cobra
Dejando a un lado a los personajes conocidos que cobran por sentarse en un plató de televisión y dar una entrevista, cuyos precios dependen de la negociación entre las productoras y los representantes, hay otra categoría, la de los colaboradores, sean de contenidos políticos, sociales o deportivos que participan como tertulianos en diferentes canales.
Dentro del sector se considera que quien más cobra en la actualidad es Tamara Falcó por su presencia en ‘El Hormiguero’, que puede llevarse 2.500 euros por cada día que pasa por ese espacio. En los distintos programas de las privadas, quienes acuden a las mesas políticas, excluidos los políticos en activo que no perciben cantidad alguna, la gama se encuentra entre los 300 o 500 que pueden cobrar por acudir a ‘El Programa de Ana Rosa’ o a ‘Espejo público’. Frente a TVE, que en ‘La noche en 24 horas’ o ‘Los desayunos’ ofrece una tarifa entre los 150 y los 200 euros por cada colaboración, con tendencia habitual a pagar la misma cantidad a cada uno de los analistas.
Otro es el caso de los tertulianos que proceden del ámbito de lo social y no sólo del periodismo, como ocurre en magacines de Telecinco, empezando con ‘Sálvame’, que pueden percibir entre 300 y 1.000 euros/día, según el momento y la ocasión, porque no todos están en su momento álgido de popularidad. Una categoría complementaria es la de aquellos que proceden del espacio futbolístico, con una distinción neta entre periodistas deportivos, en una franja entre los 150 y los 400 euros/día y quienes han ejercido como profesionales dentro del mundo del fútbol que pueden percibir cantidades mayores.
Buena parte de esas apariciones televisivas se canalizan y explotan en distintos casos hacia sus páginas y redes sociales, donde muchos perciben ingresos por razón del número de visitas en las que ‘se recomiendan’ publicitariamente hablando productos y servicios. Con lo que lleva como afluencia de ingresos variados con el gancho inicial de la aparición en la pequeña pantalla. Muy importante en el caso de Tamara Falcó que, como ocurre con su madre, Isabel Preysler, y otras figuras pueden cobrar por la asistencia a actos públicos.
Belén Esteban, que en otro tiempo cobraba más que nadie como tertuliana, ha visto como su caché diario se iguala con el de otros nombres que aparecen en espacios de Telecinco. Esteban, lo mismo que Anabel Pantoja, rentabilizan las entradas a sus redes sociales con lo que perciben de los productos que promocionan.
Ninguno de los políticos en activo cobra por aparecer en las televisiones. Aunque sí lo hacen ‘ex’ como Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes, colaboradoras en ‘Todo es mentira’ de Cuatro, que por cada día que aparecen podrían cobrar entre 250 y 500 euros. Aunque TVE no suele pagar a los invitados famosos, excepto a colaboradores-tertulianos de las mesas políticas con cantidades nada excesivas, en otras ocasiones utilizó el subterfugio de una productora que sí lo puede hacer. Hace más de dos décadas pagó una cantidad exagerada por una entrevista a Margaret Thatcher, que hacía tiempo que había dejado el poder, realizada por Carlos Herrera, en tono de admiración. La ‘dama de hierro’ recibió unos siete millones de las antiguas pesetas, más el viaje en primera clase Londres-Madrid-Londres, ‘suite’ en hotel de lujo y coche de primer nivel entre otros extras. Asunto que en aquel momento generó malestar entre los sindicatos.
Otro órdago de Ayuso
Aunque los gestores públicos tienen prohibido hacer inauguraciones en el periodo inmediatamente anterior a los comicios, nada se dice del uso de la televisión, en este caso autonómica, para dar la campanada. Como hará Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, tras su anuncio de retransmisión en abierto de todas las corridas de San Isidro, algo inédito porque hasta ahora se emitían algunos festejos, no la totalidad de una feria de estas características, excepto las televisiones codificadas de pago. El gesto, descaradamente pro taurino de la presidenta, es otro guiño más a Vox, que viene presumiendo de ejercer como el ‘partido taurino por excelencia’. Queda por ver si esa emisión en directo desde Telemadrid incide o no en la venta de abonos y entradas.
Wim Wenders en Barcelona
Del 20 al 28 de abril se celebra la 7ªedición del Festival de Cine de Barcelona-Sant Jordi (BCN Film) que entre otros patrocinadores tiene a RTVE y TV3 y que en esta ocasión homenajeará en los Verdi de la Ciudad Condal al alemán Wenders, con carrera en Europa y Estados Unidos, recuperando sus títulos rodados entre 1971 y 2011. Más un ciclo dedicado al cine negro asiático con películas de Japón, Corea del Sur e India, y muchos estrenos. Se inaugura con ‘Sica’, la película de Carla Subiras rodada en la Costa da Morte que en breves fechas pasa por Berlín. El BCN Fest tiene una particularidad entre los certámenes de cine: su accesibilidad: las entradas más caras valen 3,90 y hay muchas sesiones gratuitas en diversos centros culturales de la capital catalana.